Cuando en algunas ocasiones he
tenido que escribir algún artículo sobre los presidentes de
la democracia, siempre lo he hecho desde el respeto y la
consideración que me merecen todos y cada uno de los
presidentes de mí país.
Sin embargo, tengo que admitir, tres de ellos han gozado de
mis preferencias a la hora de alabar a algunos de ellos.
Adolfo Suárez por la magnifica transición que llevó a cabo,
Felipe González al que siempre dije ser un gran presidente y
sobre todo un gran hombre de Estado y José María Aznar por
la gran labor que realizó durante su mandato, colocando a
España en el contexto mundial en el puesto que por justicia
le correspondía.
Los primeros ocho años bajo el mando de Felipe González,
España consiguió unos logros inimaginables. Los otros
últimos años le hicieron la vida imposible, todos aquellos
que le demandaban, constantemente, “de lo mío qué”. Una
pena, pero algunos de los suyos le demandaban cosas que él
no estaba dispuesto a conceder, y esa negativa, más otras
cosillas, le llevó a ser derrotado por Aznar.
Hace unos días, González intervino en la Asamblea de
Extremadura y lo que allí dijo dejó al auditorio socialista
atónito. Las tesis expuestas por el ex – presidente para
salir de la crisis estuvieron más cercanas al neoliberalismo
que a la del ya “caduco” progresismo. Aquí, en eso de
“caduco” progresismo estoy, totalmente, de acuerdo con
Felipe, porque la mayoría de esos que presumen de
progresistas no saben lo que es y significa el verbo
progresar.
Felipe lanzó un aviso sobre las chaquetas de pana y los
descamisados, cuando dijo:”El discurso de hace 20 años,
aunque entonces nos sirvió para ganar, ya no sirve porque la
sociedad no es la de antes”.
No sabes cuanto me alegro que hayas lanzado ese viso sobre
la chaqueta de pana y los descamisados, alegando que con eso
ya no se ganan elecciones, porque la sociedad ha cambiado. Y
me alegro porque todo esos lo escribí a su debido tiempo,
manifestando que aquellas chaquetas de pana, utilizadas en
los discursos, hacían efectos, en aquellos momentos, porque
el personal con las boinas hasta las cejas, no sabía
distinguir las marcas.
Hoy día, cualquier chaval, por muy atrasado que sea su
pueblo, sabe distinguir perfectamente las chaquetas de pana
marca”Armani”, por decir una marca, igual eran de otra marca
famosa puesto que, todos ello, tratan de vestir usando
marcas famosas.
Felipe, en su alocución, llegó a defender con uñas y dientes
al empresario.”son muchos más importantes que el empleo,
porque ellos lo generan”, y hasta criticó a los
sindicatos.”el ajuste es inevitable en España porque ya no
se puede defender de que el empleo sea continuado”
Guste o deje de gustar, según las ideas de cada quisqui,
sólo hubo una época, la de nuestra generación, la de usted y
la mía, esa que yo le llamo la “generación perdida”, en la
que el que encontraba trabajo era para toda la vida.
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