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OPINIÓN - SÁBADO, 15 DE AGOSTO DE 2009

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Latinoamérica está más dividida que una tarta en casa de un pobre, con familia numerosa, el día del cumpleaños de su hijo. En el supuesto, que es mucho suponer, que haya para comprar una tarta aunque sea de pequeño tamaño. Tarta que de forma gigante que no faltará en el cumpleaños del hijo de alguno de los dictadores de las República bananeras.

Esos lugares auténticos paraísos donde los pobres viven de las innumerables promesas de un mundo mejor, donde todos los habitantes de estas Repúblicas bananeras serán iguales. Pero todo queda en eso, en escuchar cada día las mismas promesas que nunca llegan porque, en estos lugares, el pobre será cada día más pobres, y los ricos serán cada día más ricos. Sobre todo aquellos que rodean y apoyan, con todas sus fuerzas, al dictador de turno.

Latinoamérica ha sido, quizás por su forma de ser y su carácter, un foco de golpistas que han conseguido hacerse con el poder, apoyado en las falsas promesas de que todo es del pueblo y para el pueblo. Un pueblo que, ante esas promesas de un mañana mejor, apoyan a estos golpistas, dictadores de medio pelo, que en cuanto consiguen llegar al poder se olvidan de ese pueblo.

Hay dictadores de estas Repúblicas bananeras, que en un alarde de facultades y de poder no sabes, si viendo sus actuaciones ya donde quieren llegar, te lo tomas en serio o a cachondeo.

Uno de estos dictadores que ha impuesto su ley, no sólo en su país sino en todos aquellos países que le acompañan en sus ambiciones de grandeza, comprados por el dinero del petróleo, no ha tardado mucho tiempo en mostrar sus cartas. Unas cartas en las que de un plumazo ha terminado con la libertad de expresión, cerrando cuantos medios de comunicación, no querían formar parte de un juego qué veremos a ver a dónde le lleva su ambición de poder. Una ambición desmedida que en la que se puede hundir y hundir a todos sus compañeros de viaje.

Ha aumentado considerablemente todo su poder bélico y el de sus seguidores, creando un ejército con el que se considera capaz de hacer frete a cualquier ejército del mundo, incluido el poderoso ejercito americano.

Sueños y delirios de grandeza que le pueden llevar a darse un enrome batacazo, pues un estornudo del ejercito americano le bastaría para que este fantasma dejara de serlo.

Sus palabras en la Cumbre de Unasur, sobre el acuerdo entre Colombia y EE. UU, no dejan de lugar a dudas. Ha comparado la vivida en Panamá en l989, cuando los americanos derrocaron al presidente Noriega y se hicieron con el control del canal, añadiendo “Este plan me lo quieren aplicar. la Venezuela de hoy no es el Panamá de 1989 ni la América Latina de hoy es la de 1989, cuando ellos hacían lo que les daba la gana en este continente”.

Finalmente advirtió a sus colegas que: ”vientos fe guerra empiezan a soplar en la región”. Parece como si quisiera buscar una confrontación, para entretener el ejército que ha creado no vaya a ser que en este ejército, al estar sin nada que hacer, le salga alguien con ansias de poder y le pueda dar un golpe de Estado, acabando con sus sueños de grandeza.
 

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