PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 14 DE ENERO DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

Dos leños hermosos
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

No quería escribir sobre lo ocurrido entre Mohamed Alí y José Antonio Carracao. Porque es un tema que ha sido ya muy manoseado. Y por qué no decirlo: porque habiendo sido servidor el que comparó al líder de la UDCE, nada más asistir a sus primeras actuaciones como político, con la flor del vilano, siempre a merced de los vientos, me atreví a pronosticar desde el primer día que ese pacto no llegaría a buen fin. Y que sólo era un claro ejemplo de cómo Alí no tenía el menor inconveniente en ponerle dos leños hermosos a Juan Luis Aróstegui.

Por cierto, dicen, quienes hacen proselitismo del hombre fuerte del PSPC, que éste ha llevado los leños con dignidad encomiable. Tal es así que Aróstegui ya le ha perdonado a Alí su romance con los socialistas y se encuentra dispuesto a darle una nueva oportunidad al queridísimo amigo, que vuelve al redil con las orejas gachas y clamando sentirse víctima de un racismo que ha estado a punto de causarle una depresión como la catedral de Burgos.

A lo que iba, y perdonen la digresión, que al final y debido a que hoy escasean los asuntos a los que sacarle punta, he decidido escribir también del tostón que han protagonizado el secretario general de los socialistas y el que más manda en la UDCE.

Mohamed Alí, cuando se le ha pasado ya el entusiasmo de verse muy votado dos veces y de haber lucido su porte como jefe de la oposición durante varios años, se ha dado cuenta de que las cuentas no le cuadran. Que los dineros que ingresa no son los esperados por él.

Conviene recordar que Mohamed Alí es un abogado con capacidad suficiente para disfrutar de una clientela si no millonaria sí amplia. Y que ha ido aumentando a medida que su popularidad como político se hacía mayor. Pero se ha encontrado de la noche a la mañana con que su bufete se ha ido llenando de clientes que no pagan la minuta. Por considerar que la deuda queda zanjada con el voto que dicen depositar en las urnas a favor de la UDCE.

Así que el clientelismo político que mantiene al partido de la Unión Democrática Ceutí sale del trabajo profesional del letrado Alí y de su socio, si es que lo tiene. Y, claro, nuestro hombre anda que se sube por las paredes. Lo cual le hace preguntarse más veces de las debidas: ¿Cómo es posible que, llevando seis años como jefe de la oposición, todavía no he sido capaz de ponerme al frente de algún chiringuito desde el que poder repartir entre los míos aunque sea una parte ínfima del gran pastel de las administraciones?

Y a fe que lo ha intentado. Lo hizo tratando de pactar con el PP. Sin éxito. También le tiró los tejos al PSOE. En balde. Y, a partir de ahí, Mohamed Alí decidió que lo mejor era meterles el miedo en el cuerpo a los dos partidos. De manera que no dudó en cortejar a Juan Luis Aróstegui.

Mas como esa alternativa está condenada al fracaso, en cuanto José Antonio Carracao le dijo ven... Lo dejó todo. Convencido de que estaba ante su gran oportunidad: la de pegar un braguetazo al estilo de Tita Cervera.

Eso sí, cuando los socialistas le dijeron que nones, se agarró al racismo para cubrirse las espaldas. ¡Qué pena!
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto