PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 25 DE OCTUBRE DE 2009

 
OPINIÓN / ventana abierta

La familia transmisora de valores humanos

Por Mª del Carmen Fernández Sánchez


Estamos atravesando una grave crisis económica. La crisis económica más profunda y grave desde la Segunda Guerra Mundial. Esta crisis ésta afectando a todos pero principalmente a los más débiles. Existe mucho dolor y angustia en muchas familias que ven cómo no pueden llegar a cubrir sus necesidades básicas. Junto a la crisis económica también existe una importante crisis de valores aunque no se hable tanto de ello. Vemos como algunos valores que se creían y que siguen siendo fundamentales se han desprestigiado, ridiculizado o incluso no tenidos en cuenta.

La situación en que se haya la familia, incluida la familia española tal como señaló Juan Pablo II, presenta aspectos positivos y negativos. Como aspectos positivos son de destacar los siguientes: Por una parte existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, se da mayor atención a la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable, a la educación de los hijos. Por otra parte, no faltan signos preocupantes de degradación de algunos valores fundamentales: Vemos como para muchos la estabilidad conyugal se cree un valor casi opuesto a la libertad personal; La procreación se presenta a menudo como una carga; la maternidad en situaciones difíciles o dolorosas se soluciona sin el debido respeto a la vida en el seno materno. En el otoño de la vida se propone el tema de la eutanasia activa y del suicidio asistido. La sexualidad se ha banalizado.

Muchos padres tienen graves dificultades para educar a sus hijos. En algunos casos porque ellos mismos no tienen unos marcos de referencia claros que transmitir, en otros casos, aún teniéndolos, no pueden contrarrestar las influencias negativas ejercidas por la propia sociedad y presentada a través de los medios de comunicación social como es el caso de la Televisión que nos presenta diariamente como lo más normal la banalización del sexo, el uso incontrolado de la libertad por parte de los hijos y nuevas formas de vida. Todo ello hace que muchos padres estén hoy día confusos, confusos entre lo que creen y quieren para sus hijos y lo que la sociedad le quiere hacerles ver como normal. Asistimos a una grave crisis de valores éticos en ciertos sectores de la juventud, que no hay por supuesto que extenderlo a todos los jóvenes.

Ante esta crisis de valores es conveniente recordar que la familia es el primer y principal espacio para la educación de los hijos y lugar de transmisión de valores humanos y cristianos. Es la familia la primera escuela de socialización y, por tanto el lugar donde los hijos deben aprender las principales reglas de comportamiento que deben observar en la sociedad. Es dentro de la familia donde los hijos deben encontrar y adquirir los valores humanos que den sentido a su vida. El amor base de la unión entre todos los miembros de la familia, facilita la transmisión del resto de valores y virtudes. Transmisión que ha de ser vivencial más que teórica.

Educados en el hogar en el respeto hacia los demás y en valores cívicos la violencia y las malas prácticas serían casos excepcionales. El ocio de los jóvenes sería más sano, existiría menos alcoholismo y drogadicción, se darían menos embarazos entre adolescentes. La educación en valores repercutiría notablemente en el bien de la sociedad.

La familia debe transmitir los siguientes valores: El valor de la vida y la dignidad de toda persona, la solidaridad, justicia, tolerancia, paz, libertad, el marco moral donde estén bien definidos el bien y el mal.. Estos valores llevaran a salir más de uno mismo y a pensar más en los demás. En toda familia cristiana es fundamental, la transmisión de la fe y el seguimiento de la persona de Jesucristo. Jesús no predica imposibles, predica valores que nos ayudan a ser verdaderamente libres: Nos llama a amar todas las personas sin distinción. Son valores cristianos los vividos y propuestos por Él mismo: destacamos entre ellos la pobreza, que hemos de entender como pobreza voluntaria que lleve de desprenderse de algo propio en beneficio y ayuda de los demás ( tan necesaria en estos momentos de crisis económica ), el compromiso con la paz, con un mundo mejor…

Todo un programa para la familia. No olvidemos que la familia es la célula básica de la sociedad y el primer lugar de socialización de la persona.

Si la sociedad ofrece y da a conocer sus valores y contravalores, los cristianos tenemos el derecho-deber de vivir los valores cristianos, transmitirlos a los hijos, proponerlos y defenderlos en la sociedad.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto