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OPINIÓN - MARTES, 30 DE JUNIO DE 2009

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Cuando la cosa está mala, la solución de los grandes genios de la política es sólo una, aumentar los impuestos. Unos impuestos que sólo aumentarán para los mismos de siempre, la clase media y baja. Y no hay más cera que la que arde.

Les comentaba, los otros días, lo que uno de los hombres más cultos e inteligente que he conocido en mi vida, Bigta Armenta, de que la desaparición de la clase media, llevaría a cualquier país a la ruina. Pues nada, no hay forma de que se enteren. No hay más sordo que el que no quiere oír, ni más ciego que el que no quiere ver, y mira que el asunto está de una claridad meridiana.

Los otros días, con el apoyo de IU, ese gran partido a nivel nacional, Llamazares y dos más, se iban a proponer unos impuestos, en los que se recogerían que pagasen los que más tienen, y donde dije digo, horas más tarde digo Diego, en cuanto apareció CIU y dijo, de eso nada de nada. Propuesta retirada y a otra cosa mariposa.

Por los impuestos, a la larga o a la corta, subirán se oponga quien quiera oponerse, porque es la única forma de parar le déficit. Cosa, por demás, que llevan a cabo todos los gobiernos unos más disimulados que otros pero, en definitiva, recurren al mismo sistema, para tratar de poner las cuentas en orden.

Todo esto, por sabido, no se le debería poner pega alguna. Lo que ocurre es que esa subida de impuestos siempre la pagan los mismos, la clase media y los que menos tienen. Una clase media, a la que, poco a poco, se le va acogotando y que puede llegar a desaparecer, lo que llevaría a la ruina al país que hiciese desparecer esa clase que es la que, en definitiva, sustenta y mantiene a un país.

La falta de la clase medida se nota en las repúblicas bananeras, donde sólo imperan los muy ricos, viven todos aquellos que rodean al dictador de turno, poniendo orden y concierto entre aquellos que puedan perjudicar al régimen y una legión impresionante de pobres de solemnidad. Y pobre de aquel pobre, valga la redundancia, que ose enfrentarse al poder.

Y es curioso que los dictadores de estas repúblicas bananeras, que viven en la opulencia, mantengan con la razón de la fuerza, no con la fuerzas de las razón el cuento, a todos los que están pasando hambre, la ilusión de una mañana mejor, mientras se ponen en las enormes colas, durante dos horas para coger un bollo de pan y un litro de leche. Que maravilla de paraísos que aún siguen manteniendo y haciéndoles creer a unos pocos, cada vez quedan menos, que esa forma de vivir es la autentica vida, donde todos somos iguales. ¡Anda ya ¡.

Aquel paraíso de la antigua URSS, la “mamá Rusia”,que le llamaban algunos, en la que todos eran iguales, pero que cuando el muro se vino abajo, sólo se encontraron las clases ricas, los que apoyaban al régimen, y una mayoría de alcohólicos y muertos de hambre pasando como zombis, sin ir a ninguna parte, porque no tienen donde ir, salvo a los túneles del metro a mitigar al hambre y el frío, mientas los mandas llevan buenos abrigos y comen los mejores manjares. Cuidemos a la clase media.
 

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