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OPINIÓN - SÁBADO, 10 DE OCTUBRE DE 2009

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

¡ Je, je, je ¡
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

La onomatopeya denota una risilla aviesa. Como la del perro Pulgoso. Je, je, je… Por favor, ríanse conmigo de los derechos y garantías que, con tanta pulcritud y buen tono, aparecen en nuestro texto constitucional. Eso sí y en honor a la verdad, tener una Constitución rebosante de derechos resulta “muy” elegante. Luego, la aplicación de “esos” Altos Principios es cuestión más peliaguda y bastante más incómoda e inoportuna.

Y lo digo refiriéndome al caso Gurtel, donde, por la prensa, nos hemos podido enterar de las trascripciones de las conversaciones telefónicas e incluso asistir, con un espasmo de horror, al hecho siniestro de que, los imputados, tenían intervenidas las comunicaciones con sus abogados. ¡Tomen garantías!.

El que ya, hasta los letrados, desconfíen de los locutorios por si la policía está gravando con la aquiescencia de un juez, es algo que produce escalofríos. Lógico el poner en cuarentena los derechos constitucionales cuando se trata de delitos de terrorismo o que afecten a la seguridad del Estado. Vulneración de los derechos más elementales cuando no se investiga terrorismo ni se va a salvar vidas, sino que se investigan trajines y no hay más fin que joder al adversario político. Pero ¿Ustedes se extrañan de este estado de cosas? Pues si lo hacen es que son unos obtusos. O unos crédulos. O padecen algún tipo de minusvalía mental que les hace merecedores de uno de esos subsidios a los que, el pueblo llano, llama “paguillas”.

Yo estoy libre de pecado. Porque, la larga experiencia me ha hecho, no incrédula, sino realista, así que puedo tirar la primera piedra que no es tal , sino un salivazo dirigido certeramente a quienes hoy ponen el grito en el cielo por la publicación de datos y fechas de un procedimiento, escuchas incluidas y estrategias de abogados demostradas. Dicen que, los Gurteles, elegían a letrados bien relacionados. Normal en un Estado Dedocrático que es aquel en el que se señala con el dedo, no la excelencia, sino el amiguismo, “la mano” y “los contactos”. Todo funciona así. Y así ha sido siempre aceptado, ya dice nuestro sabio refranero lo de que “el que no tiene padrinos no se bautiza” y se capitaliza más el alardear de que se tiene a un colega juez, o fiscal, o a uno con muchas “influencias” que el ir con el conocimiento, la rectitud y la voluntad como único activo a ofertar al cliente. Así las “influencias” valen en esta moral de ladillas mucho más que la inteligencia. Hay los antivalores que hay y no nos vamos a sulfurar porque liberamos la hormona del estrés y se nos tuercen las moléculas y puede entrarnos un “repente”.

Je, je, je… Cara de “repente” se les ha puesto a los peperos con lo que ellos deben denominar internamente “escandalazo” y externamente “proceso inquisitorial” o alguna mandanga afín. Sin razón. ¿O es que los Gurteles han ocupado horas y horas es las más vulgares tertulias del corazón televisivo como aquellas en las que crucificaban públicamente a los “malayos”? ¿Clamaban los del PP por las garantías constitucionales cuando salían los malayos esposados de casas y despachos, cuando mandaban detener a las hijas para machacar a los padres y cuando repartían equitativamente las grabaciones de las casas de los “presuntos inocentes” (es coña) y vendían las fotos de sus fichas policiales a revistas y televisiones? No. No clamaban. La peliteñida alcaldesa de Marbella sigue alardeando de que ha sido “ella” que no la Justicia, la que mantiene al ex alcalde Juan Antonio Roca en la cárcel. ¿Por “influencias”?. Otra. Cuando presentamos más de un millón de firmas pidiendo el indulto para el héroe General Rodríguez Galindo, el hombre que ha desarticulado más comandos de ETA y en cuya biografía, último párrafo de la última hoja aparecemos mi marido, el viejo pintor y yo, cuando España entera asistía horrorizada a la soledad y a la enfermedad del soldado, tirado como un perro en Ocaña, Aznar se cerró en bandas y no quiso indultar. ¡Jódase General!. Vale. Y ahora los del PP, tan terribles en sus venganzas, se ven con más pregones que la Semana Santa y tienen que tragar quina. Y no lamentarse, por aquello de la festividad de San Martín y porque son afortunados en el fondo. Al menos Belén Esteban no es la cronista oficial televisiva del Gurtel como lo fuera el “Aquí hay tomate” de la Malaya.

Y todos estos lodos son bienvenidos si nos llevan a la convicción de que hay que reformar la Constitución y exigir que diga la verdad. ¿Derecho al secreto de las comunicaciones? ¿Derecho al honor y a la intimidad? ¿Derecho a la presunción de inocencia?. Je, je, je…

Y Belén Esteban como cronista de la Gurtel. Y fotos de las fichas policiales de los trajinosos al revisteo, pa que nos empapemos. Y a ver cuando coño detienen a los hijos y las hijas de los imputados, que eso desmoraliza mucho. Je, je, je…
 

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