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sociedad - VIERNES, 29 DE ENERO DE 2010


puesto de mejillones. reduan.

PREVENCIÓN DE LA HEPATITIS A
 

Un hígado a prueba de virus

Las toxiinfecciones alimentarias se han convertido en una prioridad de las últimas intervenciones en materia de salud pública que viene diseñando la Consejería de Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma
 

CEUTA
José García

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Puede contagiarse a otra persona incluso dos semanas antes de que se manifiesten los síntomas en el portador. El virus se elimina por las heces, pero si quien lo porta no se lava adecuadamente las manos puede trasmitírselo a otra persona con la que entre en contacto. Otra forma habitual de contraerlo es ingiriendo agua o alimentos previamente infectados. La prevalencia de la hepatitis A ha comenzado a ser, cuando menos, preocupante en la ciudad de Ceuta. Por eso la Consejería de Sanidad y Consumo se ha decidido por realizar una fuerte intervención en este campo en la que se implicará tanto a ciudadanos como a negocios hosteleros o detallistas de mercado.

Se trata de una iniciativa impulsada por la directora de la Red de Médicos Centinelas, Ana Rivas, que se encarga del control epidemiológico en la ciudad, pero coordinada por el jefe de sección de Inspección Veterinaria y Seguridad Alimentaria, Carlos Romero. “Desde el año 2005 venimos registrando una cincuentena de casos anuales en la ciudad, lo que resulta una cifra significativa, aunque también puede ser que con anterioridad a esta fecha ni siquiera se notificasen”, apunta el veterinario.

La hepatitis A se manifiesta en forma de fiebre, cansancio y afecciones hepáticas. Sin embargo, muchas personas pueden padecer estos síntomas y no relacionarlo con la infección por este virus. También hay que considerar que su periodo de incubación resulta muy prolongado en el tiempo: hasta 45 días puede durar.

Para prevenir este tipo de contagios, la primera regla es no consumir ni adquirir alimentos en establecimientos no autorizados. La segunda es promover prácticas saludables en aquellos establecimientos y entre aquellas personas que manipulen alimentos.

Una regla básica a tener en cuenta es la limpieza de la fruta y los vegetales que se vayan a consumir sumergiéndolos en agua con dos gotas de lejía apta para la desinfección de bebidas. Por otra parte, si se consume cualquier bebida en un establecimiento público, es muy importante comprobar que el camarero no introduce el hielo en el vaso con las manos.

Ni que decir tiene que la compra de productos perecederos a vendedores ambulantes que ejercen esta actividad de manera clandestina comporta un alto riesgo de padecer esta u otras infecciones.

Y, por último, una práctica altamente saludable consiste en inmunizar a personas especialmente susceptibles de contraer este virus, es decir, las que se encuentran en la franja de edad que va desde los dieciocho hasta los cuarenta y cinco años. Más joven o más mayor se corre menos riesgo.

Los menores de dieciocho años se encuentran normalmente protegido por el calendario de vacunación a que son sometidos de pequeños. Quienes superan los cincuenta años suelen estar inmunizados de manera natural porque resulta altamente probable que ya haya estado a lo largo de su vida en contacto con el virus.

Sea como sea, el grupo de toxiinfecciones alimentarias de la Consejería de Sanidad y Consumo parece estar dispuesto a atajar la extensión de esta variante hepática que, con ser menos grave que la B o la C, tiene más facilidad para expandirse, por un simple contacto casual con otra persona, alimento o bebida que se encuentren previamente infectados.

Entre las entidades con que piensa entrar en contacto la Consejería para fomentar las prácticas saludables en la manipulación de alimentos se encuentra la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Ceuta o la propia Confederación de Empresario.

La colaboración de los ciudadanos y de los profesionales de la hostelería y restauración resulta fundamental para que la Consejería de Sanidad y Consumo logre sus objetivos: reducir la incidencia de esta afección hepática entre la población ceutí implementando las medidas higiénico-sanitarias que eviten la transmisión de un virus de efectos controlables pero bastante molestos.
 

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