PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 15 DE OCTUBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Charla en la cárcel
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Fue en septiembre pasado, miércoles día 23, víspera del día de la Merced, que me presentaron al director de la cárcel de Los Rosales. A quien se me ocurrió decirle, tras haberme aclarado algunas dudas sobre las prisiones, que estaba ante un funcionario moderno que dirigía una cárcel vieja. En Juan Hernández Rebollo aprecié también un sentido de la ironía muy cuajado. Y así lo manifesté. Y hasta le prometí que le haría una visita en su lugar de trabajo.

Días atrás, el director de la cárcel me llamó para decirme que si aceptaba darle una charla a los reclusos participantes en el curso escolar que principiaba el día 14 de octubre. Charla previa a un acto que sería presidido por Aquilino Melgar, director provincial de Educación. Y dije que sí.

Y allá que acudí el día previsto y a la hora prevista, once de la mañana, a contarle a los alumnos la importancia de la lectura. La necesidad de aprender. “Y que la primera obligación de los jóvenes es la misma que tienen los adultos y hasta los viejos, si me apuras. Aprender. Quien no sabe puede tener arrebatos pero no aciertos... Por tal motivo, la lectura es primordial en la vida. Cualquier clase de lectura. Saber es poder”.

Resalté la importancia de saber hablar. De saber decir las cosas más aburridas de manera agradable y las más banales de manera interesante. Y, desde luego, no me olvidé de recordarles a los alumnos que agradar e interesar continúa siendo el objetivo de innumerables personas. Y es que se agrada por virtud, por un don innato. Pero se interesa por voluntad, más que por natural disposición.

A partir de ese momento, y dada la atención que me prestaban los oyentes, recurrí a las socorridas anécdotas. Y hasta nos atrevimos a plantear las reglas de los debates. El primero consistió en analizar por qué las mujeres hablan mal de los maridos y, sin embargo, se portan bien con ellos. En cambio, los hombres hablan bien de las mujeres y se portan mal con ellas.

Ni que decir tiene que mujeres y hombres no cesaron de responder y hubo momentos en que la discusión, dentro de una enorme corrección, tuvo su interés. Mientras yo me sentía feliz por hallarme en un ambiente tan agradable como natural. Incluso tuve tiempo para exponerles un tema futbolístico. Ante la presencia de Domingo Ruiz, maestro que se ha ganado el afecto y respeto de sus alumnos.

Tras mi intervención, cerró el acto el director provincial del MEC. Y nos fuimos a disfrutar de unas bebidas refrescantes, acompañadas de los canapés consiguientes. Rodeados por todos esos alumnos con los que aún tuve tiempo de seguir charlando y riéndome de lo lindo. Y a los que les he prometido visitarles nuevamente.

Gracias, pues, a Juan Hernández Rebollo, director de la cárcel de los Rosales, por la invitación que me hizo en su momento. Y, sobre todo, gracias a los alumnos que participaron en la charla. Por la atención que me dispensaron y por haberme proporcionado la oportunidad de pasar un rato inolvidable. Gracias también, faltaría más, a los funcionarios que me atendieron.

En fin, que habiendo vivido lo vivido, en cuanto me sea posible, y el director lo apruebe, los alumnos del curso escolar de la cárcel de Los Rosales me tendrán otra vez a su disposición. Y hablaremos de cuanto les apetezca.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto