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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 30 DE JUNIO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Cuando en algunas ocasiones he tenido que escribir algún artículo sobre los presidentes de la democracia, siempre lo he hecho desde el respeto y la consideración que me merecen todos y cada uno de los presidentes de mí país.

Sin embargo, tengo que admitir, tres de ellos han gozado de mis preferencias a la hora de alabar a algunos de ellos. Adolfo Suárez por la magnifica transición que llevó a cabo, Felipe González al que siempre dije ser un gran presidente y sobre todo un gran hombre de Estado y José María Aznar por la gran labor que realizó durante su mandato, colocando a España en el contexto mundial en el puesto que por justicia le correspondía.

Los primeros ocho años bajo el mando de Felipe González, España consiguió unos logros inimaginables. Los otros últimos años le hicieron la vida imposible, todos aquellos que le demandaban, constantemente, “de lo mío qué”. Una pena, pero algunos de los suyos le demandaban cosas que él no estaba dispuesto a conceder, y esa negativa, más otras cosillas, le llevó a ser derrotado por Aznar.

Hace unos días, González intervino en la Asamblea de Extremadura y lo que allí dijo dejó al auditorio socialista atónito. Las tesis expuestas por el ex – presidente para salir de la crisis estuvieron más cercanas al neoliberalismo que a la del ya “caduco” progresismo. Aquí, en eso de “caduco” progresismo estoy, totalmente, de acuerdo con Felipe, porque la mayoría de esos que presumen de progresistas no saben lo que es y significa el verbo progresar.

Felipe lanzó un aviso sobre las chaquetas de pana y los descamisados, cuando dijo:”El discurso de hace 20 años, aunque entonces nos sirvió para ganar, ya no sirve porque la sociedad no es la de antes”.

No sabes cuanto me alegro que hayas lanzado ese viso sobre la chaqueta de pana y los descamisados, alegando que con eso ya no se ganan elecciones, porque la sociedad ha cambiado. Y me alegro porque todo esos lo escribí a su debido tiempo, manifestando que aquellas chaquetas de pana, utilizadas en los discursos, hacían efectos, en aquellos momentos, porque el personal con las boinas hasta las cejas, no sabía distinguir las marcas.

Hoy día, cualquier chaval, por muy atrasado que sea su pueblo, sabe distinguir perfectamente las chaquetas de pana marca”Armani”, por decir una marca, igual eran de otra marca famosa puesto que, todos ello, tratan de vestir usando marcas famosas.

Felipe, en su alocución, llegó a defender con uñas y dientes al empresario.”son muchos más importantes que el empleo, porque ellos lo generan”, y hasta criticó a los sindicatos.”el ajuste es inevitable en España porque ya no se puede defender de que el empleo sea continuado”

Guste o deje de gustar, según las ideas de cada quisqui, sólo hubo una época, la de nuestra generación, la de usted y la mía, esa que yo le llamo la “generación perdida”, en la que el que encontraba trabajo era para toda la vida.
 

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