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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE ABRIL DE 2010

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Los jueces “cómplices” de las
torturas del franquismo

 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Supongo que los jueces del Supremo a quien el ex fiscal Jiménez Villarejo ha acusado en público y ante las cámaras de ser “cómplices de las torturas del franquismo” le meterán una querella por calumnias a este patético gaga. O no. Depende de si les da lástima y pasan, tanto de él como de todo el lastimoso contingente de progres casposos que, aquejados de hemofilia política porque, sus heridas nunca han dejado de sangrar, se dedican a hacerle la clá a Garzón por su investigación de los “crímenes del franquismo”.

De los “crímenes de los rojos” ni pío, de hecho, servidora, como descendiente directa de mi tío abuelo, el estudiante de Derecho de veinte años, Lorenzo Iniesta Huertas, asesinado en Paracuellos del Jarama por orden de Santiago Carrillo, va a tener que demostrar, con otro puñado de españoles, que los genocidios no prescriben y presentar el magnífico libro de Esparza, mi amigo del alma, sobre los crímenes de Carrillo en el Tribunal de La Haya para pedir justicia. Y supongo que los progres subvencionados aplaudirán también con entusiasmo, porque ni amnistías ni leches, los crímenes contra la Humanidad no tienen prescripción. Por mucho que la izquierda haya venerado durante años al carnicerito de Paracuellos, ante el silencio cobarde e hipócrita de los malabaristas de las componendas y del relativismo moral.

Llamar a los tipos del Supremo “cómplices de las torturas del franquismo” no me parece un ataque a la independencia del Poder Judicial en la que muchos no creemos ¿De qué si no los mamoneos de los partidos en la elección de la patulea de miembros del Consejo General del Poder Judicial? Los insultos del abuelo Cebolleta que es Villarejo me parecen sencillamente la imputación de un delito perseguible de oficio, es decir, una calumnia y no me gusta que calumnien alegremente, ni a los jueces ni a nadie. De hecho, si los del Supremo no reaccionan como fieras perderemos la confianza. Algunos confiamos algo en los criterios de este Tribunal, porque dicta algunas sentencias que están muy bien. Aunque yo, por el alto tribunal, haría desfilar de refresco a magistrados de primera de Audiencias Provinciales, de esos que saben más de lo que les han enseñáo y parece que llevan un viejo en la barriga. Los de Ceuta, Granada, Melilla, Toledo… Hay primeros espadas en muchos despachos de Audiencias , tipos que comprenden que, el respeto a quienes imparten justicia no se impone con amenazas, sino que se merece y se obtiene a pulso. Ese, el que se siente ante quien lo merece, es el auténtico respeto. El impuesto coercitivamente, bajo la sombra del castigo, no es respeto, es miedo. No hablo de miedo a la Ley, porque nadie honrado tiene que temer una represalia que no merece, sino… ¿Qué no les cante por bulerías, que ahí están las veintidós criaturas detenidas, asustadas y no imputadas de la Ballena Blanca? ¿Qué ahí está el primer administrador judicial de la familia Roca, el del destrozo patrimonial y no le ha pasado nada? Vale. Componendas y lagunas negras como la pez las hay ¿O es que no recuerdan los años de cárcel de Ruiz Mateos por Rumasa? Pero, para las ordalías jurídicas está Mister Proper, es decir, Estrasburgo, que al final pone a cada “listillo” en su lugar.

Como La Haya enmienda silencios culpables y miopías perniciosas. Y las cárceles están a rebosar de criaturas por los nuevos delitos de tráfico, las multas son tan terribles que los pobres y los trabajadores no las pueden pagar y entonces les encarcelan y les arruinan la vida. Pero ni la UGT ni CCOO ponen el grito en el cielo por esta maldad inenarrable contra las economías débiles. Pasan de ellos. Lo importante es que a Garzón no le empapelen ni por pedir el certificado de defunción de Franco, por las suculentas andanzas americanas ni por las escuchas ilegales del Gurtel. ¡Tampoco es para tanto! Por lo menos no mandó detener y encalabozar a veintidós inocentes, como otros que andan tan felices. ¿Justicia? Bueno, que le metan un paquete al anciano Villarejo para que tengamos algo con lo que poder entretenernos los próximos días y así no recordaremos con angustia y con susto que, a diario, hay mil parados más en España y en las cárceles se pudren españoles por no tener dinero para las multas. ¡Puag!.
 

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