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cultura - JUEVES, 7 DE OCTUBRE DE 2010


padres y madres de los estudiantes. f r.

ayudas
 

A 2.000 alumnos de ESO se les concede la beca del gobierno ceutí

La Consejería de Educación ha desembolsado 334.000 euros en las ayudas y serán entregadas hasta mañana
 

CEUTA
Marta Labella

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La Consejería de Educación concede a 2.000 alumnos de Secundaria ayudas económicas para la realización de sus estudios en el curso 2010-2011. Un total de 334.000 euros han sido lo invertido por la Ciudad de Ceuta y con ello pretenden facilitar la educación en igualdad de oportunidades y ayudar a las familias a afrontar los gastos que suponen los estudios.

La Consejería de Educación, Cultura y Mujer ha resuelto la convocatoria de becas para alumnos de Educación Secundaria y ya las está haciendo efectivas. Desde ayer las 2.000 familias beneficiadas están recibiendo la cuantía establecida y el proceso culminará mañana. A la Ciudad le ha supuesto un desembolso de 334.000 euros.

En función a los ingresos que tengan las familias la cuantía varían. Las más necesitadas se les otorgarán 200 euros, mientras a las de mayor renta 70 euros, entre estas hay otra de 150 euros.

En los bajos del edificio Ceuta Center podrán recibir el vale que les servirá para ser canjeados en libros o materiales escolares en cualquier librería de la ciudad. Tanto en estas oficinas como en los centros escolares de Secundaria pueden enterarse de la resolución de la beca, informó la Ciudad.
 


En el ayuntamiento se produjo un gran revuelo cuando una madre vio que su hijo no era becado

Eran aproximadamente las 11.00 horas de ayer cuando en el tablón de anuncios del ayuntamiento ponían la resolución de las becas concedidas a los estudiantes de secundaria. Fue en ese momento cuando una señora, según testigos presenciales, madre de un estudiante no vio escrito entre los papeles el nombre de su hijo, así que decidió romperlos y tirarlos por el suelo.

Cuando llegaban más interesados al ayuntamiento tenían que coger algunos de los pedazos que quedaban por el suelo.

Los allí presentes decían encontrarse indignados por estar en esa situación de tener que buscar el nombre entre los folios que aún se podían leer.

Más tarde funcionarios del ayuntamiento imprimieron un nuevo documento, y lo colocaron en el tablón.
 

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