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OPINIÓN - JUEVES, 19 DE AGOSTO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Al principio escuchar la palabra racista me hacía gracia, porque pensaba y sigo pensado que la palabra racista la emplean aquellos que son más racista que nadie, como escudo protector de su propio racismo.

Me pasaba igual con el asunto de los tan traídos y llevados Derechos Humanos. Esos derechos nacen, precisamente, en un país donde brillan por su ausencia. Otro escudo protector tras el cual se ocultan, quienes menos Derechos Humanos practican.

Eso los saben muy bien todos aquellos dictadores, algunos dictadores de pacotillas, que escudándose en esos derechos quieren que se les apliquen en su favor, cuando jamás ellos lo aplicarían en favor de ningunos de aquellos a los que les tiene el pie puesto en el cuello, para hacer imposible que se muevan.

Lo de los Derechos Humanos es el cuento de nunca acabar porque, siempre, se repite lo mismo. Lo cual me hace casi imposible que pueda creer en sus defensores, esos que se rasgan las vestiduras en defensa de los mismos.

Mientras no se me demuestre lo contrario se me hace muy cuesta arriba creer en sus defensores. Puesto que, hasta estos momentos, esos Derechos Humanos, parecen ser aplicados a aquellos que menos derechos tienen a esos derechos. Me explico.

Cuando un terrorista asesino mata a sangre fría a otro ser humano que nada le ha hecho, por el simple hecho de matar y este es detenido, hay que aplicarle todos los Derechos Humanos del mundo mundial. Y yo me pregunto, cuál es el Derecho Humano que asiste a aquel inocente que ha sido asesinado.

Si, ya lo se, le asiste el Derecho Humano a ponerle una bandera española sobre el ataúd, ser portado el mismo a hombros de sus compañeros y el aplauso de despedida que le dan todos los presentes. ¡Pedazo de Derechos Humanos!.

Y al terrorista asesino es al que hay que aplicarle todos los Derechos Humanos habidos y por haber. En esa aplicación de los mismos, se puede instalar en los bajos de la casa donde vivía aquel que había asesinado o bien irse a otro país, después de asesinar a veinticinco personas y vivir de p…madre, sin que se le remueva la conciencia. Porque digan lo que quieran decir, todos esos que sienten tan buenos y luchan por la aplicación de esos Derechos Humanos a estos asesinos, ellos nunca se arrepienten de sus asesinatos.

Para que todos tuviesen los mismos Derechos Humanos, metería en la cárcel a los asesinos, y mientras no volviese el inocente asesinado a declarar y dar su versión de los hechos, los asesinos no saldrían de la cárcel.

No me negarán, todos esos defensores del asunto, que no seria justa la cosa, para que asesino y asesinado tuviesen los mismos derechos a la hora de impartir justicia. Pues para que un juicio tenga lugar, se habrá de escuchar a los dos partes.

Me da igual lo que opinen esos defensores de los Derechos Humanos, mientras no se aplique al asesino y al asesinado el mismo derecho. Pues si sólo se aplica al asesino, esos Derechos Humanos, me darán la razón cuando digo que es el escudo protector de todos aquellos dictadores que menos aplican esos derechos. ¿O no?
 

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