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sucesos - SÁBADO, 15 DE AGOSTO DE 2009


la cárcel de Los Rosales. fidel raso.

fuego
 

Evacuan a Sevilla a un interno de
Los Rosales con el 65% de su cuerpo quemado tras incendiar su celda

El preso marroquí estaba imputado por tentativa de homicidio acusado de arrojar
a un travestido por la ventana hace un
año e iba a ser juzgado próximamente
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Un interno de 22 años de la cárcel de Los Rosales prendió fuego al colchón de su celda cerca de las 21.00 horas del pasado jueves. Los funcionarios de prisiones acudieron al rescate del joven, sacándolo de la habitación con más del 60 por ciento de su cuerpo con quemaduras de primer y segundo grado. Según el primer diagnóstico médico y la información manejada por el centro penitenciario, la vida del ciudadano marroquí no corre peligro, aunque permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con un pronóstico “estable” dentro de la gravedad.

Según las primeras informaciones, la vida del interno no corre peligro, aunque su situación es de gravedad, ya que tiene el 65 por ciento de su cuerpo con quemaduras de primer y segundo grado. El informe médico remitido a las 15.00 horas de ayer informaba de que el joven estaba “entubado, sedado, con respiración artificial y estable”.

Los hechos se produjeron en el módulo número 2 de la cárcel de Los Rosales, el específico para menores (personas de entre 18 y 25 años, salvo casos específicos). A las 21.00 horas, M.A. prendió fuego al colchón de su celda, en la que vivía solo. Los compañeros alertaron a los funcionarios de prisiones cuando notaron el olor a quemado, dando golpes en las puertas de las celdas y gritando, según informaron trabajadores del centro penitenciario. A continuación, varios funcionarios entraron al cuarto y sacaron a la víctima, que estaba agazapado tras el colchón. Inmediatamente fue trasladado a la enfermería de la cárcel y se requirió la presencia de los servicios médicos del hospital del Ingesa. A continuación, debido al estado que presentaba el enfermo, se decidió trasladarlo al hospital sevillano de Virgen del Rocío, especialista en tratamiento de quemaduras graves. Allí le hicieron las primeras intervenciones, para luego pasarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde permanece actualmente.

Desde la prisión informaron que el interno no cumplía ni estaba en ningún régimen especial y que vivía solo en su celda a petición propia, gracias a que había habitaciones libres. Fue ingresado en la cárcel en septiembre, pocos días después de que arrojara a una persona de condición travesti desde la ventana de una casa, un acto que a punto estuvo de matar a éste último. Por este hecho, estaba acusado de tentativa de homicidio y atentado.

Funcionarios de prisiones aseguraron que M.A. llevaba casi un año dentro de la cárcel en situación preventiva y que dentro de poco estaba previsto que se celebrara un juicio contra él, una de las razones por las cuales se cree que prendió fuego a la habitación. Este ciudadano era de procedencia marroquí, aunque va a ser juzgado por las leyes españolas al haber cometido el presunto delito en territorio ceutí.

Según los funcionarios de prisiones, la vida de este joven de 22 años era normal y no tomaba ningún tipo de medicación ni estaba en tratamiento psiquiátrico.

En la cárcel ceutí hay cuatro módulos diferentes. El primero, destinado a mayores; el segundo, para jóvenes, en donde actualmente conviven unas 20 personas; un tercero de mujeres; y un cuarto, el celular, habitado por trabajadores de la prisión.
 


Se sospecha que el preso quisiera llamar la atención y no suicidarse

Trabajadores del centro penitenciario de Los Rosales creen que la medida del joven se debe más a un acto para “llamar la atención” que a un verdadero interés por quitarse la vida. “Muchas veces, este tipo de tropelías se cometen para llamar la atención e intentar sorprender al juez que instruye la causa. Quieren demostrar que están en desacuerdo con su situación de imputados y reivindican su inocencia”, comentaron. Aún así, no se descarta que el joven marroquí intentara quitarse la vida, ante la proximidad del juicio. “Normalmente suelen utilizar otros métodos para autolesionarse y el de prender fuego a la celda no suele ser el más habitual, quizá no supiera ni el riesgo que corría”. Sus vecinos de módulo fueron los que alertaron a los funcionarios de prisiones.
 

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