El actual presidente de la Federación de Asociaciones de
Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta, Jorge Guerrero,
cumple un año y ocho meses al frente de la entidad tras su
anterior experiencia como secretario. Jorge Guerrero apuesta
por aumentar y equiparar en algunos casos la representación
de los padres en los consejos de centro con la de los
profesores. Invita a los padres ceutíes a reengancharse en
el movimiento asociativo y advierte a quienes dejan de lado
su papel en la educación de sus hijos: “Luego no valdrá
arrepentirse por las consecuencias”.
La FAMPA trabaja en un decálogo de propuestas para mejorar
la educación entre las que esta solicitar la gratuidad
universal para los libros.
Pregunta.- Hace más de un año y medio que está al frente
de la nueva junta directiva de la FAMPA ¿Qué valoración hace
de todo este tiempo de trabajo?
Respuesta.- Lo primero que hay que decir es que a todos nos
hubiera gustado tener más tiempo para dedicar a la
federación. Ahora ha coincidido una época donde todos hemos
tenido bastantes obligaciones laborales y llevar todo para
adelante es bastante complicado. El primer año partíamos con
la premisa de ir manteniendo lo que ya estaba en marcha e ir
poco a poco introduciendo novedades. Un segundo objetivo que
teníamos era controlar el gasto al máximo. Tanto una cosa
como otra han ido bastante bien. Otra de las metas era
lograr aumentar la participación de los padres en las APA,
algo que también hemos conseguido y cuya muestra más clara
es que por primera vez la Junta Directiva está completa y
con representación de casi todos los centros de Ceuta.
P.- ¿Algo se habrá quedado fuera de los objetivos marcados?
R.- Bueno, nos planteamos empezar con actividades nuevas y
es algo que aún no hemos hecho. Las que están se van a
mantener. Nuestro objetivo es cambiar la filosofía, no ir
tanto directamente a los niños si no a las asociaciones de
padres y que ellas, de forma autónoma, sean quienes
organicen. Eso todavía está en vías de hacerse.
P.- ¿Cuál es la implicación que están teniendo las distintas
asociaciones de padres en el proyecto común de la FAMPA?
R.- Hay asociaciones de padres que están funcionando muy
bien. Eso sí, hemos notado que la decisión de sacar los
primeros años de secundaria de los colegios ha perjudicado
bastante al movimiento asociativo. Eso acorta el tiempo que
un padre tiene a su hijo en el colegio. Todo influye porque
normalmente un padre de alumno no empieza desde el primer
año en el movimiento asociativo sino que va entrando poco a
poco y siempre a partir del segundo o tercero. Entonces ya
te quedan tres años hábiles. Lo más grave es que las
asociaciones de padres de secundaria están desapareciendo.
Aquí prácticamente no funciona ninguna de ellas.
P.- ¿Y en los propios centros?
R.- En los consejos escolares de centro los padres no tienen
apenas representación por lo que pueden sacar muy pocas
iniciativas por sí mismos adelante. Eso desmotiva también un
poquito. Entonces se suman una serie de factores que hacen
que sea difícil consolidar el movimiento asociativo.
P.- ¿Qué pueden aportar los padres, dentro de la APA, al
funcionamiento de los centros?
R.- Fundamentalmente los padres siempre se han implicado
mucho en las actividades extraescolares. Desde organizar
actividades deportivas hasta colaborar en la organización de
eventos. Hay centros que tienen un sinfín de actividades en
horario de tarde organizadas íntegramente por las APA. Esta
es una ayuda que no se debe desdeñar porque los centros
tienen recursos limitados.
P.- ¿Cómo se puede reenganchar a los padres en el movimiento
asociativo?
R.- La implicación de los padres ha perdido bastante fuerza
con los últimos cambios sociales. Hay que buscar formas de
motivar a los padres para que salgan de casa. Que no sea
todo trabajar y luego cuando se llega a casa, estar viendo
la tele. Ceuta por la importante cantidad de funcionarios
que hay y que se supone que tienen turnos de trabajo más
livianos debería ser puntera en cuanto a la participación
paterna en APA. No lo somos por lo que es algo sobre lo que
hay que reflexionar.
P.- ¿Qué significa para FAMPA Ceuta que la ciudad vaya a
acoger en octubre una reunión de la Junta Directiva Nacional
de CEAPA?
R.- Nos da mucha satisfacción por lo que significa, que se
nos reconozca fuera de Ceuta. Creo que de hecho se nos
reconoce más en el exterior que dentro de esta tierra. A
nosotros nos consultan mucho de fuera sobre temas de
inmigración, interculturalidad e integración. Cuando la
gente ha venido a Ceuta a jornadas y congresos organizados
por la FAMPA han salido muy contentos de la experiencia y de
ver cómo funcionamos aquí. Para nosotros que esta junta se
celebre en la ciudad es un logro importante, sobre todo
porque normalmente estos actos no suelen salir de Madrid.
P.- ¿Cómo se ve Ceuta y su panormaa educativo desde fuera?
R.- Hay cosas que sorprenden muchísimo fuera. Cuando les
decimos que tenemos problemas de escolarización no se lo
creen. Eso es algo que está más que superado allí. Al revés,
en los centros de las distintas comunidades quedan cada vez
más plazas libres. El que tengamos aulas con una ratio tan
elevada es algo que no llegan a entender. También les
sorprende la convivencia armónica que hay en nuestras aulas,
a pesar de la variedad cultural y religiosa.
P.- Problemáticas relacionadas con el entorno escolar muy
acusadas en los centros de la Península apenas acontecen
aquí. No hay casos de bandas juveniles, ni casi de acoso
escolar ni de venta de drogas. ¿Eso tranquiliza a los padres
a la hora de enviar a sus hijos a clase?
R.- Nos tranquiliza mucho saber que a pesar de que tengamos
nuestros problemas y nuestras luchas diarias en materia de
educación, podíamos estar infinitamente peor. La verdad es
que podemos estar tranquilos porque no hay problemas de
seguridad en las aulas y los ‘trapicheos’ de drogas no
existen prácticamente gracias a la labor de los cuerpos de
seguridad.
P.- Como padre, ¿qué valoración hace de las charlas del Plan
Director para la Convivencia y la Seguridad Escolar?
R.- Muy positiva. De hecho la primera charla que se dio del
plan tuvo lugar en las jornadas de la federación que
organizó la anterior junta directiva. Las charlas eran una
maravilla. Fueron el germen de las charlas que se han ido
impartiendo en el último curso en los centros.
P.- ¿Cree que el mensaje de estas charlas, impartidas por
agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, calan en
el alumno?
R.- Hasta donde yo sé, sí. Al principio puede que los
menores sean reticentes pero nos han llegado comentarios de
los padres sobre el interés mostrado por sus hijos. Este
feedback es una clara muestra. Además, estas charlas las han
dado también para las asociaciones de padres y profesores,
que las han solicitado con lo cual se consigue llegar a un
espectro más amplio de la sociedad.
P.- ¿Cómo sobrellevan los padres el problema de la elevada
ratio de alumnos presentes en las aulas en determinados
niveles?
R.- Los padres en el fondo no somos demasiado conscientes de
esta problemática puesto que no estamos en la clase cada
día. Quizá quien peor lo pueda llevar son los profesores e
indirectamente los alumnos se ven afectados también. La
ratio es un problema muy grande porque si queremos una
educación con un trato más individualizado sin dejar a nadie
atrás hace falta reducir la cantidad de niños y niñas por
aula. Además es un problema que estamos creando para mañana
porque la ratio se está incrementando en los niveles más
bajos y es un problema que se mantendrá a lo largo del ciclo
escolar de los niños, a no ser que en mitad del mismo se
abra un nuevo centro. El problema hay que arreglarlo en la
primera etapa porque luego dividir a ciertas edades no
gusta. Se necesitan centros y se necesitan ya. Sabemos que
se está trabajando pero la velocidad a la que se está
desarrollando no es la que nosotros deseamos.
P.- ¿Hay alguna zona más saturada de población estudiantil
que otra donde haya una necesidad acuciante de nuevos
centros?
R.- Aquellas zonas en las cuales se ha desarrollado un
urbanismo bastante importante que además por no ser las
viviendas excesivamente caras se han poblado de gente joven.
Un claro ejemplo es Parque Ceuta. Toda aquella zona ha sido
este año la que más problemas ha dado. Esa sería una
barriada prioritaria para la construcción de nuevos centros.
Luego, si en Loma Colmenar se van a construir viviendas
alrededor del hospital hay que levantar centros también. Y
en el centro, como continúa construyéndose pues las
necesidades siguen existiendo.
P.- ¿Están dejando de lado los padres su labor educadora de
sus hijos en favor de la televisión o de los amigos debido a
la alta carga de trabajo diario que soportan?
R.- Hemos pasado a una cultura en la que se busca el bien
propio del individuo. Una cultura en la que tras volver del
trabajo el padre sólo quiere descansar y ocupar su tiempo en
el ocio. Se nos olvida que el principal papel educador es el
de la familia. Ahí evidentemente hay un fallo muy grande.
Nosotros no podemos soltar a los niños en el colegio para
que lo aprendan todo allí porque entonces se perdería la
transmisión de valores que ha ido perpetuándose
familiarmente de generación en generación. Ahora está
apareciendo ese problema que tanto se comenta como es la
falta de valores entre los jóvenes. Entonces, si desviamos
nuestro papel hacia esos agentes luego no podemos quejarnos
de las consecuencias que serán demoledoras.
P.- ¿Qué poso ha dejado entre los padres ceutíes Educación
para la Ciudadanía (EpC) en su primer año en los centros?
R.- No nos ha llegado ningún tipo de queja, ni tampoco
ninguna alabanza. El único problema que le veía es que como
una asignatura cuya misión es la transmisión de valores
puede ser subjetivizada dependiendo del profesor que la
imparta.
P.- ¿Qué espera la FAMPA del Foro de la Educación de Ceuta
que empezará a funcionar el próximo curso?
R.- La idea y el desarrollo que tiene por escrito en los
borradores el foro es interesante pero luego todo
dependenderá del grado de cumplimiento que se dé a las
resoluciones o dictámenes que emanen de este órgano. Si lo
que vamos a hacer es hablar y no llegar a ningún sitio, para
nosotros los padres será una pérdida de tiempo y la verdad
es que no tenemos mucho para malgastarlo. Nuestra idea es
que el foro es un marco ideal para abordar la problemática
del fracaso escolar.
P.- ¿La FAMPA está trabajando en alguna propuesta de futuro
para mejorar la educación en Ceuta?
R.- Estamos elaborando un decálogo de ideas. Una de ellas
sería la gratuidad de los libros de texto. Nuestra propuesta
es que las becas se aumenten de cuantía y se dejen para
quien realmente las necesite y que los libros se suministren
gratuitamente ya en los centros. Así ganaríamos todos.
P.- ¿Qué opinión tiene del actual concierto de becas entre
la Ciudad y el Ministerio de Educación?
R.- Los esfuerzos que ambas administraciones están haciendo
están muy bien pero a nadie se le escapa que en el caso de
las becas de Primaria, éstas llegan tras haber comenzado el
curso. No hay día que no recibamos quejas sobre las becas en
la FAMPA. Esto es tan fácil como que si las becas tienen
como objetivo sufragar los gastos de escolarización de los
alumnos, deberían entregarse antes del comienzo de curso.
Sería lo lógico. No es normal que los libros de los exijan
el 10 de septiembre y la beca no te llegue hasta noviembre.
Cierto es que el dinero revierte a las familias, pero hay
muchos que no tienen posibilidades para hacer un gasto y
dependen de las becas. La gratuidad universal para los
libros de testo existe ya en Andalucía desde hace tiempo,
por ejemplo.
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