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					EL avance tecnológico ha traído nuevas formas de 
					comunicación a las que a menudo se tacha de impersonales. 
					Tal vez por ello surgió el fenómeno de las lan partys. Los 
					participantes de estos eventos, unos tres centenares estos 
					días en Ceuta, aprovechan la ocasión para aprender de los 
					otros usuarios rompiendo la fría barrera que supone 
					Internet.  
					 
					El pabellón Díaz Flor acoge la sexta edición de la Lan Party 
					ceutí, donde los participantes, inevitables quejas a parte 
					sobre el calor, coinciden en que la organización es muy 
					buena. 
					 
					Si bien algunos lamentan que la conexión de Internet no sea 
					muy rápida, lo cierto es que lo que importan en estos 
					eventos son las redes locales: conectar directamente un 
					ordenador con el de otras personas da la posibilidad de 
					alcanzar grandes velocidades de interconexión de las que es 
					imposible beneficiarse estando conectado a través de la red 
					de redes, explican. Gracias a esta gran velocidad se 
					consigue poder divertirse en partidas de multijugador 
					prácticamente en tiempo real, así como intercambiar archivos 
					de gran tamaño en pocos minutos o incluso segundos. 
					 
					Los vídeojuegos son uno de los grandes alicientes para 
					muchos de los participantes en estas fiestas del siglo XXI. 
					Así, se han organizándo sendos concursos en torno a los 
					reputados juegos del mundo virtual Counter strike y Call of 
					duty, en los que al ganador se le premiará con 2.000 y 1.000 
					euros, respectivamente. 
					 
					El tuning de ordenadores es otra de las llamativas 
					actividades de este fascinante mundo friqui, si bien en esta 
					edición de la Lan Party escasean los aficionados a convertir 
					su computadora en una obra de arte. Sobre el parqué del Díaz 
					Flor, casi en la mitad de las filas que albergan las CPU’s y 
					monitores, destaca la recreación de la pirámide del Museo 
					del Louvre. 
					 
					Respecto al poder de convocatoria fuera de Ceuta, los 
					aficionados foráneos alaban también la buena organización, 
					pero reconocen que no es un lugar asequible al bolsillo 
					debido a las altas tarifas que las compañías navieras 
					tienen, especialmente en verano, lo que, según explican, 
					“hace que nos lo pensemos mucho”, señala un joven malagueño, 
					pero al final la posibilidad de pasar unos días en un 
					ambiente festivo con todas las posibilidades que da una Lan 
					Party parece que tira mucho. 
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