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OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE FEBRERO DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

La gallina de los huevos de oro

Por Ramón Cutillas García


En las dos colaboraciones anteriores quedaron enmarcados que para el desarrollo del ESTADO DEL BIENESTAR eran fundamentales en un orden de prioridades:

-En primer lugar el EMPLEO.

-En segundo lugar la FUERZA DEL TRABAJO.

Desde esta perspectiva en la que siempre estuve posicionado, es desde donde se puede conseguir lo expresado en el informe que emití para el PP sobre el desarrollo y fortalecimiento del ESTADO DEL BIENESTAR, cuyo :

“... fundamento… se encuentra en la creación de empleo hasta poder alcanzar no tan sólo el pleno empleo para que nuestros conciudadanos se integren de forma plena y continuada en el mercado laboral sino que podamos generar aún más empleos, como para poder importar mano de obra temporal que nos permita generar más bienes de los que son necesarios para cubrir cualquiera de las contingencias sociales que en nuestra sociedad se pudieran establecer, con lo cual se garantizaría El Estado del Bienestar, para generaciones venideras.

Conseguido este objetivo, prioritario por fundamental e imprescindible, conseguiremos los siguientes efectos inmediatos:

Uno .- Integración en la sociedad de cada uno de los individuos que la componemos.

Dos.- Generación de riquezas que nos permitirán:

a) aumento del Gasto Social en :

Educación y formación. Prestación prioritaria para “... luchar contra la exclusión social... machacando valores a los individuos como la solidaridad, la humanidad, la responsabilidad ... “

Con esta base generadora de riquezas y propiciando desde las

instituciones del Estado la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES podremos fácilmente conseguir la :

-Defensa de la unidad familiar, como base de una sociedad civil fuerte, mediante la:

-Protección a las familias numerosas

-Favorecimiento a las familias de renta baja

-Favorecimiento a las familias de nueva creación

-Favorecimiento a los jóvenes en su primer empleo o en su primera empresa

-Favorecimiento de los disminuidos físicos o psíquicos para su integración en el empleo estable

-Integrar a la tercera edad en todos los niveles de la sociedad inclusive si su voluntad es continuar en un empleo, aboliendo con ello la edad de jubilación, marcando tan solo el de la jubilación voluntaria.

En resumen, fortalecer un ámbito de gobierno bajo cuyo paraguas, nos sintamos protegidos todos aquellos que lo integramos de cualquier contingencia que la vida nos pudiera deparar.

Creo que lo expuesto es la síntesis de muchas las apetencias ideológicas contenidas tanto en partidos de izquierdas, como de derechas o de centro, por lo que bajo ningún concepto podemos aceptar que el siglo XXI representa el final de las ideologías. Otra cosa muy distinta es que nos podamos encontrar entreabriendo las puertas para que desaparezca la civilización a la que estamos adscritos, hecho este en sí, que no nos puede alejar de persistir en el perfeccionamiento de la que se nos puede ir.

Yo no pierdo la esperanza de que algún grupo de políticos, con SENTIDO COMÚN, nos quite de en medio a los DESCEREBRADOS que lo están propiciando, por ser no tan sólo éstos unos completos ineptos como políticos, sino estar inmersos, como nos decía “ JOSE MARÍA GARCÍA”, dentro del conjunto de los “TRINCONES, ABRAZAFAROLAS, LAME …” y el largo etc. de calificaciones, que este periodista y gran locutor deportivo, nos transmitía antes de ser “defenestrado” por una macro conspiración, tanto en volumen económico como en personas, para eliminarlo de las “ondas”.

Y si no saliesen a la palestra en poco tiempo, el conjunto de políticos que nos extirpen a estos “CENUTRIOS”, evitándonos extinguirnos como civilización, y que se implantaron con el engaño de traernos una paradisíaca DEMOCRACIA que nos prometieron crearnos, no nos quedará más remedio que buscar los medios para que el conjunto de los ciudadanos maltratados, entre los que me encuentro, nos unamos y busquemos la manera de evitarlo.

Y para ello nada mejor que pedirle, a nuestra clase dirigente que busquen a las personas más idóneas... los “brujos”, que calibren y le hagan sacar la máxima potencia al motor que impulse la economía de la sociedad que tenemos o de la que a de venir, para que al igual que a nuestro “FERNANDO ALONSO” le perfila a sus técnicos de Ferrari el motor y la aerodinámica de su fórmula uno, los grupos políticos deberán consensuar, sobre qué brujo/s, depositan la confianza que perfile y empuje nuestra economía.

Y si el motor de nuestra sociedad está compuesto de dos tiempos, es incuestionable que ninguno de los dos puede ir en perjuicio del otro, y que lo lógico es que ambos se beneficien del conjunto social en el que generan riqueza.

Lo que no se puede hacer, aunque se haga con la mejor voluntad y desde el convencimiento que con ello se está favoreciendo al conjunto social del Estado donde se implanta, fue lo que proyectó Franco, con el “Motor” de la economía en la que apoyó su Régimen, y cuyo diseño lo pergeño de la interpretación que hizo de la UTOPÍA de Tomás Moro, y de los equívocos que establecieron los “intelectuales” generacionales al DICTADOR, que instituyeron, que no había más socialismo, que el denominado comunista. Y que éste se fundamentaba en los controles que ejercía el Estado, entre otros el de los medios de producción , lo que le llevó, por la inquina que le tenía al comunismo ruso, a la creación del “COMUNISMO A LA GALLEGA”, cuyo fundamento se encuentra recogido en la primera de las Leyes Fundamentales de su RÉGIMEN, el FUERO DEL TRABAJO, y el desarrollo legislativo que de ella se hizo, que conllevó un gravamen disparatado sobre el EL EMPLEO, al quedar recogido en éste, dos fuerzas contributivas muy onerosas, y “muy a la gallega”:

Una.- La que se establecía para el soporte de los Presupuestos Generales del Estado, gravando el empleo como si de un módulo tan solo generador de riqueza se tratase.

Dos.- Las que lo gravaron para el soporte de las cargas sociales del trabajador.

Cargas las expuesta que obligaron al empresariado en la década de los cincuenta a una huida hacia delante, aperturando nuevos puntos de venta para dar cabida a sus empleados, en detrimento del servicio que éstos prestaban en sus puestos originarios, perdiendo con ello la supremacía en el motor de la economía franquista, el puesto de trabajo o sea EL EMPLEO, para recalar esta supremacía en la FUERZA DEL TRABAJO. Disparatando con ello la más básica de las leyes de la economía social el gravamen sobre el puesto de trabajo. Aunque hay que reconocer también que el DICTADOR, mantuvo un gran equilibrio en otra de las circunstancias fundamentales para el sostenimiento del Estado, según criterio recogido por Adam Smith:

“… Proporción entre el número de los que están empleados en un trabajo útil y los que no lo están. ...”

Esta tergiversación conceptual sobre la priorización de la FUERZA DEL TRABAJO, sobre EL EMPLEO, ya quedó perfectamente ejemplarizada en mi colaboración del pasado domingo. A la vez que el “COMUNISMO A LA GALLEGA”, cuyo contenido social nadie creo se puede atrever a cuestionar pese a la ironía que conlleva para ésta ESPAÑA nuestra. Ya que su aprobación y refrendo multitudinario, lo ejemplarizo en la manifestación celebrada en Madrid recientemente, donde al igual que el Franquismo movilizaba las MASAS para concentrarlas en la Plaza de Oriente. Las Centrales Sindicales movilizaron a sus liberados, y algún que otro laboral, para que acudiesen a la congregación a celebrar en la capital de los “reinos plurales de España”.

Fletaron autobuses, colapsaron los “AVES”, se dicen que algunos marcaron diferencias cogiendo aviones. Las “LENGUAS DE DOBLE FILO, a las cuales no creo, comentaron que se marcaron diferencias en las viandas que se proporcionaron.

Hubo enseñas, banderas, pancartas, cánticos y la algarabía propia de cualquier concentración social, sea laica o religiosa o política o social. Al fin y a la postre, todas estas concentraciones son reivindicativas, y aunque muchos la criticasen y afirmasen que tan sólo les faltaban, para identificarla de manera univoca con las “REIVINDICACIONES HACIA FRANCO” , en su más genuino espíritu, la bandera rojo y gualda y la enseña del águila imperial, y el “cangrejo”.

He de discrepar del sarcasmo que conlleva dichos comentarios, ya que aunque la manifestación no contuvieren las enseñas especificadas, no por ello, no dejó de ser una manifestación de adhesión hacia Franco, o cuanto menos, hacia su política laboral y con ello un reconocimiento implícito, al quedar explicitado en la aludida manifestación, la defensa intrínseca de los derechos, que los laborales adquieren sobre la empresas que los contratan a través de la antigüedad legislada.

Política la expuesta, que creó bastantes pérdidas de empleo, y que ahora, comprobados los efectos que conllevó, habría que sentarse para corregirla, sin que ello implique ninguna merma económica sobre los DERECHOS CONTRAÍDOS, ni ignorar que los males que nos aquejan, tan sólo son atribuibles a los DESCEREBRADOS que se cargaron la GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO, pensando que todo en ella era oro, y que legislaron de modo y manera que las cargas fundamentales del Estado recayesen sobre el empleo.

Y cuando fallecido “EL JEFE DE ESTADO”, que la memoria histórica, ahora nos quiere traer que, “NUNCA HUBO”, llegaron aún más descerebrados, y viendo que los recursos acumulados en el anterior Régimen procedían de un manantial que estimaron inagotable, procedieron a incrementarle más y más y más costos al EMPLEO, como si de un pozo sin fondo se tratase. Y sin darse cuenta que nuestro ingreso en EL IMPERIO ÚNICO, o sea, LA GOBALIZACIÓN, nos creo una economía tan ficticia y tan absurda, que en la actualidad nos está hundiendo.

Así que o nos ponemos a elaborar cómo salir de la indigencia en la que nos han colocado los que “SEAN”, que dicho sea de paso, son las antípodas de lo que nos vendieron, como si de burdos trileros se tratasen, y procuremos salir con nuestro esfuerzo en pro de una supervivencia digna o nos veremos casi todos en la pobreza.
 

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