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OPINIÓN - DOMINGO, 2 DE MAYO DE 2010

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

El pacto de nunca acabar ...


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

El pacto de Estado por la Educación, parece, por fin, que ya ha entrado en su fase decisiva. Su texto, compuesto por doce objetivos con 148 medidas para lograrlos. Para el próximo día 6 de Mayo, se sabrá si hay o no pacto.

Entre las novedades destaca una, referida a la enseñanza del castellano (español), cuya garantía era una de las reivindicaciones irrenunciables para el Partido Popular. El Gobierno ha optado por una decisión genérica, considerando la competencia lingüística como la clave para el desarrollo personal, profesional y social, instando a “poner las medidas necesarias para que, al acabar la enseñanza obligatoria, todos hablen y escriban correctamente el español. Con esto es suficiente.

El plan, previsto para la próxima década, abarca todos los ámbitos de la educación, desde los más pequeños hasta la Universidad, pasando por los docentes y ha sido elaborado a partir de 131 documentos. Para los maestros, Educación plantea la creación este mismo año de un Estatuto del Docente, que recoja los derechos y deberes de los maestros. ¿Y el reconocimiento de su autoridad?

Además de los representantes de las Comunidades Autónomas y los partidos políticos, el Ministro también recibió a los Sindicatos y las Confederaciones de Padres y Madres. En general, los dos colectivos recibieron con optimismo el documento. Las organizaciones sindicales, Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza, la Central Sindical Independiente y de funcionarios, la Confederación Sindical de Trabajadores de la Enseñanza… todos coincidieron en destacar que la propuesta inicial mejora la educación, aunque con matices. En resumen, aquellos que han visto mejoras en beneficios de sus propios intereses, aunque demasiado “blando”, están de acuerdo.

El líder de la oposición, Sr. Rajoy, realizó unas duras declaraciones –calificadas en medios educativos como una forma de dar por roto el pacto- manifestó que las medidas para alcanzar un pacto educativo son insuficientes y “no entran en lo fundamental”… acusó al Sr. Ministro de no haber sido capaz de superar las presiones de su partido y de personal que piensan más en los términos de sectarismo que en mejorar la educación.

Por otra parte, afirmó el Sr. Rajoy, que el texto no recoge sus exigencias, entre ellas las de garantizar la enseñanza del castellano (español) e impulsar programas comunes en todas las Comunidades autónomas. Que la propuesta incluye varias medidas que el PP puede aprobar, pero que no entran en lo fundamental. Subrayó que el problema de estas medidas es lo que falta, lo que no tiene, y reprochó al Gobierno que “no ser valiente y coja el toro por los cuernos”.

En síntesis, en la Comisión Nacional de Educación del PP, el sentir general era contrario a la propuesta realizada por el Gobierno, pero diferían los argumentos, que en algún caso, fueron “subido de tono”.

Por el lado del Gobierno, el Sr. Ministro aseguró que él “ni presiona, ni se deja presionar”. Y continuó: “Yo lo que he encontrado en el PSOE es mucho apoyo a lo que pienso y defiendo”. Ahora es el momento de analizar el documento y el texto, y no de hacer grandes declaraciones. Lo que me importa es lo que dice el contenido de los doce objetivos y las acciones que proponemos”.

El fecha 6 de Octubre de 2009, con el título “El optimismo del Sr. Ministro”, di a conocer, en las páginas de este diario, en primer lugar, su idea sobre la posibilidad de un Pacto sobre la Educación, que permita conjugar los legítimos intereses encontrados, y que precisa nuestro presente y futuro como país…

Mostré mis escepticismo, en especial cuando conocí las manifestaciones del Presidente del Partido Popular: “Quienes liquidaron la Ley de Calidad de la Enseñanza (LOCE), los mismos que han impuesto la asignatura del puro adoctrinamiento, como la EpC, y son capaces de garantizar la libertad lingüística, deben reflexionar. (Para el Sr. Rajoy, nada nuevo. Sólo la imposición de su rechazada LOCE).

El titular de Educación se dio un plazo hasta finales de 2009, para contactar la viabilidad del Pacto. Después ha ido dando distintos plazos hasta llegar al “parto”, ocurrido el jueves día 22 del saliente mes de Abril, para que el siguiente “¿definitivo?” sea el día 6 de Mayo del presente año.

Desde el momento de la publicación del “acuerdo posible” del Sr. Ministro (14/06/09) he realizado un estricto seguimiento de las evoluciones del mismo. Veinte documentos, juntos a gran número de artículos relacionados con el tema, forman mi archivo. Desde el primer artículo del Sr. Ministro, bajo el título “Por el Gran Pacto educativo en España” hasta los diecinueve de expertos en la materia, dos puntos de encuentro se produjeron: en primer lugar la ineludible necesidad de salir del encharcamiento en que se encuentra nuestra educación; en segundo lugar, que la política no interviniera en el proceso educativo, es decir, que los políticos que entren en la “negociación” se desvinculen de la política cosa que, al parecer, sería difícil.

De los veinte documentos, algunos relacionados exclusivamente con la Universidad, me llamó poderosamente la atención, el de D. José Antonio Marina, filósofo y escritor, muy comprometido con la educación. Así se manifiesta en una parte de su exposición: “El sistema educativo es un diplodocus dormido al que hay que despertar. El gran Pacto Educativo nos implica a todos. Recordaré, una vez más, que lo más sabio que he oído sobre educación es un proverbio africano que dice: “Para educar a un niño, hace falta la tribu entera”. Y de ahí se deriva otro lema inevitable: “Para educar bien a un niño, hace falta una buena tribu”. Pues, manos a la obra.” Por mi parte, ¡Suerte Sr. Ministro!
 

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