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El puerto de Ceuta recibió ayer la
última descarga del buque aljibe que durante el último mes y
medio ha traído a los embalses locales una media de 10.000
metros cúbicos de agua al día para paliar la escasez de
recursos hídricos en la ciudad. El Gobierno abre ahora un
prudente impasse de espera con la esperanza de que durante
lo que queda del mes de diciembre caigan sobre la ciudad las
precipitaciones suficientes como para que en enero no sea
necesario licitar un nuevo contrato de suministro desde la
Península. No es posible, sin embargo, que la Administración
local, habida cuenta de las particularidades de esta ciudad
como isla hidrológica, deba asumir la gestión de este
problema en solitario. Estado y UE deben comprometerse
también de forma responsable a cooperar con la Ciudad para
hacerle frente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
