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sociedad - MIÉRCOLES, 23 DE JUNIO DE 2010


antonio merlán. reduan.

entrevista / Antonio Merlán, jefe ULOG 23
 

«Me he sentido totalmente identificado con el pueblo de Ceuta: me he sentido en mi propia casa»

El coronel jefe de la ULOG 23, Antonio Merlán Galán, destaca la importancia, durante su mando de la unidad, de haber podido hacer honor al que es su lema: “Servir para servir”
 

CEUTA
José Manuel Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Antonio Merlán Galán, gallego, comenzó su carrera militar en el Campamento de Instrucción de Reclutas de Figueirido, en Pontevedra. Desde ahí, ha llegado a ser coronel y jefe de la Unidad Logística número 23 de la ciudad, un puesto que lleva ejerciendo desde julio de 2007 y que en breve va a abandonar para ingresar en la Secretaría Técnica de la Dirección de Sanidad del Ejército de Tierra en el Cuartel General del Ejército en Madrid. Antonio Merlán hace un balance de lo que han sido sus años en Ceuta y al mando de esta unidad y señala que se ha sentido totalmente identificado con los ceutíes mientras que destaca que ha podido hacer honor al que es el lema de la ULOG 23: “Servir para servir”.

Pregunta.- ¿Cuándo comenzó su mando en la Unidad Logística número 23?

Respuesta.- Estando destinado en el Cuartel General de la Comandancia General de Ceuta, al ascender a coronel en el mes de julio del año 2007, tuve la suerte de que, en el de septiembre, quedara vacante esta unidad y me destinaran para ejercer su mando.

P.-¿Cuáles son las principales operaciones que ha llevado a cabo en esta Unidad? ¿Cuáles recuerda con más cariño?

R.-Lo que yo considero más importante, ante todo, es haber podido hacer honor al lema de la Unidad Logística, que es el de “Servir para servir”. Para mí ha sido muy importante el haber apoyado a todas las unidades de Ceuta en su misión. Sí recuerdo, sin embargo, con especial cariño y orgullo, operaciones como los apoyos a la población cuando ha quedado cerrado el Puerto -con agua, mantas y alimentos calientes-, el apoyo destinado a la Cruz Blanca -de planificación, vestuario o comida- y el apoyo a las distintas actividades infantiles que se han realizado en Ceuta tales como las acampadas o las competiciones.

P.-¿Qué le han aportado estos años?

R.-Desde luego, formación personal; desde el punto de vista militar y social pero, sobre todo, desde el moral. Me he sentido totalmente identificado con el pueblo de Ceuta y en todo momento he sentido su apoyo y su calor: desde que llegué a la ciudad me he sentido como en mi propia casa. Siendo como soy, gallego, he desfilado con el Cristo de Medinaceli, he participado en las jornadas de la UNED, en las fiestas de la Tertulia Flamenca y en la Feria, he dado la vuelta al Hacho y comprado en el Tarajal y he participado en muchas otras actividades como un ceutí de toda la vida.

P.-¿Qué valores le ha aportado la vida militar?

R.-No quiero presumir, ni decir que los tengo, pero, en contra de lo que muchas veces se suele comentar, pienso que la vida militar forma el sentido común, el espíritu de sacrificio y la responsabilidad y te enseña a trabajar en equipo y a respetar a las personas. Hoy en día un militar asume como suya la defensa de los derechos humanos.

P.-¿Tiene algún consejo para los jóvenes que van a ingresar en la vida militar?

R.-Se tienen que entregar y también disfrutar de una vida sana con valores éticos en la cual, como en todas las demás actividades a las que todos tenemos que enfrentarnos, hay alegrías y penas, momentos de sacrificio y de descanso. Sin embargo, con trabajo y con constancia, las alegrías siempre superarán con creces a las penas.

P.-En estos momentos, con la crisis económica tan dura que estamos padeciendo, muchos jóvenes están volviendo su mirada a la vida militar como un trabajo seguro y bien remunerado. ¿Cree que la vocación para ingresar en este mundo es básica y no únicamente la oportunidad de tener un buen puesto de trabajo?

R.-El ingreso en la vida militar puede responder a muchas razones y desde luego que una de ellas es el tener un buen trabajo. Sin embargo, la mayoría de las personas, una vez dentro de este mundo, se identifica con los valores militares y se encuentra a gusto con lo que hace en esta profesión: yo diría que encuentra su vocación en la defensa de estos valores. Y ya dentro del Ejército, hay muchos destinos y tareas donde las habilidades de cada uno intervienen y se encuentra más o menos a gusto; aquí hay lugar para todo el que tengo algo que aportar. En mi opinión, la gente que no se identifica con esos valores no se encuentra bien desde el primer momento y se le hace muy difícil mantenerse en la vida militar.

P.-¿Cuál va a ser su próximo destino?

R.- Mi próximo destino será la Secretaría Técnica de la Dirección de Sanidad del Ejército de Tierra en el Cuartel General de Madrid. Un campo muy amplio el de la Sanidad Militar, que se encuentra en los últimos años sumergido en una constante reestructuración y mejora.

P.-¿Va a echar de menos Ceuta? ¿Qué es lo que Ceuta le ha aportado en el campo profesional y en el personal?

R.-Lo primero que voy a echar de menos es la calidad de vida de la que se puede disfrutar en esta ciudad. Tu playa, tu paseíto, el poder ir siempre a casa a comer, el no coger el coche más que de vez en cuando, el clima templado y agradable... Me estoy viendo en Madrid en el mes de agosto sudando, sin poder ir a casa a comer, todos los días dos horas de metro o de autobús... Pero también voy a echar mucho de menos esa integración con la gente, ese apoyo, esa participación en los Arriados de la Bandera Nacional, en las Patronas. Y, por supuesto, el poder ir de uniforme por la calle, el vivir la vida de una Unidad, el ver de forma casi inmediata los efectos de tu trabajo: son muchas, muchas, las cosas que voy a echar de menos de mi vida en Ceuta.
 

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