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					Asfalto, grupo que se cuenta entre los pioneros que pusieron 
					los cimientos del rock español a finales de los setenta y 
					durante los fascinantes ochenta, llega esta noche a la Sala 
					Café Club (01.00 horas) en una suerte de gira que ha podido 
					propiciar Internet, según asegura su miembro fundador Julio 
					Castejón, quien sabe que desde que la banda se disolvió en 
					1995 el negocio discográfico ha sufrido una revolución que 
					puede ser para bien, pese a la tan comentada crisis del 
					sector. Cambiando la etiqueta de rock urbano que siempre ha 
					acompañado a la banda por la de “grupo muy poco dogmático”, 
					Castejón promete que “alguien que no nos haya visto nunca, 
					no se va a creer que haya una banda que toque y cante como 
					nosotros”. Pregunta.- Después de 
					tantos años sin girar como Asfalto, ¿cómo están resultando 
					los conciertos? 
					 
					Respuesta.- De las últimas formaciones del grupo sólo quedo 
					yo, que he pasado por todas las épocas de la banda. Hace dos 
					años comencé a poner en marcha de nuevo a Asfalto, pero con 
					músicos nuevos, gente que está en su plenitud de madurez y 
					con una trayectoria de prestigio. En la gira estamos 
					presentando Utopía, que es el disco en el que hemos 
					sustentado nuestro regreso. Somos una banda de rock 
					progresivo, muy elaborado, pero, por supuesto, el concierto 
					te lleva a recordar la historia del grupo. Ponemos en 
					directo los temas más significativos de la banda. El público 
					se va a encontrar un grupo, francamente, de mucha calidad. 
					 
					P.- El sonido de la nueva formación de Asfalto ¿es muy 
					diferente al de los años ochenta? 
					 
					R.- Cuando realizamos algunos temas del repertorio hemos 
					sido muy respetuosos con aquello que daba a la banda un 
					toque muy personal, pero sí es cierto que hoy en día los 
					instrumentos suenan mejor. Los teclados, por ejemplo, son 
					maravillosos... Aún así, no hay nada que atente contra la 
					personalidad que identifica a Asfalto. 
					 
					P.- Siempre se asocia a Asfalto con el nacimiento del rock 
					urbano. ¿Tienes la misma percepción? 
					 
					R.- Siempre se dijo que nosotros éramos el paradigma del 
					rock urbano, pero yo no sé quién se inventó esta etiqueta, 
					porque nuestros discos nunca hablaron exclusivamente de la 
					cultura de la calle. Son textos que tratan de tocar los 
					aspectos humanísticos del individuo. Probablemente sea ese 
					afán de etiquetarlo todo. Siempre hay que poner una etiqueta 
					para que la gente lo identifique.  
					 
					P.- ¿Cómo fueron los años con la discográfica Chapa y el 
					nacimiento de un rock propiamente español? 
					 
					R.- Fueron unos años muy bonitos. Los años de la transición 
					fueron apasionantes, porque por primera vez los jóvenes 
					empezábamos a tocar la libertad. Podíamos hacer lo que 
					quisiéramos y manifestar lo que pensábamos, algo que a la 
					generación de nuestro padres les estuvo prohibido. Por otra 
					parte, nosotros pensábamos que la música, al igual que el 
					arte, tenía que ir transformando la cultura oficial que 
					había habido. Anteriormente estaban los cantautores 
					protesta, que como mucho era un músico con una guitarra. Los 
					grupos también teníamos ese sentido contestatario, pero era 
					una forma de hacer música que encontraba parangón en las 
					grandes bandas anglosajonas de la música popular, desde los 
					Beatles a los grupos de rock progresivo. En definitiva, lo 
					que pretendíamos era hacer rock en español para que la gente 
					entendiera lo que queríamos hacer. Fue también una travesía 
					por el desierto, poque la ilusión y las ganas se imponían a 
					la falta de una estructura y de medios, porque por no haber 
					no había ni compañías discográficas. Fue duro, pero una 
					época fantástica donde había gente ávida por escucharnos y 
					que acudían a nuestros conciertos fueran donde fuesen y que, 
					seguramente, acudían porque el rock estaba unido a la 
					libertad. 
					 
					P.- En aquella época, ¿fue Asfalto el enlace entre los 
					grupos pop de la Movida y la eclosión heavy que comandó 
					Barón Rojo? 
					 
					R.- Estábamos en tierra de nadie. Asfalto podía ser un 
					perfecto grupo de pop y en otros momentos una banda de rock 
					progresivo que utilizaba texturas, teclados y música 
					conceptual. En otros momentos sacábamos poderosos riffs que 
					tenían la fuerza de una banda de hard rock. Somos un grupo 
					muy poco dogmático. A nosotros nos vale cualquier cosa que 
					sirva para contar una historia. 
					 
					P.- ¿Crees que Asfalto está poco valorado en la historia del 
					rock español en comparación a la fama que alcanzó Barón 
					Rojo? 
					 
					R.- Evidentemente, no fuimos un grupo que alcanzamos grandes 
					cotas de popularidad. Hay mucha gente que no se acercó a 
					nuestra música, pero eso es tiempo pasado y no merece la 
					pena reivindicar nada. Hay que seguir la vida y que cada uno 
					haga lo que cree que hay que hacer y que lo haga 
					honestamente. Creo que es un rasgo que nos define; y que 
					luego la gente determine si Asfalto tiene un hueco entre sus 
					preferencias o no. Yo te puedo asegurar que hay muchos miles 
					de ánonimos que compran los discos de Asfalto y que van a 
					nuestros conciertos y que son gente especial. 
					 
					P.- Desde 1995, fecha en la que se disolvió el grupo, hasta 
					ahora la industria musical está irreconocible con la 
					irrupción de las nuevas tecnologías que han cambiado la 
					forma de escuchar música. ¿Encontráis más difícil ahora el 
					negocio que cuando lo dejásteis?  
					 
					R.- Obviamente, Internet ha marcado mucho, no sólo la 
					música, sino todo. Hay una configuración nueva en la 
					distribución musical y la difusión. Internet seguramente ha 
					sido la causa de que un grupo como nosotros haya vuelto a la 
					carretera, que haya vuelto a convocar a la gente. Las 
					posibilidades que ha dado la red son maravillosas. Antes 
					poníamos la radio para ver si cazábamos una emisora con 
					buena música, porque en la mayoría de los casos las 
					radiofórmulas ya sabemos a lo que van y a quién van 
					dirigidas. Internet está ahí y nosotros somos un grupo 
					recuperado con esta magnífica herramienta. Ahora no creo que 
					ningún grupo nacional no piense que los discos son una 
					herramienta para hacer conciertos. 
					 
					P.- ¿Alguna sorpresa para el concierto? 
					 
					R.- Hay una parte dedicada a lo último que hemos grabado, 
					pero el grueso está dedicado a revisar la memoria del grupo. 
					¿La sorpresa? La sorpresa se la va a llevar alguien que no 
					nos haya visto nunca, no se lo van a creer que haya un grupo 
					que toque y que cante como nosotros.    |