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sociedad - VIERNES, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2009


Maciej y Kasia. reduan.

NÁUTICA
 

Un velero llamado aprendizaje

El barco polaco ‘Pogoria’ hace escala en Ceuta como parte de la ruta de enseñanza a amantes de la navegación de todo el mundo desde hace casi 30 años
 

CEUTA
Paloma López Cortina

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Ya lo decía Onassis: hay que aprender a navegar con vientos fuertes y eso es lo que están haciendo los alumnos del velero escuela Pogoria que desde hace cuatro semanas navegan desde el mar del Norte que riega la vieja Polonia hasta el ancho Estrecho que salpica la son suficientes para poder defenderse en un mar tranquilo, en esta ocasión, pero del que pueden siempre surgir imprevistos. Hace apenas dos meses, los profesores y alumnos de esta escuela de navegación tuvieron que ser remolcados por el servicio de salvamento finlandés hasta San Petesburgo cuando dos de sus mástiles rompieron.

En total tiene tres, quince velas y 47 metros de eslora que ilustran desde 1.980, a los amantes de la navegación en el arte del timón. Maciej es uno de los profesores que viajan a bordo del Pogoria. En total 45 tripulantes comparten la vida durante todo este tiempo descubriendo lugares “increíbles y gentes distintas allí donde hacemos escala”.

La mayoría de los que deciden embarcarse conocen ya los entresijos de este tipo de viajes. Aún así, hay gente inexperta y a todos les cuesta entender la mecánica de los mástiles. Pero lo más complicado, “sin duda, es la convencia”. Kasia es polaca pero tiene compañeros de Australia, Alemania y otros rincones del mundo. Cruzando ya el meridiano de la ruta, dice orgullosa que ya sabe leer las cartas de navegación. Intentará volver a la costa francesa que le ha fascinado. El profesor, se queda con el puerto de Cerdeña. Cada uno, guarda sus rincones favoritos y sabe que regresarán quizá capitanenado ellos mismos un velero. Junto a ellos, otro de los alumnos descansa en cubierta, escribe y saca fotografías. “Es una experiencia única, sin duda, lejos de los paisajes y la vida del marinero, la convivencia te hace ser más paciente y organizado para llevar a cabo todas las tareas y hacer que exista un buen ambiente de trabajo”, comenta el profesor.

Medio centenar de tripulantes

Desde la 10:00 de la mañana en que entraron en Muelle de España hasta las 18:00 en que hizaron velas rumbo a Polonia de nuevo, la tripulación recorrió los rincones más emblemáticos de la Ciudad. Una ciudad mediterránea, el mar en el que Pogoria pasa más tiempo desde que inició las rutas de enseñanza. El mar que lleva a sus amantes a vivir aventuras como las de Kasia y sus compañeros.
 

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