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sociedad - DOMINGO, 25 DE JULIO DE 2010


socorristas. e.z.s.

playas / SOCORRISTAS
 

Los voluntarios de Cruz Roja
velan por la seguridad en verano

La función del socorrista es prevenir
que el bañista no sufra percances durante
su estancia en la playa. Un gran despliegue
de medios acuáticos se encarga de vigilar
las distintas zonas de baño
 

CEUTA
Esther Z
árate
ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cada verano el grupo de voluntarios de Cruz Roja están vigilando las playas para garantizar la seguridad de los bañistas.

La función de un voluntario es prevenir. “El mejor socorrista no es el que más personas salva, sino el que más previene y el que sabe actuar de la manera más correcta”, relata uno de los socorristas.

Este despliegue de voluntarios de Cruz Roja se hace en las playas del Chorrillo, Ribera, Tarajal, Miramar y Benitez, con un total de 50 voluntarios diarios, 6 en embarcaciones, 6 en ambulancias y el resto en las playas, (de un total de unos 100).

En cada una de las playas, hay una cobertura (son las zonas que cubren los voluntarios) que llega de un espigón hasta el otro espigón, aunque cubren otras partes, por el bienestar de los bañistas.

Las boyas son las que delimitan la zona de baño por las medusas y otras por el peligro que puede suponer las embarcaciones para los que están en el agua. A todas las personas que salen de la zona de seguridad, se avisa a la embarcación para alertarles.

Las zonas de vigilancia van de la siguiente forma, hay 2 sillas por las que pueden divisar toda la playa, una torre de unos tres metros de altura y una caseta en el que está el encargado y una persona que se ocupa de la asistencia primaria, donde se hacen las curas por algún incidente.

Los rotaciones son una novedad de este verano, la duración es de una hora, los socorristas van de dos en dos, rotando por cada uno de los puestos. Este sistema hace que sea más cómodo y dinámico.

El sistema de comunicación entre los voluntarios va por transmisores, por si hay alguna incidencia y así poder acudir lo antes posible a la zona.

En la playa de la Ribera hay 7 socorristas y un primeros auxilios por la mañana, por la tarde y en fin de semana son 8 acuáticos y asistente primario, que están apoyados a su vez por una embarcación y una ambulancia (totalmente equipada por cualquier percance) con un conductor, un técnico y un enfermero que es el que da los medicamentos, que es el que decide si es trasladado al hospital si procede, todo esto poniéndose de acuerdo con el centro coordinador del 061.

En las playas suelen estar los mismos voluntarios y estos ya conocen a los usuarios de las playas, hace tener una relación por lo que se puede dominar la playa, y esto hace que haya un ambiente ameno.

Los horarios entre semana son de 11 de la mañana a 7 de la tarde y los fines de semanas y festivos, ya que sube la afluencia de gente en la playa, se alarga una hora más para que los bañistas estén seguros.

Las tres embarcaciones a las 11 de la mañana ya están preparadas para salir, que cubre la playa de Benítez, Chorrillo, la Ribera, Miramar y Tarajal. En la embarcación va el patrón y el marinero, que son socorristas por si hay alguna incidencia en alta mar.

Las patologías más comunes en las playas son pequeños cortes por las rocas o cristales que pueda haber en el suelo, quemaduras por el sol o por púas de erizo.

Para ser un buen socorrista, los requisitos son, primero, ser mayor de edad, después se saca un curso de primeros auxilios. Estos cursos los imparte Cruz Roja, que son muy completos (estudios de RCP, reanimación...), para luego acceder al módulo de salvamento acuático, que tiene unas pruebas de acceso, como por ejemplo las de natación (200 metros en menos de 3 minutos y 40 segundos, 50 metros en menos de 40 segundos y 25 metros de buceo). Quien supera estas pruebas está en condiciones de afrontar el curso. Cuando se accede, se empieza el módulo de socorrismo en agua, que tiene su parte teórica y su parte práctica, tanto en piscina como en playa. Con esto se adquiere los conocimientos necesarios para trabajar de socorrista. “Hay que estar en forma y ser un nadador competente, no son pruebas fáciles”, aclara uno de los voluntarios encargado del módulo de la playa de la Ribera.
 

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