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OPINIÓN - JUEVES, 9 DE JULIO DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Carlos Chocrón
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Cuando le digo dónde fuimos presentados, me mira con esa mirada de guasa que tiene toda la traza de ser gaditana. Aunque nunca, al menos que yo sepa, Carlos haya vivido en la Bahía Gaditana. Pero los aires de Cádiz suelen llegar hasta los chirlos mirlos. Y Ceuta, precisamente, está a tiro de piedra.

La guasa de Carlos Chocrón, que como digo se expresa en sus ojos, aparece cada vez que le recuerdo que nos presentaron el 19 de julio de 1982. A las dos de la tarde. En el Parador Hotel La Muralla. En una esquina de la barra de la cafetería convertida en tertulia, y que tenía por nombre ‘El Rincón’. Y en el colmo de mis alardes memorísticos, hasta me permito el lujo de acordarme de los demás contertulios que ese día peroraban con nosotros.

Cuando hablo de la guasa de Carlos, me estoy refiriendo a cierta gracia seria, en reposo, disfrazada de cinismo y un mucho de ironía, que diría Pedro Manuel Payán Sotomayor. Autor de ‘El Habla de Cádiz’. Gracia filtrada por la razón de la que echa mano Carlos para que yo deje de presumir de tener tan bien ordenada la alacena de la memoria.

No obstante, en cuanto paso a decirle que aquel día él iba vestido de dulce; es decir, atildado en su mejor acepción. Y que tenía tan buena facha que nos dejaba a todos huérfanos de las miradas femeninas, principia a crecerse y se pone en disposición de oír las cosas no como fueron sino como yo las recuerdo y se las cuento.

A Carlos Chocrón, en momentos así, o sea, cuando yo me pongo a relatar anécdotas exageradas y vividas en los años ochenta, la alegría le puede y consigo que alguien tan comedido se abra incluso para decirme lo mal que le caía el mucho atrevimiento con que yo me empleaba en aquellos tiempos.

En cambio, mi respuesta es seguir regalándole el oído. Y saco a relucir su sentido de la perfección. Porque, por si alguien no lo sabe aún, Chocrón es un perfeccionista. Lo cual, dicho sea de paso, resulta tarea tan imposible cual causante de desasosiego en quienes andan tras semejante consecución. Pero es tal su constancia que en bastantes ocasiones nuestro hombre roza el milagro.

Hay, sin embargo, una época de la que nunca hablamos. La del dolor llegado de improviso, a traición, y que hace que mi amigo deba pasar por todas las fases que ese enorme dolor impone. Aquí sí que las cosas no son como se recuerdan sino como fueron. De modo que a mí sólo me cabe destacar la importancia de Moisés, el hijo de Carlos y Alicia, cuya influencia ha sido vital para que ambos sigan en la brecha. Y la mejor demostración es el acontecimiento que hoy vamos a vivir en el Parque Marítimo del Mediterráneo.

En el Parque Marítimo del Mediterráneo se van a celebrar los sesenta años de vida que tiene la prestigiosa firma ‘Chocrón Joyeros’. Y el hecho será aprovechado para inaugurar oficialmente la nueva Boutique Ch-Ceuta. Lo cual ha despertado una gran expectación.

Creo que ha llegado ya la hora de que a Carlos Chocrón se le reconozca su obsesivo interés porque Ceuta sea muchas veces noticia agradable en toda la Península. Esta noche, en un marco incomparable, se verá nuevamente que su amor por esta tierra está basado en hechos y pocas palabras. De modo que la distinción debe aprobarse cuanto antes.
 

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