PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Tratamiento afrentoso a Gordillo
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Su alegría por algún bien se percibe de la misma manera que deja traslucir su pesar cuando ha sido maltratado. Pedro Gordillo, aunque no lo parezca, tiene más que asumido que los políticos están tan expuestos a la crítica como a la gripe. Y soporta con entereza los varapalos.

El vicepresidente de la Ciudad, y presidente del PP, hace ya mucho tiempo que aprendió a reírse de sí mismo: de sus salidas de tono cuando le pueden las emociones; de sus despistes, en según qué cosas; de sus maneras de afrontar ciertas situaciones... Pero a cambio continúa sin ceder en aspectos fundamentales para él: nunca se mostrará de modo artificial ni aceptará las mentiras por sistema. Y mucho menos cuando éstas procedan de cualquier analfabeto funcional que intente ofender su inteligencia a cada paso.

Hay un analfabeto funcional que nunca se ha cansado de airear que su amistad con Gordillo está por encima de todas las cosas habidas y por haber. Y que antes de ofender a su mejor amigo es capaz de cortarse el dedo más preciado de su mano derecha. Y lo ha venido diciendo sin sonrojarse ante la presencia de los crédulos y la burla manifiesta de quienes conocemos lo dado que es a mentir compulsivamente. Por ser mitómano incorregible. O sea, un embustero consagrado.

Pues bien, el industrial de la mitomanía lleva ya meses tratando de minar la moral de Gordillo. De la única forma que él entiende que más daño puede hacerle a éste: procurando por todos los medios ridiculizarle continuamente. Porque es consciente de que su amigo (!) se dolerá no por los sarcasmos que se le hagan sino por la procedencia.

Me cuenta, quien puede contarlo, que la estrategia que sigue el mitómano, convertida ya en táctica, es que a Gordillo y a Vivas hay que tenerlos preocupados con críticas acerbas. Mas nunca con el fin de fiscalizar las posibles irregularidades del Gobierno y el recordarle continuamente a sus miembros que la mala gobernación pueden pagarla en las urnas, sino con fines bien distintos.

El plan es dividirlos. Cundir los celos entre presidente y vicepresidente. Convertirles en personas desconfiadas y capaces de sentir los aguijonazos de la susceptibilidad con media vuelta de manivela. Al presidente de la Ciudad le tiene asignado un artículo a la semana para que sea vilipendiado a discreción. Haciéndole ver que no conviene censurar el escrito, ya que hay otros medios que no dudarían en publicarlo. Aquí no miente el sujeto. Albricias. Cierto es que, ateniéndonos a la cantidad de lectores que él se asigna en su medio y dada la misión de guía moral que le atribuye, los daños a Vivas serían menores si él no publicara el bodrio que publica.

Lo que no tengo muy claro es por qué el embustero se ha presentado en el despacho de Gordillo, días atrás, y le ha preguntado a éste si se había resentido porque el humorista hacedor de la tira le hubiera sacado en una viñeta, de plano general, haciendo de maletero de los personajes de otra viñeta, ídem. Esa visita me parece tan insultante cual provocadora. Espero, pues sería ya el colmo, que no haya sido para echarle las culpas del asunto a un ex presidente de la Ciudad que trabaja codo con codo con el hacedor de una tira que sigue suspirando por Antonio Sampietro. Gordillo, eso sí, no olvidará la afrenta.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto