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OPINIÓN - SÁBADO, 22 DE AGOSTO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Luna de Ramadán

Por Abdelmalik Mohamed


La llegada del mes de Ramadán siempre se ha simbolizado con el haz de luna nueva, una figura de la luna que marca el inicio de un nuevo mes, cosa que la naturaleza dispone con el trazo del arco hacia nuestra derecha, algo que parece no han entendido quienes han concedido premio al cartel ganador, pues tanto el/la artífice de tan infantil “error” como quienes le han otorgado premio contradicen claramente la voluntad de la naturaleza ya que lo han dibujado al revés, en fase de menguante a nueva, es decir, el haz dibujado más bien señala término, final de mes, final de Ramadán, no inicio, como es el caso.

Puede entenderse que tanto ganador/a como jurado desconozcan cosas relativas al Islam, pero lo que no acepta la razón menos exigente es que desconozcan las fases de la luna y sus significados prácticos.

Las sociedades modernas y avanzadas se definen como tales cuando hacen muestra de capacidad para mejorar su entorno, así como por su capacidad para tejer entramados sociales basados en el respeto recíproco y la afectividad. Es lo que, en definitiva, distingue a una sociedades de otras.

Cuenta Juan Goytisolo que en una de sus charlas sobre culturas y su capacidad y voluntad de conocerse mutuamente que, estando en Granada, dando una conferencia sobre identidades culturales en Marruecos, alguien le espetó que había vivido 20 años en Marruecos, pero que no había conseguido establecer cauces de comunicación provechosos, así como que le había resultado muy difícil comprender la mentalidad de sus vecinos, dándole a su afirmación un toque de desesperanza al respecto.

Goytisolo preguntó al hombre: ¿Sabe Vd decir en árabe “Buenos días”?, a lo que el hombre contestó “No”, y a lo que Goytisolo añadió: La respuesta a su fracaso la tiene Vd, pues es evidente que no hizo lo suficiente para comprender su entorno, máxime si tenemos en cuenta lo que entraña decir “Buenos días”, pues, además de establecer un puente de conciliación en los albores del día, también ayuda a construir y mejorar nuestro entorno más inmediato.

Algo parecido pasa con el cartel del Ramadán. Tantos años cerca unos de otros, con unos sabiendo decir Buenos días tanto en español como en árabe y con tantos otros sabiéndolo decir tan solo en castellano, no sorprende que se hagan carteles como el que ha ganado el certamen del Ramadán.

Habrá que aprender a decir buenos días en árabe, así como Ramadán Karim.

Igual ponemos cimientos a nuevos puentes. Nunca es tarde si la dicha es buena.
 

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