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OPINIÓN - SÁBADO, 6 DE FEBRERO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Ha sido un enorme golpe bajo. Me ha dejado tan descolocado, que veré cuánto tiempo puedo soportar semejante angustia sin tener que acudir a un sicólogo, a sabiendas que mis males no tienen cura. Ha sido una herida demasiado profunda sobre mi cuerpo, de la que será muy difícil reponerme. El cierre del restaurante catalán El Bulli.

¿Qué ustedes, queridos currantes, no saben qué es el restaurante catalán EL Bulli?. Se lo explico en pocas palabras, aunque no se bien por qué razón tengo que explicarle a los trabajadores de este país qué es EL Bulli, con la cantidad de veces que habrán acudido a él para celebrar alguna fiesta con su familia.

Bueno para los que no hayan ido, de forma habitual al mismo durante los meses que permanece abierto y que si usted quiere ir tiene que pedir mesa con años de antelación, El Bulli es un restaurante donde esta la flor y nata de los chefs.

Allí, en ese restaurante catalán, es donde hacen esas comidas que usted, de vez en cuando, ve en alguna de las cadenas televisivas, en esos platos de forma rectangular y muchas menudencias con adornos por todas partes habiendo empleado en la elaboración de los mismos, métodos modernos, que le hacen a usted chuparse los dedos, de la misma forma que se los chupas cuando está comiendo sardinas al “espeto”

Eso de chuparse los dedos, como si se estuviese comiendo las sardinas, no se puede hacer en El Bulli, porque es una auténtica guarrada. Eso lo puede usted hacer en la playa en verano, con las sardinas, mientras le cae la grasa sobre el pecho. Oiga, no es por nada, que guarrada más buena.

Que conste, en acta, que no es que me tome a broma la Ciencia que tienen esos magníficos chefs y que ha llevado al Gobierno a darle una subvención de siete millones de euros, para que sigan sus estudios en gastronomía.

Así que como, según dicen, va a estar par de años cerrados, aunque me destroce el corazón por no poder acudir a disfrutar, cada año, sus excelencias voy a seguir comiendo los garbanzos con arroz, también llamado “empedrados”, habichuelas con su morcilla y su buen trozo de chorizo, pescado frito, paella de arroz con costilla de cerdo que son más baratas que las gambas, puchero con sus tocino, morcilla, tacos de patatas y algún que otro trozo de pollo. Sí, no me olvido, de lo buena que está la “pringa” . ¡Eso es comer!.

Estas comidas, con toda seguridad, no se servirán en platos cuadrados con dibujitos, ni hidrogeno correspondiente y todas esas cosas que ahora hacen los genios de la cocina pero, sin discusión alguna, cuando usted se mete, entre pecho y espalda, un buen plato de cualquiera de las comidas reseñadas, se queda usted una jartá de satisfecho e incluso algunos, las cosas como son, terminan de comer y se pegan un ”rebuzno” de categoría, lo que viene a demostrar lo bien que le ha sentado la comida.

Y es que, por mucho que me vengan con inventos modernos, donde se ponen toas esas comida reseñadas o una buena tortilla de patatas con su cebolla o cebolleta incluida, que se quite el hidrogeno. ¿O no?
 

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