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sociedad - LUNES, 22 DE JUNIO DE 2009


Carlos Rus muestra su avión. fidel raso.

AEROMODELISMO
 

Esos cuerdos con sus
modernos cacharros

Los socios del Club de Aeromodelismo
celebraron su fiesta anual haciendo
lo que más les gusta, poner en el aire
sus aviones y helicópteros a escala demostrando sus habilidades a los compañeros que comparten su pasión

CEUTA
Rober Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

ESCOJA una modalidad: libre, circular, por radiocontrol, vitual; y escoja un sistema de propulsión: motores a goma, de CO2, de combustión interna, de bujía incandescente, motores de gasolina, de chispa, eléctricos, de turbinas a reacción. El aerodomodelismo es todo un mundo a escala de la aeronáutica. De hecho, es considerado un deporte, integrado dentro de la Federación de Deportes Aéreos, con sus campeonatos y fichas federativas, reglamentos... Un deporte con un elevado componente científico y técnico cuyo objetivo es diseñar, construir y hacer volar aviones a escala, bien como réplica lo más exacta posible de otros existentes o bien diseñados exclusivamente para la causa.

En Ceuta, la explanada del Pantano del Renegado es el hábitat de los 36 socios del Club de Aeromodelismo de Ceuta y sus simpatizantes, que ayer celebraron su fiesta anual haciendo volar sus aparatos.

Antonio Pérez preside el Club. “Este es el día más grande de nuestro club, en el que hacemos una exhibición y traemos los mejores aviones que tenemos para que los vean las familias, a las que luego preparamos una comida; ya que nos están aguantando todos los fines de semana que venimos a volar, que ahora disfruten ellos un poco viendo lo que hacemos aquí”.

La noche anterior realizaron una exhibición nocturna, con los aviones equipados con luces, y ayer, los aparatos surcaban el viento en una mañana en la que afortunadamente el sol venció a la bruma.

Una veintena de aviones aguardaban su turno en la explanada cercana al Pantano del Renegado, “y muchos se han quedado en casa”, advirtió Pérez, quien indicó que el Club de Aeromodelismo que preside “no tiene ánimo de lucro, sólo se pide una cuota de 5 euros”.

“Somos un grupo de amigos que compartimos una afición que es un deporte federado”, indicó el presidente del Club, quien explicó que como tal “tenemos nuestro seguro de responsabilidad civil, porque puede fallar cualquier cosa que no esté en nuestras manos evitarlo”.

“Es un deporte apasionante”, asegura Pérez, “vamos a competir a la península en torneos de muchas modalidades: helicópteros, acrobacias, maquetismo, vuelo circular...”, dice Pérez señalando a uno de los socios, Pedro, quien en ese momento está haciendo volar su aparato en esa última modalidad. “Eso no es nada fácil”, comenta el presidente del Club. En el vuelo circular, los modelos giran alrededor del piloto controlados por éste gracias a un juego de cables. Dentro de esta modalidad encontramos disciplinas del aeromodelismo tan diferentes como la acrobacia, las maquetas, las carreras, la velocidad y el combate. Todo un mundo. La categoría reina del aeromodelismo es, no obstante, la de radiocontrol.

Más sofisticado es el aparato de Carlos Rus, que ha elegido una nueva modalidad en la cual el piloto guía al aeromodelo por medio de vídeo inalámbrico. Las imágenes provenientes del avión son transmitidas en directo al piloto a través de gafas de realidad virtual o monitores. Rus enseña sus gafas, uno se las pone y cree que es ciencia ficción.

El Club de Aeromodelismo de Ceuta lleva funcionando más de veinte años. “Es una afición que se transmite muy bien de padres a hijos”, manifiesta Pérez, “como podrás imaginar, a los crios les encanta venir aquí con sus padres; y más al estar en el campo y así se saca a los niños de la play”.

No obstante, los socios reconocen que sus instalaciones “dejan mucho que desear” . Los aviones tienen siempre aterrizajes forzados por las condiciones de la desigual pista de tierra, que debería ser de asfalto, pero tampoco tienen un gran espacio vital. “Si volamos hacía allá nos metemos en la ciudad; para allí –dice señalando al sur–, entramos en Marruecos; y allí, van al mar, y si cae, ya no los recuperamos”, lamenta Paco Capote, quien explica que con una señal de 35 Mhz. se puede llegar a un radio de cinco kilómetros.
 

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