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OPINIÓN - DOMINGO, 27 DE DICIEMBRE DE 2009

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ


Una historia Navideña y un inoportuno tiroteo

 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Le piden algunos lectores que relate pequeñas vivencias Navideñas, tal vez porque apetece leer historias de personas sencillas, pueblo del pueblo, como es esta escribidora.

Pero también es tener mal fario el que, en mi barriada, se liara la pasada semana una pelea de mujeres, primero una que pega a la otra, la maja, la escamonda y luego las primas de la vapuleada acuden y le meten un buen zaleo a la segunda. Cosas de féminas, que nunca han hecho llegar la sangre al río, ni han originado tragedias. Será que, cuando ciertas mujeres llevan vidas difíciles, llenas de fatigas, se vuelven muy "luchás", luchadas por el destino, luchadas por el cada día, nunca pasa nada. Hasta esta Navidad cuando, la paya que originó la riña llegó a su casa bufando y calentó al compañero. Y el compañero agarró un arma, la cargó y se fue para las Cuevas, donde llegó gritando "¿Dónde están las mujeres? ¿Dónde están las mujeres?".

En el barecito del tío Juan estaban viendo el partido del Unicaja y a la vuelta de la calle estaban las mujeres en torno a una candela cantando villancicos al son de "La carita divina". Así, Rafael, el Cachulo, oyó las voces, salió corriendo y le plantó cara al de la escopeta "¡Aquí no hay mujeres, aquí habemos hombres!". Y el tipo le apuntó a la cara y le metió dos zambombazos, suerte que Rafael amagó rápido y los plomos se le incrustaron en la parte posterior de la cabeza, en el cuello, en los hombros y en el pulmón. El payo salió corriendo perseguido por las mujeres, por las gitanitas a las que iba buscando. Nunca en esta tierra se había visto nada igual, un hombre metiéndose en riñas femeninas y menos aún un castellano yendo en busca de gitanas con un arma cargada. Nunca se había visto porque hay cosas que no se hacen. Que no entran en la cabeza, porque no son "de hombres" y faltan al respeto más básico.

¡Y no vean como se puso El Palo! ¡Vengan coches de policía! A mí me vino a buscar mi comadre, desencajada, negrita de tanto llorar "¡Han disparado a mi marido y nos venían buscando a nosotras!". Primero a la comisaría de El Palo, donde trabajan los mejores policías de España entera, con permiso de los de Ceuta y Melilla. Y luego corriendo para el hospital Carlos de Haya y a todo esto al teléfono con mi marido el anciano Erik el Belga, recién operado de retina y haciéndose las dolorosas curas en la Teknon de Barcelona. ¿Nochebuena de amor, Navidad jubilosa? Vale, porque, el de los tiros, que iba a cara descubierta, puso los pies en polvorosa. Runruneo colectivo. Había una docena de testigos ¿Se dice quien ha sido o no se dice?. Cincuenta gitanos angustiados en la puerta de las Urgencias y un consejo sereno "Que se ocupe la policía, no buscarse ruinas". Todo por lo legal y no por lo privado ¿Será por Grupo de Homicidios en Málaga donde están los number one? Azuquitar molía, canelita en rama, que saben los inspectores más que les han enseñáo.

Mi marido, pobrecito, rabiandito en la Teknon y el Cachulo con plomos hasta en el carnet de identidad, aguantando como un jabato . Que, el hombre, hizo lo que hizo y cumplió lo que tuvo que cumplir y se arrepintió y ahora no hace nada malo, de hecho, estaba preparando los regalos de Papa Noel para los niños de Las Cuevas con el asistente social. Es una historia distinta, nada tiene que ver con la ilusión de comprar los regalos, ni decorar la mesa para los invitados, ni esas increíblemente hermosas y entrañables tradiciones que son la piel de nuestra tierra.

¿Qué que le pasó a Rafael? Pues que, a los dos días le pusieron de patitas en la calle, todo hecho polvo, sin quitarle los plomos y por quitárselo de encima, por si se liaba en el hospital. De allí al ambulatorio y del ambulatorio a otro hospital a ver si le quitaban los plomos que le dolían mucho y los del cuello y el pulmón podían traer problemas. Si llega a ser un etarra de seguro que traen cirujanos de Houston y dan rueda de prensa, pero al Cachulo le volvieron a poner en la calle cargado de metal. Así que, la familia llamó a la televisión para pedir justicia, lo normal. Y ahora vendrá la televisión y lo mismo llega el fin de año y a Rafael algún alma caritativa le ha sacado el plomo del pulmón. Él, esperanzado, se lo ha pedido a los Reyes (me refiero a los Reyes Magos, eso es de cajón).
 

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