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OPINIÓN - SÁBADO, 30 DE ENERO DE 2010

 

OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

Teniente Llorens
 


Javier Cherllarám
javiercherllaramt@elpueblodeceuta.com

 

Habiendo pasado unos días desde que me dieron la noticia, seguía dejando pasar el tiempo, por cuanto no me lo creía, pero he decidido hacer unas letras para un sencillo homenaje a modo de recuerdo. Ha muerto Antonio Llorens, Teniente de La Legión retirado, Superviviente del Combate de Edchera 1958. Nos conocimos desde el año 92, cuando estaba encargado del Casino Militar, hombre alegre, jovial y entusiasta nos saludaba en Comercial Marisol, donde mi compañero Enrique me lo presentaba, y siempre Antonio Llorens, era partidario de tener alegría y vivir la vida, que eran dos días, así que me decía Javi, grábame una cinta de estas de música a tope, para ponérsela a los soldados y me dan buen ambiente.

Pasaron los años y nos perdimos en el olvido. Mira por donde, en el bautizo de Ainara, nos encontramos hace dos años, en el convite de la niña, por linaje familiar de mi mujer con los padrinos, nos vimos frente a frente y nos fundimos en un fuerte abrazo. Esos son abrazos Legionarios. Que se dieron cuenta todos los presentes, después de tantos años le comenté mi vínculo para con Nuestra Legión, que ya era Legionario de Honor y que había escrito sobre el 50 Aniversario del Combate de Edchera, “yo estuve en ese combate”, frase que me heló la sangre, y que hizo acercarse a los jóvenes allí presentes, con las copas en mano para hacer un corro alrededor de El Teniente Llorens, me hacía gracia la hija llamándolo “papá deja a los muchachos…” pero se nos paraba el mundo, y a mí precisamente, que tanto había leído, que tantas vueltas le había dado al 13 de Enero de 1958, el decía “Le dijimos al Capitán Jáuregui que no se metiera por allí…” Yo suspiraba por sentarnos y que me contara la épica de la Saguía El Hamra, el decía QUE POR LEALTAD A SUS COMPAÑEROS Y A ESPAÑA, eso se lo llevaba a la tumba.

El añoraba el Sahara, aquello era un paraíso terrenal, la camaradería, la pesca, el ambiente, entre tropa, mandos, suboficiales, recordaba sus comienzos siendo un joven de 16 años, los pelotones de castigo, el pelotón disciplinario, pero que jamás habría abandonado el Sahara. Javier, ahora sólo salgo a la calle al médico y a cobrar, y que tengo un PC, para enterarme del mundo. Seguíamos hablando, y muchos jóvenes, seguimos alrededor de Antonio, contando sus vivencias Del Tercio Sahariano, con su genio y figura, el se reía de los nuevos con su pecho descubierto, por tanto que había pasado en la vida. Al final me avisaron con tristeza que el remedio había sido, peor que la enfermedad, QUE LA MUERTE NO ES EL FINAL, por eso el día de tu adiós, vi jugar a uno de tus nietos, por los callejones del barrio, le pregunté por ti, estabas en el cielo, me dije para mis adentros no se ha muerto HA IDO A AGRUPARSE, se escucha música a tope, ha puesto una cinta para dar ambiente a sus camaradas en el cielo.
 

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