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OPINIÓN - MARTES, 20 DE ABRIL DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

La naturaleza no tiene freno
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Eso nos está demostrando estos días la erupción del volcán Eyjafjalia en Islandia, que tiene a medio mundo paralizado y según vayan soplando los vientos de un lado o del otro puede afectar al otro medio.

Islandia, allí donde sólo están unos cuantos de miles de personas, el lugar hacia el que el turismo no llega, de ordinario, alejada de casi todas partes, ha logrado ser, por unos días, el centro de atención mundial, cuando su volcán, que llevaba bastante tiempo dormitando, se ha despertado y ha puesto firmes a todos los países en el hemisferio norte y en el sur, de este a oeste.

A España, parece que en eso somos los de la suerte, decían que no llegaba nada, pero mira por donde se ha encontrado tan afectada como cualquier otro país y una gran parte de sus aeropuertos no han podido operar ni a medio rendimiento y a las pruebas nos podemos remitir con el viaje del Barça a Milán, hasta última hora.

Y que las repercusiones del volcán y sus cenizas afectan directamente a unos y a otros en sus enlaces o en las líneas que tenían que coger, lo tenemos en el hecho de que incluso el aeropuerto de Málaga, que no está demasiado cerca de Islandia, el sábado llegó a cancelar hasta 61 vuelos, por culpa del volcán islandés.

Es curioso, pero podría afectar indirectamente, también, a ciertos pasajeros que se desplazan desde Ceuta a Málaga en el helicóptero, puesto que si tienen que enlazar con otras rutas, una vez en Málaga, depende de por qué rutas vayan a viajar, para poder seguir el camino elegido, o tener que aguardar hasta mejor momento.

Así estaba la situación hasta el mediodía del sábado, que es cuando AENA reabrió todos o parte de los aeropuertos que estaban cerrados.

Tres días consecutivos, no fueron unas simples horas, la nube de cenizas lanzadas por el volcán de Islandia afectaron al tráfico aéreo de toda Europa.

Está claro, no vivimos aislados, la situación de globalización que domina todas las parcelas, no podía ser menos en el campo de las comunicaciones, que han recibido auténticos estragos para miles de viajeros que han tenido que permanecer anclados en los aeropuertos o dedicarse a “hacer turismo”, en contra de su voluntad, en las ciudades en las que fueron atrapados.

En España, naturalmente, los que más se vieron involucrados fueron los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Málaga, además del de Palma de Mallorca, en los que se suspendieron por encima de los 2000 vuelos, la casi totalidad de los que estaban programados.

Y las expectativas de optimismo tardaron en llegar, puesto que para el domingo, ya era el cuarto día, a última hora de la noche, la compañía de más movimiento en España, Iberia, mantenía cancelados todos los vuelos dirigidos al centro y al norte de Europa.

¿Qué se puede hacer en unas circunstancias como ésta?. Realmente no hay mucho que pueda llevarse a cabo, especialmente en trayectos largos. Bien es cierto que en trayectos de tipo medio, el ferrocarril, especialmente el de alta velocidad, puede atenuar un poco la situación. El barco, en viajes hacia las islas, también paliará algo los problemas, pero todo ello no son más que parches, que el hombre en circunstancias de este tipo, trata de poner, cuando quien provoca la situación es el rugido de la naturaleza.
 

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