PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 20 DE JULIO DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

Anécdotas de un Mundial de fútbol
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La gente se va acostumbrando a pertenecer a una nación que ya ha inscrito su nombre como la primera en el mayor acontecimiento deportivo del mundo: el fútbol. Sin prisa pero sin pausa, la gente comienza a enfrentarse con la realidad de lo acontecido: que en Sudáfrica hemos vuelto a demostrar que sabemos competir con el mismo estilo que los grandes toreros sacan a relucir frente a la fiera encastada y con trapío.

La hazaña de nuestros futbolistas, en un torneo corto que se les había resistido durante muchos años, merece elogios. Pero los elogios deben ser controlados. Pues, de lo contrario, quienes regalan ditirambos a granel se exponen a que se les tenga que enmendar la plana en cualquier momento.

Si a mí me diera por dar los nombres de cuantos desconfiaban de Iker Casillas, tachándolo de haber hecho una mala temporada en el Madrid y acusándolo de que estaba sometido a un ataque de nervios incontrolados, seguramente me faltaría espacio para enumerarlos.

Los primeros que comenzaron a dudar del guardameta español, que ha nacido, lo cual no es demérito, con esa flor en salva sea la parte que le adjudicaban a Miguel Muñoz, fueron los muchachos pertenecientes a Prisa. Carlos Martínez, narrador que parece tener acciones en una compañía de otorrinolaringología, nos metía el miedo en el cuerpo cada vez que el enamorado de Sara Carbonero temblaba de miedo cuando veía merodear por su zona el Jabulani.

Nada me estoy inventando. Pues hay unas imágenes donde nuestro héroe nacional, Casillas, parece que está soportando un frío intenso en un lugar del Ártico y sin que le sea posible defenderse. A nuestro héroe convendría recordarle lo conveniente que sería que se acordara del paraguayo Cardozo; cuyo lanzamiento del penalti, mal tirado, le salvó de ser víctima de una congelación que le hubiera supuesto su ruina futbolística.

El que mejor ha descrito la actuación de Iker Casillas en el Mundial ha sido, sin ningún género de dudas, Pepe Reina: vino a decir, más o menos, lo siguiente: que no iba bien en los balones por elevación y frente a los alemanes demostró todo lo contrario. Ahora bien, una golondrina no hace verano.

Por más que Reina haya demostrado que es capaz de soportar su ostracismo con maneras de ‘gentleman’. Pepe Reina, hijo del gran Miguel Reina, se ha hecho acreedor, una vez más, al premio de ser considerado la persona que es capaz de soportar los agravios no sólo con la sonrisa a flor de labios sino flagelándose por pensar, en algún momento, que es mejor portero que Casillas.

A mí me gustaría, lo digo de verdad, poder entrevistar en estos momentos al entrenador del Inter, y hasta hace nada del Liverpool, para preguntarle si es capaz de seguir manteniendo lo que declaró has pocos meses: Reina es mejor portero que Casillas. Y si acaso Rafa Benítez se sigue manteniendo en sus trece, a mí no me importaría decir de él que está sobrado de atributos.

Todos esos atributos que le han faltado a cuantos han venido largando del portero madridista y que, cuando se produjo el uno contra uno frente a Robben, salieron diciendo que habían presenciado la actuación de un santo nacido en Mostoles y bendecido por el amor de una criatura llamada Sara Carbonero. Seguimos anclados en la niñez. Lo cual celebramos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto