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					Los vecinos recuerdan que hace unos años tenían el mejor 
					local social de la ciudad, con numerosas actividades, 
					clases... ocupaba unas antiguas escuelas que hoy están 
					declaradas en ruina y donde, en uno de sus laterales, habita 
					una familia que está a la espera de conseguir otra vivienda 
					para dejar paso a las obras de mejora. 
					 
					Más de 16 años reivindicando un nuevo local en el que 
					reunirse son muchos años, mucha espera y mucho ingenio para 
					conseguir un lugar en la barriada que les permita continuar 
					con la vida social y las clases que se impartían. Ahora una 
					cabaña de cañas sobre una base de hormigón en la entrada de 
					la barriada permite a unos cuantos residentes reunirse para 
					jugar a las cartas. “Aquí estamos, sin local social y 
					reuniéndonos en esta chabola hecha por nosotros para tener 
					algo al menos. Mejor que nada, por lo menos aquí trajimos 
					unas sillas y una mesa y pasamos el rato”, explican. Desde 
					Dotación y Servicios la intención sigue siendo la de hacer 
					ese local social y es una de las prioridades, pero a veces 
					no hace falta intención sino mucho más. Y en eso están. 
					Mientras, unos por otros, la casa sin barrer y los vecinos 
					con ganas de hacer muchas actividades y sin un lugar donde 
					poder hacerlas. Cada vez hay más vecinos, los nuevos 
					edificios “han contribuído a que haya más habitantes y a dar 
					a la barriada una imagen de urbanización que antes no tenía. 
					Somos más vecinos con las mismas inquietudes de participar 
					en su desarrollo”, concluye Villón. 
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