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cultura - MIÉRCOLES, 30 DE DICIEMBRE DE 2009


maría josé lesmes. fidel raso.

reportaje
 

Pasión y solera... embrujo y duende

Más de tres generaciones de ceutíes
han pasado por las tablas de la Escuela
de Danza de María José Lesmes
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La danza vivía con ella desde pequeña y sus mejores juguetes eran el teatro, el cante y el baile. Un día pensó que esa pasión podría convertirse en un proyecto de vida, una dedicación completa al ver que cada gesto y movimiento le despertaban una serie de emociones que no era capaz de descifrar. “Comencé en el Sagrado Corazón como sustituta y tres años después, fundé mi escuela en la calle Cervantes, donde vivo todavía y espero que por mucho tiempo. Para nosotros tiene vida propia y entre esas paredes se ha creado un clima de solera y duende”, relataba la consagrada bailarina ceutí María José Lesmes.

El 2010 se presenta para este centro artístico como un año de éxito y consolidación con su 30 aniversario en la ciudad autónoma y para el que Lesmes tiene preparado todo un festival de elegancia, atractivo y sugerencias, aunque los secretos no se van a desvelar. “Tengo muchas ideas en el tintero aunque pocos recursos para llevarlos a cabo pero a finales del próximo año mostraremos un recopilatorio de espectáculos para conmemorar nuestro cumpleaños. La cabeza es un flujo continuo de ideas que a veces se convierten en martirio porque no puedo parar o no las puedo realizar. Pero la danza es la Cenicienta de las artes y, hoy día, con tan poca cultura que tenemos, no se puede perfilar”, adelantaba Lesmes.

Generaciones y generaciones de bailarinas han pisado las tablas de la escuela de danza y sus diversas disciplinas, desde el jazz, hasta el flamenco, pasando por el clásico y la escuela bolera. “Se ha creado una gran familia que sigue estando hay; mujeres que comenzaron pequeñas y ahora vienen con sus hijas y han pasado con nosotros tanto épocas buenas como malas. La mejor fue en los años 90 donde se vivieron muchos acontecimientos con el ballet y se produjo un gran movimiento cultural en la ciudad. Estábamos constantemente creando historias y eso te alimenta y te da vida”, recordaba la ceutí.

Recuerdos, anécdotas historias, risas pero también esfuerzos, sacrificios y dedicación han rodeado el trabajo de María José Lesmes, sus profesoras y sus propias alumnas, haciendo que uno de sus espectáculos más consagrados, como es el de las cuatro culturas, se haya convertido en todo un referente sociocultural. Una exhibición atractiva a la par de sugerente que ha dejado bastante historia dentro de las tierras ceutíes y que lo más apasionados siguen reclamando por esa identidad ceutí. “Fue un encargo del concejal de Festejos, Antonio García Bastida, de aquel momento. Se estrenó en una regata hace 14 años y tuvo tanto éxito que ha durado hasta el día de hoy. Y tenemos que comprender que gracias a él se está haciendo una historia aunque a veces nos aburra tener que bailar siempre lo mismo. Tengo pensado preparar, cuando llegue el momento, algo que deje testimonio de todos los eventos que hemos creado y la historia de este espectáculo, para que quede en la posteridad el ballet de María José Lesmes”, adelantaba, entusiasmada.

Todo enriquece dentro de las disciplinas artísticas, es cultura y la virtud nace de ella, y por ello Lesmes describe su escuela como polifacética. Desde la elegancia de la castañuela bolera hasta el sentimiento y la pasión que despierta el puro jondo. “Puedes jugar con la fuerza, la alegría o el dolor, incluso se puedes enamorar. La danza es eso; enamorar a las personas que están delante de ti porque si no, no es nada, sólo secuencia de pasos, gimnasia”, aclaraba.

Y este es el espíritu del que gozan las alumnas de dicha escuela, que desde los 3 años a los más de 30, gozan de esa química entre el espectador y la artista, convirtiendo una representación por bulerías en un instante maravilloso donde el aplauso es la mejor recompensa a esos tantos días de ensayo. “Nosotros inculcamos con una potencia excesiva, entonces llega un momento en el que te cansas y desilusionas. Somos responsables de lo que transmitimos y nos decimos a nosotros mismos que debemos ponernos las pilas porque tenemos que tirar del carro. No debemos esperar nada porque las palabras se las lleva el tiempo pero es ese áurea de haber conseguido el instante mágico de la ovación con el que te quedas”, confesaba, emocionada, la artista ceutí.

Marruecos, Galicia, Andalucía, Madrid, Alemania...escenarios donde María José Lesmes y sus bailarinas han presumido del arte flamenco, las batas de cola, el estilo goyesco y la serenidad del clásico, dejando bien claro que Ceuta, sus calles, su gente y su cultura no están bajo cero pese a encontrarse al otro lado del Estrecho; y donde grandes artistas como Rocío Jurado, han sabido apreciar el potencial, la creatividad e imaginación con la que la bailarina ceutí, tras muchos años de duro trabajo, se ha dejado envolver en todos sus días por el embrujo y el duende de la danza y sus variantes artísticas.
 

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