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cultura - DOMINGO, 18 DE JULIO DE 2010


Varios niños y en el CEIP Juan Carlos I. m.z

educación / CEIP JUAN CARLOS I
 

El verano (también) es para aprender

La asociación Intercultura complementa el programa de Escuelas de Verano de la Consejería de Educación con clases de apoyo y refuerzo y actividades lúdicas todas las mañanas de julio en el CEIP Juan Carlos I
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El verano, todo el mundo lo sabe, es para las bicicletas y los bañadores, pero los cuadernos y los libros también pueden encontrar su espacio bajo este sol de justicia. Por eso los niños y niñas del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Juan Carlos I han tenido en lo que va de mes la oportunidad de disfrutar de la playa de Benítez y en unos días visitarán el Parque Marítimo del Mediterráneo. Harán senderismo, recorrerán el Desnarigado y visitarán el parque acuático de Marina Smir o Algeciras.

Pero también han practicado y seguirán gozando de la lectura y han profundizado o completado los conocimientos adquiridos durante el año académico que acaba de terminar.

Todo ello gracias al proyecto que, por segundo verano consecutivo, pone en marcha la asociación Intercultura en este centro educativo durante el mes de julio en la barriada del mismo nombre, un programa que complementa a las Escuelas de Verano que la Consejería de Educación de la Ciudad Autónoma oferta merced a su convenio con el Ministerio de Educación en los colegios en los colegios Andrés Manjón, Mare Nostrum, Ortega y Gasset, Reina Sofía y Príncipe Felipe.

“La idea”, explica Mustafa Mohamed, presidente de Intercultura, “es ofrecer a los niños y niñas de entre 5 y 12 años escolarizados en el centro una oportunidad para reforzar, completar o repasar los conocimientos adquiridos durante el curso en las distintas materias en un ambiente más distendido y con el complemento de actividades lúdicas de todo tipo que concluirán, a finales de mes, con una gran fiesta clausura de la iniciativa”.

La asociación mantiene a cuatro profesores en el centro, que recibe a aproximadamente un centenar de niños cada día entre las 10.00 y las 14.00 horas. “Además”, apunta Mohamed, “la propuesta contribuye a que los padres que aún no están de vacaciones tengan la oportunidad de dejar a sus hijos en el centro gracias a la colaboración que nos presta el equipo directivo del mismo y que agradecemos sabiendo que van a aprovechar el tiempo”.

La jornada se parte por un recreo que separa las horas de naturaleza lectiva de otras con un carácter más lúdico en las que los chavales tienen la posibilidad de hacer “talleres de manualidades, disciplinas artísticas y gimnasia, entre otras”.

Nada de ello parece sobrar en un centro educativo en que los índices de fracaso escolar superan el 30% (en el anterior curso 2008/09 de los 53 alumnos matriculados en 6º de Primaria, 15 no promocionaron a la Educación Secundaria Obligatoria).

“El proyecto de Intercultura, que va más allá de esta activida veraniega”, amplía el presidente de la entidad, “pretende en términos generales atacar el absentismo escolar y por ende el fracaso escolar reflejado anteriormente y con cifras muy por encima de la media nacional, promoviendo actividades dirigidas tanto al alumnado de Primaria como a los padres y madres del mismo, a los que se intenta involucrar en todas las iniciativas que se plantean”.

Durante el año académico Intercultura promueve para la barriada con el colegio como centro neurálgico un taller de teatro que se imparte dos tardes a la semana en horario vespertino y en el que participan un maestro responsable de la actividad con la colaboración de los progenitores. Otro taller, en este caso de cómic, persigue facilitar el aprendizaje del castellano a aquellos alumnos y alumnas que lo tienen como segunda lengua.

En el curso que comenzará en septiembre la asociación pretende poner en marcha otro taller de música experiencial árabe ceutí que sirva para “reflexionar sobre la lengua y la cultura propias para encontrar puntos de unión con otras culturas y así fomentar unas relaciones verdaderamente interculturales”.

Utilizar las canciones populares árabes como elemento de estudio lingüístico y desarrollar la competencia cultural y artística del alumnado, “así como las competencias comunicativa y social y ciudadana, de manera prioritaria”, son los objetivos de una actividad “que se centrará en el ‘trabajo por tareas’, que ha demostrado ser el único eficaz en la adquisición y el desarrollo de las competencias básicas”, resume Mohamed.

“Nuestro programa de actividades no aspira, como es obvio”, resume el presidente de Intercultura, “a sustituir a la educación reglada pero sí a servir de complemento útil de esta para atajar algunos de los problemas estructurales que en forma de dificultades con el lenguaje, falta de motivación o escasa involucración de las familias acaban alimentando el fracaso escolar, y esa es una tarea que no se puede abandonar ni en verano”.
 


Una asociación y dos fines: reducir el absentismo y paliar el fracaso escolar

El proyecto de Intercultura, asociación que nació hace ya dos años, persigue “dos fines”, según explica su presidente: “Reducir el absentismo escolar en nuestra barriada al mínimo posible y contribuir a paliar el fracaso escolar que azota a la población escolar de estas zonas de la ciudad en mayor medida que a otras”, destaca. Con esa meta la entidad ha puesto en marcha una serie de actividades “para que desemboquen en la constitución de una verdadera comunidad de aprendizaje que é los primeros pasos para que la comunidad educativa y en especial las familias se implican en la organización y gestión de los centros a través de comisiones de trabajo, entren en el aula a través de grupos interactivos y participan en actividades de formación en el propio colegio”.
 

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