Poco tardaron los ceutíes, familiares de los propios
trabajadores del CETI, en mostrar su impotencia y
preocupación ante un nuevo conflicto en el interior del
centro, que sigue el curso del tumulto provocado el pasado
domingo por el grupo de cameruneses que en los últimos meses
han protagonizado las manifestaciones por el centro de la
ciudad.
Varios ciudadanos se pusieron en contacto con este medio de
comunicación alertando de la situación que “viven nuestros
hijos, sobrinos o hermanos y que no es normal”, advirtió una
ceutí, que no podía contener su dolor ya que el vigilante
que resultó lesionado ayer en el enfrentamiento era un
familiar cercano. Por lo que insistió en que se “buscase una
solución ya porque no puede ser que se vaya a trabajar con
la inquietud de no saber qué te puede ocurrir en tu propio
puesto. No hay derecho ni para el propio empleado ni para
sus familiares, que mantienen el miedo en el cuerpo mientras
los chicos llegan a casa al mediodía”, insistió otro ceutí.
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