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sociedad - LUNES, 24 DE AGOSTO DE 2009


momento de la celebracion. fidel raso.

festividad
 

El Dios Ganesh renace entre cánticos y alabanzas de la comunidad hindú

La esfinge, llegada desde el Estado de
Maharashtra, en La India, bendice a los ceutíes y se apodera de los males que serán sumergidos junto a la deidad en las profundidas marinas
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cánticos y mantras rememoraron ayer el nacimiento del Dios Ganesh, cabeza de elefante, quien con su presencia bendijo al pueblo ceutí con sabiduría, prosperidad y buena fortuna. Frutos secos y velas veneraron la figura de la esfinge llegada desde La India y que esta tarde regresará a las profundidades marinas llevándose consigo los males y obstáculos de la comunidad hindú a las aguas del Atlántico. Los rezos continuarán durante la jornada, a los que asistirán varias autoridades de la Ciudad para luego salir en procesión hasta el Muelle de España donde la deidad será trasladada hasta la orilla del monte Hacho.

Llegado desde La India, los hindúes celebraron el nacimiento del Dios Ganesh, hijo de Shiva, destructor del mal, y la diosa Parvati.

Esta festividad del Dios Ganesh, conocido también como Vinayaka Chaturthi, estuvo marcada por los cánticos y mantras (alabanzas y sacramentos en sánscrito) de los hindúes para dar vida a la figura de la esfinge y “al convertirse en una persona más entre nosotros, no hay que abandonarla ni dejarla sola en ningún momento”, explicó una asistente a la ceremonia. La misión por la que cobra vida esta deidad es llevarse todos los males de la ciudad autónoma y sus comunidades, bendiciendo a todos los feligreses con su sabiduría, prosperidad y buena fortuna. Aunque antes de que esta tarde regrese a las profundidades marinas del Atlántico, los rituales hindis se encargarán de pedir su regreso para el año próximo.

Según la promesas y devociones de cada hindú, el ‘Ganesh Chaturthi’ se celebra con una continuidad de uno a cinco años pero siempre manteniendo el mismo ritual. “Primero el stapna, que significa colocar a la deidad en un lugar donde no se va a mover. Luego se prepara el altar, en el que se acompaña a la deidad de otras figuras del panteón hindú. Y para finalizar, se colocan las ofrendas, como las frutas, las velas, el incienso o los frutos secos”, puntuó una participante.

Dos cánticos fueron los que hicieron renacer a la deidad: Ganapati Stotra y Ganapati Atartavashish. Ganapati es un dios destructor de problemas y remueve todos los obstáculos eliminando los daños, por ello se recitan sus alabanzas para destruir el dolor. Los nueve dátiles, que representaron a los planetas, y sustancias como el arroz, el agua, las flores, el aceite y la leche, fueron arrojados a la familia Mirchandadi al ser los responsables del traslado de la figura del elefante desde la ciudad de Pune, en el Estado de Maharastra, en La India.

La presencia de la luz a través del ‘arti’ tampoco pasó desapercibida ya que a través de este ritual todos los hindúes veneraron a la esfinge con las velas acompañados de cánticos. Los rezos acompañaron a Ganesh durante toda la jornada aunque será esta tarde cuando regrese al descanso en las aguas ceutíes siendo trasladado en procesión desde el Paseo del Revellín hasta el Muelle de España donde embarcará para peregrinar hasta el monte Hacho y aledaños de playa Benítez, donde cerrará los ojos y descansará hasta su próximo cumpleaños. Esta costumbre fue implantada en 1893 gracias a la labor realizada por el reformador social Lokmania Tilak, indio nacionalista que luchó por la libertad y convirtió este evento en un acto público para resaltar la importancia cultural de esta deidad. Antes de ser trasladado, la consejera de Cultura, Mabel Deu, así como el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, visitarán el templo improvisado.

Calendario lunar

La festividad del Dios Ganesh suele tener lugar entre los meses de agosto y septiembre ya que la comunidad hindú se rige por el calendario lunar y dura entre los tres y los once días dependiendo del lugar del mundo donde se celebre siendo conocido este tiro en toda La India. El último día de ofrecimiento a esta deidad suele denominarse ‘ananta chaturdashi’ ya que los hindúes suelen aplicar un término específico para cada fecha y este en concreto, es el previo a la noche de luna llena.

Un Dios goloso

Elementos como el coco, el trébol rojo y el sándalo resaltaron esta celebración donde la elaboración de dos dulces típicos se tradujeron en ofrendas al supremo; el modak, bolas de harina y arroz rellenas de trigo, coco y frutos secos, y el karanji, similar al anterior pero con silueta semicircular.

Y es que los dulces, en la religión hindú siempre adquieren una gran importancia en el apetito de sus dioses. “Ganapati es goloso y se le ofrecen los pasteles que siempre le gustan”, apostilló una hindú.
 

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