PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 27 DE DICIEMBRE DE 2009

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 21

La semana pasada le hice una entrevista a Emilio Carreira para la revista ‘Ceuta Siglo XXI’. Y me lo pasé muy bien con él. Ya que respondió a mis muchas preguntas con una estupenda agilidad mental. Es decir, en corto y por derecho. Sin rodeos. Y saqué la conclusión de que Emilio está en sazón. Y no es para menos: ha cumplido 51 años y se encuentra en plena forma. Y, sobre todo, sabe lo que quiere y no le pueden las prisas. Puesto que tiene saciadas sus apetencias de cargos. Ya que lo ha sido casi todo tanto como sindicalista como en el Partido Popular. Pero lo que más me agradó de él fue comprobar que ha mejorado en otros muchos aspectos. Hoy, dado que habíamos acordado repasar la entrevista, ya finalizada, he visto como le brillaban los ojos de satisfacción al darse cuenta de que sus respuestas sonaban bien. Luego, durante unos minutos, hemos vuelto a recordar varios hechos de la vida local, ocurridos en un año que está dando ya las boqueadas.

MARTES. 22

En las instalaciones del periódico, en mañana ventosa y lluviosa, hallo a Enrique Jiménez, ‘Quique’, que ya ha charlado lo suyo con Ángel Muñoz. Pues claro que ha sido de fútbol. Ya que los dos viven intensamente un deporte que les chifla. Día llegará, sin duda, en el cual Ángel dirija los destinos del primer equipo de esta tierra. No en vano le sobran afición y conocimientos para conseguir grandes logros como dirigente. A lo que iba: que tuve la oportunidad de meterme en discreteos con Quique. Por cierto, dado que él vive mucho tiempo fuera, no dudó en decirme que cada mañana lo primero que hace es sentarse ante el ordenador y abrir la página de ‘El Pueblo de Ceuta’. De modo que no me quedó más remedio que darle las gracias. Enrique Jiménez, todo hay que decirlo, chanela de fútbol. Porque siempre ha tratado de aprender los fundamentos del juego. En fin, que nuestra conversación fue a más y nos dio para seguir manteniendo relaciones tan cordiales. Por más que en alguna ocasión, como no podía ser de otra manera, haya habido los distanciamientos que suelen darse entre personas con cierto carácter.

MIÉRCOLES. 23

Presentado su libro de memorias, ‘Historia de una vida’, Francisco Luque está que se sale. No en vano ha cumplido el sueño de dejar escritas sus vivencias. Y que, como ya he reflejado en una columna, no es tarea fácil. Así que nada más poner los pies en la sala de estar del Hotel Tryp lo veo sentado a una mesa sometiéndose a las preguntas que le va haciendo Javier Martí para su cuaderno dominical. Paco, en cuanto me divisa, me dice que, días atrás, me dejó una tarjeta, firmada por él, invitándome al acto de presentación de su libro. Y hasta me dio el nombre de la persona que en la redacción de este periódico se hizo cargo del mensaje. Y que no recibí. Y no es la primera vez que eso ocurre. De momento, voy a silenciar el nombre de quien carece de la más elemental educación. Porque, además, nadie le obliga al sujeto a hacerse cargo de un encargo que no desea. En fin, los hay que se retratan a cada paso. Lo esencial es, y lo quiero destacar, que Francisco Luque está viviendo uno de sus momentos de gloria. Y no me resisto a contarlo nuevamente. Felicidades, Paco.

JUEVES. 24

Voy a la ‘Tasca de Pedro’ expresamente a saludar al propietario. Puesto que llevaba varios días sin verle. Y nos fundimos en un abrazo que refleja las magníficas relaciones que tenemos desde que nos tratamos. De lo cual hace ya mucho tiempo. Y me encuentro con la agradable sorpresa de ver cómo la gente acude a comprar productos de gran calidad. Ya que en el restaurante se han puesto a la venta lo que conocemos ya como delicatessen. O sea, manjares tenidos por pura ambrosía. Un servicio más que ha sido aceptado la mar de bien. Al frente de esa sección está la mujer de Pedro Carmona. Y allá que nos ponemos a charlar acerca de los manjares refinados y selectos que allí se amontonan. Y que ha propiciado que el restaurante se vea concurrido a todas horas. Un acierto el de Pedro. Sin duda. Puesto que en los tiempos que corren, nada bueno para la salud de los bolsillos, es cuando hay que echar la pierna adelante para torear la crisis económica, como mandan los cánones.

VIERNES. 25

Tropiezo con él. Y se me amontonan los recuerdos. Los que me trasladan al año de 1983. Cuando vivía su hermano Alberto y todos los días nos veíamos en el Club Náutico Cas. Me parece estar viéndole sentado al piano que había siempre a su disposición en la sala de estar del Hotel La Muralla. Me refiero a José Antonio Martel, ‘Quico’. Nos abrazamos. Está estupendo. Y es que la alegría le puede por haber superado unos momentos delicados. Aunque él nunca ha dado muestras de desasosiego. Me cuenta, con la misma ilusión de siempre, que sus amigos, toreros y futbolistas, le nombraron entrenador de uno de los equipos que se enfrentaron en la plaza de toros de Leganés, fechas atrás, en partido benéfico y que mereció la cobertura de las televisiones. Y, como siempre, no dudó en destacarme el hacer de Mohammed Alí Amar, ‘Nayim’. Protagonista del espectáculo, entre tantas figuras. Pero lo importante es, sin duda, que Quico vuelve a sonreír abiertamente. Y a mí me llena de satisfacción la buena nueva. Y, claro, quiero que ustedes lo sepan.

SÁBADO. 26

Parece ser que José Antonio Carracao, secretario general de los socialistas, va a ser, al fin, quien consiga llevarse al huerto la voluntad de pacto que siempre ha anidado en Mohamed Alí. Eso sí, en vista de los vaivenes que en estas componendas de coaliciones ha dado siempre el líder de la UDCE, conviene poner el hecho en cuarentena. No vaya a ser, como hasta ahora fue su costumbre, que se levante una mañana y declare que de lo dicho nanay de la China. Pero, de momento, lo mejor del asunto está en comprobar con qué facilidad ha sido capaz Alí de jugársela a Juan Luis Aróstegui. El cual debe estar, como ya dije días atrás, subiéndose por las paredes. Porque ya se veía formando parte de la lista electoral y gozando, incluso, de un puesto que le permitiría obtener un acta de concejal. Menuda bicoca. Algo que era un error de Alí y así se lo manifesté a éste tanto por escrito como cuando tuve la oportunidad de hablarle. Ya que el baranda del PSPC no tenía nada que ofrecerle. Y lo que es peor: debido a su forma de ser -la de Aróstegui, claro está-, existía el peligro permanente de que éste terminara echándole abajo el edificio de un partido consagrado en dos elecciones. Porque el mero hecho de haber anunciado una posible juntera con el PSPC, le estaba ocasionando daños irreparables.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto