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ACTUALIDAD - JUEVES, 16 DE JULIO DE 2009


el detenido con la policía. reduan.

VIOLENCIA DE GÉNERO (HOMICIDIO)
 

Muere estrangulada una joven ceutí de 23 años a manos de su marido cerca de Sidi Embarek

Marvin Juárez, salvadoreño de 32 años, alertó a su hermano de Barcelona a las 10 de la mañana de sus intenciones y éste dio aviso a la policía pasadas las 15’00 horas
 

CEUTA
Antonio Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Marvin Juárez, salvadoreño de 32 años, ha sido detenido esta tarde en su domicilio poco después de haber acabado con la vida de su pareja, una joven ceutí de 23 años, Ekram Ch. A. quien, según los vecinos tenía pretensiones de romper con una relación ‘difícil’ pero nunca denunció las amenazas que le profería con cierta regularidad, como comentó una hermana de la víctima.

La Policía fue avisada de las intenciones del homicida por el propio hermano del agresor quien llamó a las autoridades alertando de lo que su propio hermano le dijo que iba a hacer, pero su aviso llegó pasadas las 15’00 horas... ya era tarde.

Ekram Ch.A. de 23 años y con dos hijas se ha convertido en la segunda víctima por violencia de género en Ceuta.

Su pareja, Marvin Juárez G., un salvadoreño con quien mantenía una relación ‘complicada’, según el testimonio de vecinos y familiares, la estranguló después de una nueva discusión a consecuencia de la intención de la joven de separarse definitivamente. Ya durante la mañana se oían voces. Algunos vecinos indicaban que los hechos podían haber sucedido durante esas horas. De hecho todo apunta a que Ekram encontró la muerte alrededor de las 11’30 horas de la mañana.

Avisó a su hermano de Barcelona

El caso es que el agresor había llamado a un hermano suyo residente en Barcelona a quien le contó la situación en que se encontraba su relación y, en un estado de evidente tensión, le dio explicaciones sobre sus macabras intenciones. “VOY A LLEVAR A MI HIJA CON MI SUEGRA Y VOY A MATAR A MI MIJER”. La llamada la hizo a las 10’00 horas. De hecho, aunque algunas horas más tarde, el hermano, residente en Barcelona logró contactar con el Cuerpo Nacional de Policía pasadas las 15’00 horas.

Desde ese momento varias patrullas se dirigieron, primero al domicilio de la suegra en el edificio La Reina donde se comprobó que estaba con las tres hijas y lueg con las llaves de la casa de la hija en la mano al número 2 de la calle Sargento Valle Almazán (una lateral a la mezquita de Sidi Embarek próxima a Juan Carlos I) y alertaron igualmente a los bomberos. Las llaven no ioban y tuvieron que romper la cancela y la puerta. Conocían la situación y la emergencia de la actuación debió contar, incluso, con una orden judicial para entrar por la fuerza en el domicilio, algo que realmente se consiguió cercanas las 16’00 horas.

La joven yacía en el suelo muerta, en posición de cúbito supino (boca arriba) y su pareja se había dado cortes en las muñecas hiriéndose con intenciones sucidas, pero cuando llegó la Policía la sangre que había manado de sus muñecas ya se encontraba coagulada.

El dramatismo fue absoluto cuando la familia, muy reconocida y querida en el barrio se percató de los acontecimientos. El padre de la joven Ekram de 60 años sufrió un desvanecimiento y tuvo que ser trasladado de urgencia al centro hospitalario en estado de schock postraumático (según el parte médico) para ser tratado con ansiolíticos debido a la fuerte conmoción.

Silencio y respeto

Mientras esto sucedía en el clínico, el calle Soldado Valle Almazán el silencio era la nota predominante entre vecinos, familiares y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que cumplían con su labor científica ante la presencia de la comisión judicial para certificar la muerte y proceder al levantamiento del cadáver, en tanto los agentes de la Brigada de Policía Judicial y de la científica del Cuerpo Nacional de Policía procedían a la toma de pruebas en el escenario del crimen. El furgón municipal del cementerio musulmán quedó dispuesto junto al portal de la vivienda de la malograda joven en espera de que conclueran los trabajos en el interior del domicilio.

Fuera vecinos y familiares cercanos no daban crédito. Llamaba la atención la aparente serenidad de uno de los hermanos de la víctima pese al sufrimiento en el gesto.

La madre de Ekram fue la última en salir del domicilio, destrozada y casi llevada envolandas por uno de sus hijos camino del tanatorio donde el forense le practicará la autopsia.
 


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