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sociedad - SÁBADO, 24 DE JULIO DE 2010


botellón. e.z.s.

Adolescentes / BOTELLÓN
 

Jóvenes y alcohol: un cóctel peligroso para la salud

La ingesta de bebidas alcohólicas genera graves consecuencias a una edad temprana ya que roba el tiempo al estudio, hay riesgo
de peleas o accidentes y dificultades en el crecimiento de la persona
 

CEUTA
Esther Z
árate
ceuta
@elpueblodeceuta.com

A medida de que la ciencia avanza, se descubren las graves consecuencias que el consumo de alcohol habitual causa sobre el cerebro adolescente.

Durante la infancia los niños identifican el alcohol con el mundo adulto, bien por el ejemplo de sus padres, bien por la influencia de otros modelos sociales a través del cine, televisión, etc. Por tanto, los factores sociales tienen una gran influencia en ellos.

La adolescencia es una época crítica para el inicio del consumo de sustancias adictivas, pueden marcar en muchos adolescentes el acceso psicológico al mundo de los adultos. La imitación y el deseo de ser como los demás tienen un peso muy importante en el inicio del consumo de alcohol.

“Algo cambia en el cerebro cuando está expuesto al alcohol de forma temprana”, dice una estudiante de enfermería. A esto añade que “Los adolescentes pueden beber mucho más que los adultos, pero por el camino están perjudicando sus funciones cognitivas con mucha más intensidad”. “El alcohol provoca un trastorno en algunas zonas del cerebro esenciales para el autocontrol, la motivación y la fijación de metas”, afirma.

La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores -aunque en Ceuta esté permitido el botellón-.

La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares, según los datos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 -Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas-, es de 13 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en casi los 15 años. El 84.2% de los jóvenes ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 44% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez, el 41% de los adolescentes se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% a lo largo del mes.

La prueba más preocupante del daño físico tiene su origen en experimentos de laboratorio con cerebros de ratas adolescentes expuestos a grandes cantidades de alcohol. Esos estudios revelaron importantes daños celulares en diferentes partes del cerebro. Aunque no queda claro el límite de hasta dónde pueden aplicarse estos hallazgos al hombre, sí que existen pruebas realizadas durante los última década por investigadores de San Diego -EEUU- en las que descubrieron que los jóvenes alcohólicos consiguen malos resultados en pruebas de memoria verbal y no verbal, concentración y ejercicios de habilidad, como leer un mapa o montar una estantería.

Swartzwelder afirma que es probable que en adolescentes humanos unos mecanismos neuronales análogos expliquen las lipotimias, una pérdida de memoria para los acontecimientos que se producen durante una noche de gran consumo de alcohol sin pérdida del conocimiento.

El exceso de consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer una depresión grave, pero ese desorden psiquiátrico no induce a los pacientes a el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, como se suele creer.

El alcoholismo es una enfermedad crónica, que en afecta a tres hombres por cada mujer, pero cada vez cobra más importancia entre las mujeres y en los jóvenes en general. Además, es una adicción difícil de detectar por la gran aceptación entre la sociedad. En concreto, España es el quinto país en consumo de alcohol dentro de la Unión Europea, y el séptimo en cuanto a muertes por año por causa de la bebida. Así mismo cada año el alcoholismo supone un coste de 3.800 millones de euros en términos económicos, sanitarios y sociales.

Un 80% de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan el 50%, existe un mayor número de suicidio por este tipo de sustancias. Además, se consideran los factores familiares de gran importancia en el inicio y adicción al alcohol y otras drogas, ya que hasta un tercio de los niños tienen su primera vez en la bebida alcohólica dentro del entorno más cercano por lo que la implicación de la familia tiene gran importancia en todo programa terapéutico.

Entre los objetivos del Plan de Alcoholismo y Drogodependencias se encuentra reducir el consumo de todo tipo de drogas -incluidas el tabaco y el alcohol-, para lo que se quiere contar con la implicación de la familia con el fin de detectar lo antes posible el problema.

Además, se va a reforzar el papel de los equipos de Atención Primaria en la detección del consumo de estupefacientes y de alcohol y, en la asistencia, se pretende alcanzar la integración plena de las redes de salud mental y atención a dependientes.

El Centro de Marketing de Alcohol y Jóvenes han realizando investigaciones que demuestran el aumento del consumo de alcohol entre los jóvenes y la falta de responsabilidad de los anunciantes y las empresas de bebidas alcohólicas a la hora de realizar las campañas publicitarias.

Las mujeres de entre 12 y 20 años están expuestas cada vez a una mayor cantidad de publicidad de bebidas alcohólicas, incluso más que personas de mayor edad. Según un estudio publicado en los Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente del Centro de Marketing de Alcohol y Jóvenes, la causa de la subida del consumo de alcohol entre las mujeres y los menores de edad podría estar marcada por la exposición a la publicidad de este tipo de bebidas.

Según investigadores norteamericanos, el aumento en los avisos de este tipo de productos no es la única causa responsable de este aumento de consumo de alcohol entre las mujeres menores de edad. Otros son: la presión de sus amigas, la sensación de bienestar que sienten, la frecuencia esporádica de relaciones sexuales, entre otras causas.

La puesta en marcha de las campañas en contra de esta adicción está dirigida tanto a los adolescentes como a sus familias. Unos 90 diarios asociados a AEDE – Asociación de Editores de Diarios Españoles- se han puesto de acuerdo para no insertar anuncios de bebidas alcohólicas en los que aparezcan jóvenes, ni incitar el consumo de licores con la mejora del rendimiento físico, laboral o que exprese éxito social.

Las campañas antialcohol que emiten cada año los medios de comunicación por parte del Ministerio de Sanidad y Consumo, -tanto en televisión como en radio y en prensa-son esenciales para concienciar a los jóvenes del peligro de esta sustancia adictiva en grandes cantidades. Con esto, intentan sensibilizar a los adolescentes entre 13 y 18 años sobre los riesgos del alcohol y disminuir las consecuencias sanitarias y sociales derivadas del abuso.

El mensaje que quieren trasmitir en todas sus campañas son las de reducir el número de jóvenes que comienzan a consumir alcohol; retrasar la edad de inicio al consumo en los adolescentes; disminuir sustancialmente el hecho y la frecuencia de consumos de alto riesgo entre los menores de edad; incrementar la percepción del riesgo, concienciando y sensibilizando sobre los efectos que puede tener el alcohol. Con estas campañas que lanzan pretenden informar y alertar a los padres de los peligros y las consecuencias que el consumo de alcohol tiene en la salud de sus hijos para poder establecer la comunicación y tratar lo antes posible el problema.

Una de las campañas con más desembolso fue la lanzada en el año 2007 con un total de 2,2 millones de euros y su objetivo principal fue difundir entre la población los efectos negativos del alcohol entre los menores y recordar datos preocupantes sobre el consumo de alcohol entre los adolescentes. Bajo el lema “El alcohol daña tu cuerpo y tu cerebro. El alcohol te destroza por partida doble”, la campaña, diseñada para los adolescentes. Se difundió en medios audiovisuales y en Internet y en ella se mostraron imágenes, simulando visión doble, de los jóvenes consumidores de la peor forma que se puede acabar cuando se consume. Por su parte, la publicidad estuvo también dirigida a los padres se difundió en los medios impresos, carteles exteriores y a través de folletos y trató de reflejar los daños que el alcohol ocasiona en los menores. Su lema: “No siempre son los hijos de los demás son quienes se emborrachan los fines de semana”.
 

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