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economía - JUEVES, 17 DE SEPTIEMBRE DE 2009


francisco márquez. reduan.

créditos
 

Márquez dice que sólo la ignorancia “supina” de Ali sustenta sus denuncias

UDCE-IU carga contra la Ciudad por
pedir demasiados créditos y contra la Delegación por permitirlo y el consejero censura sus “medias verdades y falsedades”
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

UDCE-IU encendió ayer la primera hoguera política del curso denunciando que la Ciudad ha concertado desde que comenzó la legislatura créditos por valor de más de 200 millones, lo que según sus cálculos le obliga a pagar más de 7 al año en intereses. Para corregirlo, Ali amenazó al Gobierno con denunciarle al Tribunal de Cuentas y a la Delegación, aunque de esta última tiene “pocas esperanzas” de que haga algo. Por la tarde, el consejero de Hacienda, Francisco Márquez, esgrimió “documentación oficial” para rebatir el “panfleto” de Ali, que según dijo sólo da pie a contar “medias verdades y falsedades tergiversadoras”.

Meses después de su última gran jarana con el Gobierno, con el que en mentideros políticos interesados se le atribuía una sospechosa benevolencia, el líder de la oposición en la Asamblea, Mohamed Ali (UDCE-IU), volvió ayer a la trinchera para disparar contra todo lo que se mueve. Cargó contra Hacienda por “embargar [sic] a la Ciudad hasta 2020”; arremetió contra la Delegación del Gobierno por su presunta falta de control sobre la gestión del Ejecutivo de Vivas; puso en tela de juicio la capacidad de Secretaría General, Intervención y Tesorería de la Ciudad para actuar con independencia y volvió a hablar de la existencia de práctias de nepotismo y enchufismo desconocidas “incluso en la época del GIL” [ver páginas 8 y 9]”.

El grosor y el volumen de sus críticas y sus denuncias fue tal que sólo una hora y media después de que abandonase la Sala de Prensa de la Asamblea el Gobierno convocó de nuevo a los medios en el mismo escenario para dar una respuesta “adecuada y apropiada en tiempo y forma”, según dijo Márquez por la tarde, a su intervención.

“Queremos denunciar la política económica del PP”, había dicho Ali a mediodía, “porque a la vista de la larga lista de operaciones crediticias financieras que ha concertado en lo que va de legislatura no podemos hacer otra cosa más que llevarnos las manos a la cabeza”.

Según el portavoz de UDCE-IU en el Pleno, que presentó un cuadro de elaboración propia para sustentar sus afirmaciones, sólo durante los últimos 33 meses el Gobierno del PP habría solicitado “un montante total de 204,4 millones de euros”.

“Esta cifra”, contextualizó Mohamed Ali, “supone casi un presupuesto anual de la Ciudad Autónoma, y eso que no hemos incluido ni los dos planes de saneamiento recientemente puestos en marcha ni las inversiones que se pagarán por el ‘método alemán’ [los tres aparcamientos subterráneos y la rehabilitación del Teniente Ruiz, cuya inversión, superior a los 40 millones de euros, adelantan los bancos hasta el final de las obras, en 2011, cuando se comenzará a amortizar]”.

Además, según sus propios cálculos a la luz del tipo de interés de cada operación, Ali cifró el montante total de dinero que la Ciudad destina anualmente a pagar intereses en 7,6 millones de euros. Un despropósito de imprevisibles consecuencias ante el que, explicó, su grupo se propone “tomar medidas” para evitar “males mayores”.

Cuando Márquez tuvo acceso al contenido de la comparecencia de Ali sus números le dejaron perplejo. “Estupefacto”, confesó estar ante los periodista. Papel por papel, el consejero pasó a la prensa tres hojas del Plan de saneamiento que se llevó a Pleno en julio: “Son oficiales, públicas y firmadas, no elaboradas ad hoc ni anónimas como el panfleto presentado esta mañana”, comparó.

De acuerdo con sus números, certificados por la Tesorería el pasado 15 de julio, la deuda viva de la Ciudad asciende actualmente a 71,6 millones y los intereses que se abonarán al final de 2009 no no llegarán a 1,7 millones.

¿Dónde está la discrepancia? Según Márquez, en que lo que dijo Ali son “medias verdades y falsedades” de naturaleza “temeraria, tergiversadora, indocumentada, inconsistente e irresponsable” teñidas de un “supuesto rigor documental que no es tal”. Pese a la crudeza de sus palabras, el consejero eludió hacer un juicio de intenciones y atribuyó su origen al “desconocimiento supino” que según dijo tiene Ali de las cuentas públicas y de su funcionamiento.

Churras con merinas

Y es que a su juicio el de UDCE-IU no controla lo que domina cualquier comerciante mezcla churras con merinas, pólizas de crédito [que se pagan antes de un año y no computan como carga financiera] con créditos, “conceptos heterogéneos que no pueden equipararse”, y le sale lo que le sale.

El titular de Hacienda no fue tampoco del todo sincero. En el Gobierno cunde la certeza de que la convocatoria de Ali de ayer lo fue para hablar por boca de otros o, más concretamente, de su nuevo socio extraparlamentario, el PSPC de Juan Luis Aróstegui, al que el Ejecutivo suele atribuir el mismo vicio que imputó Márquez a UDCE-IU, el de la “denuncia por la denuncia, irresponsable al extremo y enloquecida”.

“Exijo”, se plantó Márquez, “que todas las críticas al área de Hacienda se basen en la documentación necesaria proque no se puede jugar con el crédito y el futuro de Ceuta y de esta institución”, avisó antes de condensar en tres puntos las virtudes financieras de la Ciudad: a) “acreditada seriedad y rigor con solvencia y prestigio ante los bancos”; b) “garantía de liquidez sin demoras más allá de lo razonable ante los proveedores”; y c) “capacidad de atender nuestras propias obligaciones”.

El panorama que había pintado Ali por la mañana era diametrametalmente opuesto: “Los bancos se están llevando en forma de intereses más de mil millones de pesetas que podrían destinarse a paliar nuestras tasas de pobreza, paro o infravivienda, líderes nacionales”, lamentó el portavoz de UDCE-IU, que se despachó contra la Delegación por no hacer “nada” para poner coto a la ludopatía bancaria que imputa a la Ciudad.

Al Tribunal de Cuentas

“No sé si están en Babia o si el Gobierno de la Nación, en Ceuta, es como el del PP”, se preguntó el líder de la oposición ante la prensa, a la que recordó que ni la secretaria general ni el interventor ni el tesorero municipal tienen la correspondiente habilitación nacional. “Volveremos a ponerlo en conocimiento de la Delegación, aunque viendo su nula capacidad de trabajo va a ser difícil que hagan algo”, apuntilló Ali. “No obstante, por encima está en Madrid, y si hace falta llegaremos allí”, amenazó.

Algo parecido hizo, más explícitamente, con el Tribunal de Cuentas, el órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del Estado y del sector público, dependiente de las Cortes. “Vamos a recopilar toda la documentación necesaria para trasladársela y que investigue lo que está ocurriendo”, adelantó.

Ambas intenciones le parecieron “de risa” a Márquez “si no fuera por el descrédito institucional que entrañan”. A los tres funcionarios los defendió a capa y espada como ejemplos de “reconocido prestigio” labrado “desde antes de que Ali se dedicase a la política” gracias a su “honestidad, independencia y responsabilidad”. Sobre lo de la Delegación y el Tribunal de Cuentas el consejero volvió a aludir a la ignorancia de su adversario.

“¿Es que no sabe que cada año se remite al Ministerio de Hacienda y al Tribunal de Cuentas toda la documentación?”, se preguntó. “¿Es que no conoce la diferencia entre las instituciones?”, inquirió en relación con el aviso a la Delegación. “¿No está al tanto de lo que dice la Ley de Estabilidad Presupuestaria?”, hilvanó. “Debería aprenderlo”, remachó.

Visiblemente enfadado, el consejero negó también que exista la más mínima posibilidad de que, como dejó caer Ali, la Ciudad pueda no tener capacidad para pagar al día las nóminas del funcionariado. “Ya dijo lo mismo en junio del año pasado y, como ocurrirá en este ejercicio, en el que ni siquiera hay tensiones con las horas extraordinarias ni con el personal temporal, nunca ocurrió”, recordó antes de calificar de “desahogado” el estado de las arcas municipales gracias a las “valientes decisiones adoptadas por este Gobierno durante un año difícil como el actual para garantizar la salud de las cuentas de la institución a corto, medio y largo plazo”.

“Exijo respeto y una rectificación o, como mínimo, que UDCE-IU demuestre sus críticas con documentos válidos, firmados y confrontables, no con panfletos”, concluyó Márquez. A última hora de la tarde Ali dijo no tener la menor intención de hacer tal cosa: “La documentación aportada procede de las actas plenarias de los últimos tres años y no está firmada porque la he entregado yo públicamente”, replicó subrayando lo obvio. “Reuniremos todos los datos que podamos e iremos al Tribunal de Cuentas porque el Gobierno le mandará información, pero no sabemos si toda”, terminó.
 

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