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El presidente Vivas y sus
consejeros de Hacienda, Francisco Márquez; Economía y
Empleo, Guillermo Martínez; y Fomento, Juan Manuel Doncel;
pondrán hoy en Madrid, donde se verán con el secretario de
Estado de Política Territorial, el punto y seguido a la
extraordinaria gestión que de las negociaciones para
consensuar un nuevo sistema de financiación autonómica ha
firmado el Gobierno local y la clase política ceutí en
general.
Asunto capital a medio plazo, tanto el Ejecutivo ceutí como
los partidos de la oposición supieron hacer causa común para
lograr el mejor resultado posible de las conversaciones con
el Estado para Ceuta y es evidente que así se ha conseguido.
Incluso los presidentes del PP que votaron contra el nuevo
modelo reconocieron en pleno verano que el Gobierno de Vivas
había sido el mejor negociador de todos.
Ninguna otra Autonomía puede decir hoy que ha logrado
duplicar los recursos que percibirá anualmente a partir de
ahora con respecto a los que recibía con el sistema
precedente, al que el jueves dio carpetazo el Congreso con
su visto bueno a la reforma de la Ley Orgánica de
Financiación de las Comunidades Autónomas. El punto final a
este proceso, ciertamente largo y complejo, se dará hoy con
la aceptación definitiva y protocolaria de lo pactado en el
Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde
Márquez hizo valer los intereses de la ciudad y de sus
ciudadanos por encima de cualquier afán partidista, aunque
algunos de los líderes nacionales de su formación se
molestasen por ello.
Ceuta demostró tener palabra y altura de miras y su
comportamiento debe ser modelo para lograr objetivos no
menos relevantes ya situados en el horizonte como
prioridades inmediatas. Se trata de la reforma del REF y de
alcanzar un estatus singular en la Unión Europea, retos ante
los que los partidos con representación e incluso los que no
la tienen también deben saber arrimar el hombro en beneficio
de los ciudadanos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
