PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 30 DE JUNIO DE 2009

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Tasa de alcohol
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Se sigue implacablemente, por parte de los responsables de la circulación, el control del alcohol entre los conductores.

Es algo que, bien llevado, puede hacer disminuir en gran manera los accidentes en carretera y en ciudad, en la Península y en Ceuta.

Particularmente, es posible que por no ser bebedores, hemos dicho en más de una ocasión que la tolerancia cero en este asunto eliminaría un gran porcentaje de los percances que suelen darse más veces de las deseadas, en la vía pública.

Y es que, en muchas ocasiones, inconscientemente hay quien tras haber bebido una “copichuela” y después de esa otra, se pone al volante de su coche, al considerar que está en plenas facultades para poder circular sin peligro.

Para otro tipo de actividades sí que lo estaría, para conducir es un peligro, en potencia, y hay que atajar la conducción de personas en esas circunstancias, para evitar más de un accidente, en el que cualquiera, sin haber participado en esa “mini juerga”, se puede ver envuelto.

Veo que un conductor y su vehículo se empotró, hace unos días, entre dos coches que estaban aparcados en plena vía, pero en un lugar adecuado para ello, con lo que el que se empotró parece que por despiste, por correr más de la cuenta o por no dominar el volante de su coche, ocasionó el percance.

La hora no era de las que suelen tener mucha circulación, las 6 y media de la mañana, de un día cualquiera, una hora en la que el que está en la calle lo está por necesidad o por el placer de pasear, no por muchas otras razones, salvo porque hubiera trasnochado o por haber tenido que madrugar más de lo normal.

La Policía Local, que a esas horas, como a todas las demás, estaba de servicio, llevó al conductor a Comisaría.

El accidentado, que a su vez causó otros accidentes a vehículos estacionados, dijo a los agentes del orden que volvía de trabajar y fue entonces cuando no pudo hacerse con la recta marcha de su coche.

Algo muy raro y todavía más al insistir una vez más que a esas horas regresaba a su casa tras cumplir con su turno en el trabajo. Es su palabra.

La policía detectó claros síntomas de que este conductor había ingerido alcohol y la tasa que dio fue de 0,79. Es lo único que puede afirmarse con toda seguridad, fuera o no el motivo del golpe hasta empotrarse entre los otros dos coches que estaban perfectamente aparcados.

Naturalmente, el conductor del vehículo fue presentado, junto con el atestado, en Comisaría y a partir de aquí ya seguirá su curso la tramitación de lo sucedido y que a nadie debe agradar, pero muy especialmente a los dueños de los vehículos que estando bien aparcados, fuera por imprudencia, por exceso de velocidad o por lo que fuera, se han encontrado sin coche o con él para llevarlo al desguace.

A esa hora, al alba, si los elementos con los que se hacen las muestras del control de alcoholemia están en perfecto estado, nos parece raro que una persona pueda asegurar que viene de trabajar, exclusivamente, porque de ahí saldría sereno, salvo que en medio del camino hubiera un lugar abierto para “quitar la sed producida en el trabajo”. De lo contrario, no encaja que tras seis, siete u ocho horas en un trabajo normal se salga con una tasa así. Es lo que parece.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto