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OPINIÓN - LUNES, 24 DE AGOSTO DE 2009

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

“¿Cómo afecta a tu vida el ciclo hormonal?”
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Efectivamente. Esta es la trascendental cuestión que plantea, como concurso-pregunta para el próximo mes una de esas glamourosas publicaciones femeninas que adquiero periódicamente para “desconectar” y oxigenarme un poco. Y no se crean que preguntan por preguntar, sino que, la respuesta más ingeniosa y políticamente correcta será premiada, nada más y nada menos que con “Una cafetera Lattísima, de Nespresso fabricada en colaboración con De´Longhi” ya saben uno de esos maravillosos inventos tecnológicos a los que, los cristianos esenios, por nuestra austeridad, no podemos acceder ¿Qué dicen con bocas de lumiascas en huelga de toallitas íntimas? ¿Qué camuflo mi tiesez y el hecho de que, mi chiquitillo, el que va para Escuela Judicial es el único sensato de la familia y se ocupa de las escasas finanzas me desollaría antes de dejar que me comprara la “Lattítísima de Nespresso,? Es verdad. Mi futuro juez Calatayud dice que me haga el café de pucherete. Y no atiende al hecho innegable de que puedo estar en un momento “delicado” de mi ciclo hormonal. ¿Y esos no son torturas y tratos vejatorios inhumanos o degradantes, expresamente prohibidos por la Constitución?.

¡Hagan el favor de cesar de inmediato el concierto de groseras carcajadotas con el que premian mi referencia al sacrosanto, perdón, laicosanto, texto constitucional! ¡Les entre a ustedes tendinitis por cada corte de manga con el que salpimentan sus vulgares risotadas! Pero tienen razón, para que nos vamos a engañar, las féminas “madurescentes” a quienes nos jodieron la adolescencia con las toneladas de moralidad y escasez de conocimiento que caracterizó nuestra época, las que no nos conformamos con no vivir lo que teníamos derecho a vivir, un mayo del 68, revueltas estudiantiles, “la imaginación al poder”, el resplandor hippie, Mary Quant y el feminismo europeo de los sesenta y los setenta, nosotras, las universitarias de los setenta, no solíamos reparar en ciclos hormonales. Había otras cosas en las que ocuparse.

Y ahora nos ocupamos-preocupamos según nos haya puteado la vida. Las privilegiadas, las que han enganchado a un buen compañero y lo han conservado, las que han triunfado y viven “agustamente”, esas “tienen tiempo” para ocuparse de síndromes premestruales o premenopáusicos, que si me da, que si no me da, que si parece que me deprimo, que si parece que me da el sofoco ¡Me siento fatal!. El resto. Las aperreadas y apaleadas por la existencia, no nos damos cuenta ni de que tenemos hormonas. Cuando tienes que tirarte a las calles para ganar el pan nuestro de cada día y bregar con toda la familia y con familiares enfermos, cuando acudes a Salud Mental a que, el psiquiatra de la Seguridad Social te prescriba mejunjes para aguantar, inhibidores de la serotonina “A ver si con esto mejoramos ¡y a ver si nos tomamos unas vacaciones!” y sales con la receta, sorbiéndote los mocos y murmurando “me voy de vacaciones si me las pagas tu, pedazo de mamón”. Entonces, lo del “ciclo hormonal” te trae al pairo. Con un hijo parado y el otro, tan brillante, condenado al mileurismo y encima con el Zetapé amenazando con trincarte más cacho del sueldo y dejarte más pobre, que la gente tenga que gastar menos y se arruinen más comercios y más empresas, entonces pensar en el “me da o no me da” es tan jilipollas, tan frívolo, que ni se te pasa por el cerebro, por mucho que tengas amuermada la cocorota a fuerza de masticar trankimazines para soportar la realidad. Y trankimazines con control, por más que, a veces, den ganas de masticarse un par de cajas, no por nihilismo, ni por relativismo moral, sino por poder dejar de trabajar y de reventarte un poco.

¿Qué dicen ahora tras el turno de horrorosas afirmaciones, claramente calumniosas sobre los gastos y los dispendios de Gobierno, cargos públicos, cargos de confianza, asesores y estructura autonómica de esta dictadura del derroche? ¿Qué “jamás” ganaré la cafetera Lattísima de Nespresso especializada en la elaboración de cafés lattes y capuccinos?. Ya lo sé. Pero el café de pucherete tampoco está tan mal.
 

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