PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE ENERO DE 2010

 
OPINIÓN / VENTANA ABIERTA

El nasciturus, ¿existe?

Por Miguel Ángel de la Huerga (Orientador Familiar)


He tenido la oportunidad de preguntar recientemente a una lider feminista que participaba en una mesa redonda, sobre la nueva ley del aborto. En el momento del coloquio, le expresé mi extrañeza porque, en su intervención, había ignorado completamente la existencia de la principal víctima de lo que ella llamaba, impropiamente, interrupción voluntaria del embarazo: el nasciturus. A la vista de tan llamativo olvido, le pregunté si para ella no existía una vida a proteger legalmente, si no era objeto de derecho, cuales eran los fundamentos del mismo en los que basaba su tesis y si conocía que con motivo de la primera ley del aborto, el Tribunal Constitucional había urgido a legislar la protección del no nacido. Nada, ni una mención sobre la pregunta. En su respuesta obvió referirse a algo que tuviera que ver con esa palabra, y soltó un discurso de antemano preparado.

Cuando otra de las intervinientes en la mesa redonda mostró, con cruda realidad, las imágenes brutales que estas intervenciones llevan consigo, la participante feminista y sus acompañantes en la sala, se encogieron en los sillones y ocultaron su cara.

En los numerosísimos debates radiofónicos y televisivos que con motivo de la imposición a la mayoría de los españoles, de esta execrable ley, no he oído ni una sola vez, por parte de los proabortistas, una referencia al feto. Y es que el aborto provocado es un acto ignominioso que hiere la inteligencia de hasta sus defensores.

No hay en tan repugnante acto nada ético, pero tampoco racional, por ello, lo mejor es no entrar a debate ignorando completamente la existencia de una de las partes del conflicto, en este caso la más débil.

No hay confrontación ideológica, solo el uso demagógico de sentimientos hacia la mujer que se encuentra en tan difícil situación y para la que no reclaman la más mínima de las ayudas. Son precisamente las personas y grupos que rechazan esta ley, las que acompañan y ayudan a la mujer a resolver los problemas que se presentan y se puedan presentar posteriormente a cualquier decisión que tomen. Ellos conocen bien lo grave que puede ser para la gestante el síndrome postaborto, también ignorado por los abortistas.

La ley que contraviene a todas las civilizaciones y culturas que en el mundo han sido, que fue rechazada por toda la comunidad científica y por todos los estamentos jurídicos y religiosos, ha sido aprobada por una exigua mayoría parlamentaria, conseguida con la compra, con el dinero de todos, de un puñado de votos a cambio de algunas prebendas, contra el sentir mayoritario de los españoles, evidenciado en todas las encuestas.

Quiero pensar que si esta fuese la verdadera democracia, yo ya me habría borrado.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto