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OPINIÓN - DOMINGO, 6 DE JUNIO DE 2010

 

OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

Depende de la maldad
 


Javier Cherllarám
javiercherllaramt@elpueblodeceuta.com

 

Esa que a veces me ha hecho falta, para contrarrestar muchas situaciones vividas, que me han causado una angustia de mil demonios, de esas que te dejan la caja torácica hecha misto. El otro día me pasaron una serie de historias enrevesadas, que de las que decía mi abuelo que esos eran los días de mejor no salir de casa, siempre me decía algo que como se derramara aceite, el día iba de culo. No sé si pierdo aceite pero tendría que mirar por el tapón del carter....

Lo mejor de aquel día funesto, fue la obra social que hice por la mañana temprano. un señor minusválido no podía subir el Paseo del Revellín, la gente iba sin ton ni son, y nadie reparaba en que el pobre hombre, no daba ni medio metro y tenía la cuesta caballa empinada. Me acerqué súbito y veloz y lo llevaba casi en volandas por el Revellín, el pobre hombre me agradeció el gesto y que lo dejase en la Oficina de Correos. Que de hipocresía y letra  menuda se traen las gentes sociales y demás paranoyas, a fin de cuentas, me sentí feliz por hacer un gesto humanitario. Hacen falta esos gestos en Ceuta y no salír a la gran puñeta a darese golpes de pecho, eso va por algunos.

  De sufrimientos, de no tener esa maldad que haya tenido que tener, de chivatos y de pelotas, de trincones y trepas, menos mal como dicen muchos árabes, Dios está mirando arriba, de poder disfrutar del sabor del café para un desayuno y una merienda.

De como se está perdiendo la eduación y la cortesía, los que teníamos la edad del pavo a principios de los ochenta, teníamos unos modales, unos galanteos con las chicas, ahora de noche, en las zonas del Poblado y bares de copas, se acercan los que trabajan en lo que se debe y puede, verdad Cristian...

Que parecen chaperos de turno, y me decía en ese momento, no soy el poste de la luz, soy un tío.. a cinco centímetros tuyo y por el forro..., luego vienen los puñetazos y cabezazos, no me extraña, como dice el Sr. Comisario, mira que meterse en ciertos sitios. Al final con la cabeza echando humo, llego descompuesto al gimnasio y no sé por donce empezar. Sin olvidarme del desayuno , de tres colegas, que trabajan en un sitio funcionarial, que no digo por no herir la sensibilidad del lector, que fueron a desayunar a las 10.05 y volvieron a las 11.44, y yo con el café en el gaznate con la magdalena. Y no será por maldad...
 

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