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ACTUALIDAD - DOMINGO, 27 DE JUNIO DE 2010


estadística. reproducción.

ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA EN LA CIUDAD AUTÓNOMA
 

El tipo de maltrato infantil más frecuente es la negligencia o abandono en niños de 1 a 4 años

Las barriadas Príncipe Alfonso y Hadú presentan el mayor número de casos,
un 18,8% del total 4La diferencia entre
sexos es inexistente con respecto a
las denuncias interpuestas
 

CEUTA
Cristina Marzan

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Un estudio encargado por el Área de Menores de la Ciudad y elaborado por el experto Santiago Real, profesor del Departamento de Psicología Experimental de la Facultad de Humanidades, ha demostrado que el tipo de maltrato infantil más frecuente en la ciudad autónoma es el abandono o negligencia, y que el mayor porcentaje de casos que se da está en la franja comprendida entre uno y cuatro años. Atendiendo a las zonas residenciales, esta problemática afecta, en mayor grado, a Príncipe Alfonso y Hadú, mientras que por sexos, apenas existen diferencias en torno al número de denuncias interpuestas.

El abandono o negligencia se erige como el tipo de maltrato más frecuente en la población ceutí. Además, se da preferentemente en barriadas como Príncipe Alonso, Hadú y Príncipe Felipe. Estas son zonas con graves deficiencias en servicios, en equipamientos y en seguridad. En estos barrios, hay un porcentaje muy elevado de población de origen cultural musulmán, con un alto índice de desempleo y bajo nivel educativo.

Estas características podrían explicar el elevado porcentaje de abandono físico o negligencia que existe en Ceuta, que representa el 65,3% de los casos de malos tratos, donde la franja más vulnerable se establece entre uno y cuatro años, ya que son edades donde se produce el 40,7% del maltrato infantil en la ciudad.

Así lo recoge el informe elaborado por Santiago Real, profesor del Departamento de Psicología Experimental de la Facultad de Humanidades, solicitado por el Área de Menores de la Ciudad y enmarcado dentro del Programa Experimental de Maltrato Infantil, a través de un convenio con el Ministerio de Sanidad y Política Social. La muestra del estudio la componen 216 expedientes abiertos por el equipo técnico de Menores de Ceuta durante los cinco años comprendidos entre 2003 y 2007, evaluando en cada expediente datos sociodemográficos tales como la edad, el género, el origen cultural o el número de hermanos. Todos ellos extraídos de las hojas estandarizadas de detección del maltrato.

Atendiendo a la tipología, de dicho análisis se desprende que el tipo de maltrato más frecuente es el abandono o la negligencia, con 141 casos, lo que representa un 65’3% del total de expedientes abiertos. Le sigue en importancia el maltrato físico, con 55 casos que suponen un 25,5% del total, mientras que el abandono emocional constituye un 4,6% con 10 casos. Las mínimas cifras se reservan para los abusos sexuales (1,9%), y el maltrato prenatal y el riesgo social (1,4% del total).

Las diferentes formas de maltrato aparecen en todas las etapas consideradas como minoría de edad. En el caso de los abusos sexuales, los cuatro casos denunciados han ocurrido en menores de 4 y 5 años mientras que el abandono o negligencia sucedió en niños de un año de edad. Por lo que respecta al maltrato físico, no parece haber una edad de mayor concurrencia. Sin embargo, en la etapa que va de 1 a 5 años se dan en el 43% de los casos. Algo similar sucede con el abandono emocional, ya que el 50% de los casos acontecen en pequeños de entre uno y cuatro años de edad.

No entiende de sexos

Santiago Real, profesor del Departamento de Psicología Experimental de la Facultad de Humanidades y responsable del informe, ha podido constatar que “el número de hombres y mujeres maltratados es muy similar, 109 y 107 respectivamente”.

Tomados por separado, es mayor la incidencia del abuso sexual y del maltrato físico en mujeres que en hombres. Pero, por el contrario, en el caso de abandono físico o emocional, es mayor la incidencia en niños que en niñas. Además, sólo se han observado denuncias por maltrato prenatal en los niños. La zona de residencia también ha sido determinante en el análisis de esos 216 menores que han sufrido o sufren malos tratos. Las barriadas donde mayor numero de casos se han producido son Príncipe Alfonso y Hadú, ambas con un 18,8% del total. A continuación, con un porcentaje de 8,2% estaría la zona de Príncipe Felipe.

Analizando los datos por el tipo de maltrato, el abuso sexual está repartido entre Hadú, Zurrón, Los Rosales y Otero. El abandono o negligencia es más frecuente en Hadú, Príncipe Alfonso, Príncipe Felipe, el Centro y Miramar. Por otro lado, el maltrato físico está presente, sobre todo, en Hadú, Juan Carlos I y Príncipe Alfonso. Por último, el abandono emocional, en Hadú, Manzanera y Los Rosales.
 


El 66% de los hogares donde se producen los malos tratos son familias con ingresos bajos y donde las relaciones de pareja presentan conflictos

Sobre esos 216 expedientes abiertos por el equipo técnico, dicho análisis señala que el 66,5% de los hogares en donde se produce el maltrato tiene unos ingresos económicos bajos. Al mismo tiempo, la situación económica baja es la más frecuente en cada uno de los tipos de maltrato: abuso sexual, abandono o negligencia, físico, emocional, prenatal o en riesgo social.

Por lo que respecta a la situación laboral de los progenitores en su relación con el maltrato, este ocurre con mayor frecuencia en familias donde no existe un empleo estable (57,3% de los casos), y que realizan frecuentemente actividades marginales o ilegales (16,6%).

También es de destacar que un 19,4% de los casos de maltrato suceden en hogares donde existe una situación laboral estable. Además, según dicta el informe, la mayoría de los expedientes se generan en familias donde las relaciones de pareja presentan conflictos. Incluso la inexistencia en el hogar de las figuras parentales es una conducta predictora del maltrato.

Continuando con estos parámetros sociológicos, los expertos también indican que la vivienda es otro factor a tener en cuenta, pues los porcentajes más altos de malos tratos ocurren en familias cuyas casas no reúnen los requisitos de estabilidad en servicios básicos, o corren el riesgo de perderla.
 


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