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ACTUALIDAD - MARTES, 6 DE JULIO DE 2010


 Luis Planas. archivo.

marruecos
 

El anexionismo marroquí causa la caída del grueso de la embajada española

Caen por ‘traslados’, y al mismo tiempo, trece cargos operativos en el vecino país, entre ellos el Cónsul General de España en Tetuán, Javier Jiménez-Ugarte
 

CEUTA
Antonio Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Analistas políticos en el Magreb consultados advierten de que el movimiento español, por el que se prescinde y se trasladan a nada menos que trece cargos operativos del cuerpo diplomático español en Marruecos, es para calmar al país vecino que últimamente había relanzado públicamente sus pretensiones anexionistas sobre Ceuta y Melilla como respuesta inmediata a las quejas marroquíes sobre la militarización del CNI que, bajo criterio marroquí, se interponía en los intentos de Marruecos de avanzar en la colaboración con España. Es la respuesta por las trabas puestas al control del Ministerio marroquí de Asuntos Religiosos sobre los musulmanes residentes en España, muy criticada en la prensa próxima al Majzen del vecino país.

Que las relaciones entre Marruecos y España no son todo lo cordiales que habían llegado a ser era una evidencia. Abbas el Fassi primero y el ministro de finanzas después, retomaron públicamente la reivindicación sobre las ciudades autónomas españolas, en una clara muestra de ‘golpe’ marroquí a lo que se había considerado entre el Majzen (el entorno looby más cercano al monarca Mohamed VI) como una ‘intromisión’ del CNI y del Ministerio de Defensa en las ‘buenas relaciones políticas’. Se acusaba al general Félix Sanz Roldán de impedir que el Gobierno español girase hacia una postura distinta para facilitar el enraizamiento del musulmán español hacia la influencia del Ministerio de Asuntos Religiosos marroquí, y se criticaba una mayor actividad de espionaje en el norte del país magrebí.

Una situación que era analizada este fin de semana por Carlos Ruiz (periodistadigital) del siguiente modo: “El majzén marroquí está alarmado porque el CNI, desde que está dirigido por el general Félix Sanz Roldán, parece que está haciendo su trabajo: defender los intereses de España”. Y añade: “Según el majzén, el CNI, sometido al presidente del Gobierno y a Defensa, está bloqueando la política entreguista hacia los intereses del majzén que promueve el lobby pro-marroquí con el ministro Moratinos a la cabeza. La firmeza de Defensa frente al entreguismo de Moratinos ha provocado que la prensa oficiosa del majzén publique sendos artículos, con injurias y amenazas veladas a España”.

Con todos estos precedentes, resulta curiosa la coincidencia en la salida de trece cargos diplomáticos operativos, entre ellos el propio embajador y el cónsul general de España en Tetuán Javier Jiménez-Ugarte. “Nunca antes la Embajada de España en Marruecos, pilar fundamental de las relaciones exteriores, había sufrido tantos cambios en tan poco tiempo”, dice Luis de Vega, corresponsal de ‘abc’ en Rabat. Y es que Rabat “jamás” se ha encontrado con un Gobierno español como el actual, “que da la impresión de buscar el bienestar en las relaciones bilaterales al precio que sea”, argumentan analistas españoles.

En fuentes diplomáticas españolas se insiste en que esta coincidencia en la salida de altos cargos del cuerpo diplomático español en Marruecos “es una casualidad”. Casualidad o no, los que se van eran actores decisivos en el papel diplomático.

Se va el embajador Luis Planas y también su número dos, Alfonso Portabales. Con ellos se marcha el primer secretario de la embajada, Javier Puig. El agregado de Interior, Antonio Figal, ya ocupa su puesto de comisario jefe en Andalucía occidental.

Su segundo, Rafael Martínez -un experto en el Magreb- ya está en Madrid. El responsable del CNI en Marruecos también abandona curiosamente su puesto, pero también el juez de enlace, Ángel Llorente, una pieza fundamental tras los atentados de Casablanca y Madrid. De la embajada dejan su puesto el consejero de Laboral y el de Educación.

Caen por traslados igualmente los titulares de los consulados de Tetuán y Nador, Javier Jiménez-Ugarte que ha sido sustituido, de momento, por Carlos Díaz Valcárcel, y Juan Antonio Martínez respectivamente. Se va el responsable de la Oficina Técnica de Cooperación del AECID, Vicente Sellés, y el agregado Naval en la embajada, David Fernández.

El zafarrancho diplomático ha llamado la atención de los analistas que advertirían un intento del gobierno español de calmar los ánimos marroquíes que ya habían renovado públicamente sus pretensiones sobre Ceuta y Melilla.
 

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