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OPINIÓN - MARTES, 6 DE OCTUBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

El optimismo del Sr. Ministro
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

Con el título de “una cuerdo posible”, el Sr. Ministro de Educación, en fecha 14-06-09, en página de un prestigioso diario de tirada nacional, hizo un llamamiento a toda la sociedad, para un Pacto sobre Educación. A su convocatoria, hasta el momento, han acudo diecisiete personalidades de distintos campos, rectores, profesores, banqueros, exministros, filósofos…

El Sr. Ministro se expresó así, en esta síntesis: “Es indispensable un pacto social y político por la educación, que permite conjugar los legítimos intereses encontrados, y que piense nuestro presente y futuro como país, mostrando con acciones nuestra convicciones… Hoy más que nunca, la educación y la formación son el elemento vertebrador de la cohesión social y del desarrollo, de la ciencia y de la innovación, claves para el progreso... Es indispensable, si queremos estar a la altura de las circunstancias, que trabajamos juntos para alcanzar los consensos educativos absolutamente necesarios para el desarrollo personal, la cohesión social y el progreso de nuestro país. Pongámonos a ello”.

Al leer la página, con pleno conocimiento de la realidad existente en nuestro país, mostré mis dudas sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo entre todos los sectores implicados en nuestra sociedad, en el tema de la educación. En suma, me invadió el escepticismo.

Uno de los interesados en el tema fue el Presidente del Partido Popular, que entre otras sugerencias me encontré con ésta: “Quienes liquidaron la Ley de Calidad de la Enseñanza, (LOCE), los mismo que han impuesto una asignatura de puro adoctrinamiento, como la Educación para la Ciudadanía y son incapaces de garantizar la libertad lingüística, deben rectificar”. Lo que demuestra la oposición, por boca de su máximo representante, que sólo en el caso de que haya cesiones por parte del partido en el poder, habrá acuerdo. Así de claro, por lo tanto, de pacto, nada.

La posición del Sr. Ministro es la de retar, en principio, a todos los grupos parlamentarios a asumir el desafío de un gran pacto político y social a favor de la educación.

Ya ha empezado por la Secretaría General del PP, estimando su reunión de “altamente satisfactoria”, y añadiendo que “por encima de nuestras legítimas consideraciones ideológicas y políticas hay muchas cuestiones sobre las que hay ya un acuerdo previo” (¿). Citó, además seis principios básicos en los que centrar ese gran acuerdo: estabilidad normativa, sistema educativo flexible, unión indisoluble de equidad y calidad, importancia de la figura del profesor, formación en lenguas extranjeras y modernización e internacionalización de las universidades.

Se trata de alcanzar la “estabilidad normativa”, que supone “mejorar la aplicación de las leyes actuales” no de crear nuevas leyes. Advirtió, asimismo, que no se renunciará a algunas conquistas sociales con la universalización de la educación o el acceso a la misma en igualdad de oportunidades. ¡Por favor, Sr. Ministro, no nuevas leyes!. Ya que conviene recordar que la actual LOE sustituyó en 2006 a la LOCE, creada por el PP tres años antes. La LOCE fue aprobada en 2003, pero no llegó a implantarse. El PP la propuso para eliminar la LOGSE, en vigor desde 1995. La LOGSE, ideada por el PSOE, alargó la educación obligatoria hasta los 16 años. Antes de la LOGSE, se había aprobado la LOECE (1980) y la LODE (1985), quedando anulada la EGB de 1970. ¡Demasiadas leyes! Y, de esos polvos, estos lodos.

El Sr. Ministro, también puso de manifiesto su disposición al hablar del reconocimiento de la autoridad del profesor y del refuerzo de su prestigio, cuestión que unos días antes, la Sra. Presidenta de la Comunidad de Madrid, puso de manifiesto. Y, por fin, una buena noticia para los docentes: reanudar las negociaciones sobre el Estatuto de la Función Docente.

El titular de Educación se ha dado un plazo hasta finales de año para constatar la viabilidad de este pacto. Para tal efecto se dispone ya de un documento base para empezar a trabajar. Por parte del PP, la Secretaría General, su intención es alcanzar un pacto “dotado de contenidos” que implique “un gran cambio” de modelo. En definitiva, su objetivo es fortalecer un sistema educativo común, vertebrado y vertebrador, ampliar las libertades educativas y elevar la calidad del sistema educativo”. Para ello propone, entre otros aspectos, recuperar y fortalecer los valores del esfuerzo y del mérito y promover una nueva cultura de la evaluación y “hacer del profesorado el principal protagonista de la mejora de la calidad de educación”. (Como se ve nada nuevo por parte del PP. Sólo la imposición de su LOCE. Por lo tanto más de lo mismo).

Conviene reiterar la recuperación de la autoridad del docente. Es fundamental volver a aquello que funcionó bien, ese binomio que formó maestros-padres. A los padres, en este pacto también habrá que tenerlos muy presentes. Sin esa relación familia-escuela, no saldremos nunca del atolladero en que estamos metidos. Y en primer lugar la autoridad del maestro, como diría el filósofo: “Aprender es posible sólo cuando alguien -el que sabe- tenga un lugar simbólico cuya preeminencia el otro -el que aprende- respeta, aun antes de que una palabra sea dicha. Sin esa cesión, no hay saber ni maestría que puedan ser transmitidos. Son las reglas del juego en el cual cada sociedad se juega su ser. Sin la autoridad del que sabe ante el que aprende, ningún patrimonio anímico es transmisible”.
 

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