PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 15 DE JUNIO DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

Periodismo sublime
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Participaba yo en una reunión para darle tarea al ocio, la semana pasada, cuando un componente de ella trató de indicarme el camino que debían seguir mis opiniones. Cada vez que el susodicho abría la boca era para hacerme recomendaciones sobre lo que más me convenía decir en esta columna. Y, claro es, se le notaba mucho que sus palabras trataban de aleccionarme acerca de que no hay nada mejor que ponerse siempre de parte de quienes manejan el dinero. Aunque intentara por todos los medios demostrarme que su mayor interés radicaba en advertirme de que ya era hora de que cortara esa hemorragia de enemistades que me he ido ganando con el paso de los años.

De modo que lo mejor para mí, según él, consistiría en disfrutar mucho el resto de mi vida. Que, tras analizar detenidamente mi edad, le habrá servido para calcular que es un resto poco fiable. O sea, de los que ya no admiten hacer planes ni tan siquiera para el siguiente fin de semana. Eso sí, le faltó decirme, si bien estuvo a punto de soltarlo, lo importante que sería si me diera por imitar ese periodismo sublime que tanto gusta a los suyos.

Quien así se expresaba, con la corrección debida, pero dejando entrever que si se lo propone puede tener tripas por estrenar, entre otras obligaciones tiene la de leerme todos los días. Y por lo que he podido colegir de sus palabras, estoy convencido de que los suyos llevan ya mucho tiempo bisbiseando maldades contra mí. Poniéndome de vuelta y media en cuanto se encarta. Cuando no tildándome de ser un tipo atravesado. Un sieso manido que ni siquiera ha querido escuchar atentamente proposiciones de empleos públicos, tan bien remunerados como escasos de trabajo, hace apenas nada.

Y es que uno sigue pensando que acertó al elegir esta Casa para escribir, tanto tiempo como su propietario decida seguir aguantando mi forma de ser y yo la suya. Que no es tarea fácil. Máxime cuando los dos sabemos sobradamente que contamos con muchos individuos dispuestos a llevarnos la contraria por sistema, por decirlo amablemente; y si embargo no pocas veces mostramos nuestros desacuerdos en cómo combatirlos.

Por lo cual creo que sería absurdo por mi parte, como ustedes comprenderán, continuar defendiendo a ultranza al político más valorado de esta ciudad, valorado y votado, de sus enemigos más encarnizados, si éste prosigue dando también pruebas evidentes de apreciarnos menos de lo debido. Porque a mí, a medida que he ido cumpliendo años, me ha dado por aferrarme cada vez más a lo que decía el general Miranda, que no dudaba en proclamar lo siguiente: “A los que me quieren, los quiero; a quienes no me quieren, que me respeten; y a los que no me respetan, que me teman”.

Así, la próxima vez que se me vuelva a insinuar por parte de alguien perteneciente al grupo de los que mandan, lo bueno que sería que mi pluma se dedicara a hacer de la lisonja una labor diaria al servicio de los suyos, la respuesta será manifiestamente contundente: no escribo yo, excepto cuando me sale de los... adentros, a favor de nadie.

No vaya a ser que con el paso del tiempo, a cualquier político amante de las sutilezas y capaz de hacer de la hipocresía la vaselina de las relaciones sociales, le dé un día por referirse a mí cual escribidor sublime. Y seguro que volvería a morirme.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto