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OPINIÓN - SÁBADO, 20 DE FEBRERO DE 2010

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

En Carnaval: o todos moros, o todos cristianos

Por Quique Rodríguez


Nunca mejor dicho, porque de moros y cristianos va la cosa. Mi nombre es Quique, mi apellido Rodríguez y en el mundo del carnaval soy uno más de los que ponen su granito de arena por mantener viva esta cautivadora fiesta. Mejor dicho, “granillo de arenilla”, tomando prestado el nombre de la chirigota que, merecidamente, ha ganado el concurso en su modalidad este año.

Mi nombre y apellido los cito nada más empezar, porque entre mis pocas virtudes está la de dar la cara y posicionarme cuando debo hacerlo, sin temor a no “caer bien” a alguien y sin deseos de hacer exaltación (término cristiano) de la amistad, como hacen los borrachos. Más que nada, porque no bebo alcohol. De ahí se deduce que un abrazo mío a las dos de la mañana de cualquier noche de Carnaval, es indudablemente consciente y sincero.

Llevo días escuchando críticas hacia la chirigota ganadora, no por su calidad como agrupación carnavalesca, sino por su escenificación cómica de una Misa en el escenario del Siete Colinas. Aquellos que me conozcan bien, saben que yo no soy especialmente practicante como Cristiano y que mi interés por las imágenes religiosas se reduce a la pasión que me ha transmitido mi mujer, a una admiración justificada por su belleza estética y a un respeto y devoción profundos a lo que representan. No suelo ir a la Iglesia, ni siquiera rezo, aunque sí que miro al Cielo y pienso en Dios muchas veces al día, dando las gracias por hacerme sentir afortunado junto a los míos. Por ese motivo, quizás mi respuesta ante esas críticas ha sido emitida siempre desde un punto de vista menos “cristianamente ofendido” que el de otras personas.

Para mí, aquí es donde empezamos a “mojarnos”, Alberto Mateos y su gente han hecho un gran favor a otra chirigota, la de los hermanos Pérez. Sí, como suena, un grandísimo favor. La explicación es muy sencilla, si una chirigota se ha llevado un primer premio “ridiculizando” a la religión Cristiana...¿quién tiene narices ahora de decirle a los Pérez que no hablen de los musulmanes?, ¿quién les va a pedir explicaciones por haber ofendido al “moro”?, ¿es justo ahora pensar que se hizo bien quitando un primer premio y denunciando a una chirigota por los mismos motivos que otra ha utilizado para ganar, pero con una religión diferente?. Y más aún, yo todavía no he visto a los Pérez colocar una Mezquita en un forillo, vestirse de Imanes y ponerse a ridiculizar un rezo de rodillas y con la frente en el suelo. Si eso ocurriera, le meten fuego al Siete Colinas con nosotros dentro.

La diferencia de trato, la discriminación positiva, se produce porque los musulmanes levantan la voz y protestan a la mínima, protestan tanto y de manera tan incisiva y molesta que consiguen siempre lo que quieren, los cristianos no. Eso no es una crítica negativa, sino un sentimiento de admiración por su manera de unirse y alzar la voz luchando por lo que quieren. No es una opinión que puede estar cargada de subjetividad, sino una realidad como un templo, moro o cristiano. Con todos mis respetos para ambos lugares sagrados.

Después de utilizar las palabras admiración y respeto por los musulmanes espero que quede claro que no justifico ni comparto actitudes xenófobas o racistas. Siempre digo lo mismo, yo estoy en contra de las personas que son negativas para la sociedad, sean blancos, negros o verdes con antenitas. Un racista es aquel que está en contra de cualquier otra raza que no sea la suya y yo todavía no he visto a ningún ceutí elevar protestas por los chinos, los negros (que también los hay musulmanes), los hebreos, los romanís, los evangelistas, etc. Se elevan protestas y se cantan pasodobles en contra de algunas pandas de parásitos dañinos que pueblan nuestra ciudad, su religión es lo de menos, porque en su religión también hay grandes hombres y mujeres.

En definitiva, que si es Carnaval y todo es “perdonable”, lo debe ser para unos y para otros, antes y después. Yo no pido que se castigue a “Los Granillos de Arenilla”, que para mi han hecho la mejor chirigota de sus últimos años, lo que digo es que no se debió castigar a aquellos Polluelos nunca. La hipocresía que se respira actualmente en relación a este tema está siendo realmente patética y me da bastante vergüenza ajena oír justificaciones con argumentos etéreos a todo lo que he planteado en los párrafos anteriores.

Todo esto, lo dice alguien que, con su comparsa, ha ganado un concurso cantándole a un Crucifijo y a la Policía, dos protagonistas de un repertorio escrito de manera consecuente con una forma de ver la vida, que se ven afectados, cada uno por un motivo diferente, por la polémica aquí expuesta. Me apoyo en eso para permitirme el lujo de opinar sobre este tema humildemente, pero de manera clara.

No me posiciono en contra de una chirigota, creo que queda claro que esa no es mi intención, me posiciono a favor de otra, la de los Pérez. Una chirigota que lleva cuatro años de juicios y presiones de todo tipo porque alguien se sintió ofendido por palabras que se llevan escuchando desde el principio de los tiempos en Ceuta, pero que, por una vez, se dijeron en un escenario, mirando a los ojos del público... con los cojones que a muchos otros nos han faltado siempre.

Feliz Carnaval
 

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