Una muy interesante oferta musical

El Festival Internacional de Jazz Ciudad de Ceuta está alcanzando unas cotas de calidad que los aficionados reconocen. Cada año, y van quince, gana en calidad el plantel de artistas invitados. El prestigioso trío Toonik, que ayer abrió esta nueva cita musical, es buen exponente de ello. Ante un nutrido público, formado por más de un centenar de personas, el grupo ofreció un recital vibrante y variado. Para hoy, el guitarrista gibraltareño Luis Balaguer y sus dos compañeros prometen “música que no recuerda a ninguna otra”, una de esas fusiones, en este caso la tan de moda entre el flamenco y el jazz, que hacen las delicias del público especializado y también del general. La consolidación y progreso de este tipo de actividades culturales es algo digno de alabar.
 

La única verdad

Hace falta que regrese ya al debate político de la ciudad la cordura y racionalidad que se le espera. Los acontecimientos que se han vivido a lo largo de esta semana con vídeos de por medio, han traido a la memoria viejas broncas propias de las décadas de los 80 y 90 en la ciudad.

Después de analizar el escenario, donde han participado diferentes actores en la tragicomedia de los famosos vídeos, conviene no perder la referencia de que de nada de esto se estaría hablando si la pareja ‘spielberg’ no hubiera grabado de un modo oculto sus conversaciones con el presidente de la Ciudad y con miembros de su Gabinete, haciendo de su necesidad la excusa, para presionar con intención nada edificante, mientras iban almacenando material en su videoteca.

Una práctica soez, inmoral y, el juez determinará si delictiva, que ha enfrentado también en el ámbito de la política a PP y a PSOE.

Asegurar que Carracao es el promotor de la exposición pública de los videos porque así lo asegura la pareja que los grabó, es dar credibilidad a unos personajes de inmoralidad demostrada frente a un político joven que, independientemente de haber estado más o menos ‘fino’ en sus declaraciones, representa a un partido de la importancia del PSOE; pero lo que atenta contra la razón, en un ejercicio de manipulación informativa barriobajera, es querer presentar a la famosa pareja como víctimas olvidando lo más importante: que fueron ellos los que grabaron los vídeos con intenciones nada gratificantes.

A partir de ahora, y dado que el asunto se dirime ya en sede judicial, la instrucción de esta causa sacará a la luz a personas que han estado directa o indirectamente involucrados en la manipulación de estos vídeos. Si finalmente el juez determina la responsabilidad de algún político, será ese el momento de lanzar las críticas más duras. Mientras tanto, como bien ha expresado Francisco Márquez, conviene retomar la normalidad, regresar al debate político y que mientras la Justicia juzga, los servidores públicos vuelvan a su actividad perfectamente centrados, serenos, regresando a la confrontación ideológica de partidos, escenario del que no se debería salir... esa es la única verdad.